06/Oct/03 Descubren un gen del sexo en las abejas melíferas Un proyecto de secuenciación revela que dos versiones diferentes del gen forman una hembra, una sola un macho. Los huevos fertilizados se convierten en hembras, los no fertilizados serán machos. Los investigadores han descubierto el gen que controla el sexo de las abejas de la miel. Este hallazgo podría ayudar a comprender el comportamiento y la evolución de los insectos y a mantener sanas a las colmenas. Para ser hembras, los insectos necesitan dos versiones distintas del gen, llamadas csd. Los machos tienen sólo una, y ocasionalmente dos copias de la misma versión. Hay al menos una docena de formas diferentes de csd. La idea de este gen se discute desde hace 50 años y el entomólogo Robert Page de la Universidad de California en Davis se pasó los últimos 15 años buscándolo. Los expertos en abejas están encantados de que el equipo de Page por fin haya tenido éxito. "Estoy súper excitado por esto; es realmente un Santo Grial", dijo Jay Evans del laboratorio de investigación de abejas del Departmento de Agricultura de los EEUU en Beltsville, Maryland. Los machos no tienen padres En las abejas, avispas y hormigas el grupo de insectos llamado Hymenoptera (himenópteros) un huevo fertilizado se convierte en una hembra. Los machos nacen de huevos no fertilizados. Los insectos viven en colonias que contienen unas pocas hembras capaces de reproducir, una masa de hembras trabajadoras y un puñado de zánganos machos. Gran parte de la intrincada vida social de estos insectos se debe al gen csd. La abeja reina se aparea con varios machos, posiblemente para asegurar que tiene una buena mezcla de genes. Las hormigas de fuego que están invadiendo en la actualidad los EEUU sufren altos niveles de esterilidad, probablemente a causa de que llegaron desde sus territorios natales en Sudamérica con pocas versiones de csd. Page dice que es un misterio cómo es que ha evolucionado semejante método sexual. Una posibilidad es que favorece a las hembras que no pueden hallar un macho: pueden tener un hijo y luego aparearse con él. Pero la endogamia tiene un precio. Si una hembra se acopla con un macho que tiene su propia versión de csd, la mitad de su descendencia se convertirá en machos estériles, a pesar de que genéticamente son hembras. Las abejas obreras destruyen esas larvas. Mo está claro aún por qué las versiones idénticas de csd no pueden funcionar juntas; "éste es el misterio que sigue", dijo Page. A los apicultores, la endogamia les sirve para seleccionar insectos dóciles que produzcan mucha miel y se reproduzcan con rapidez. Pero el alto costo de la esterilidad y el fraticidio los complica. Apuntando al gen del género los apicultores podrán solucionar el problema, dijo Evans, que está tratando de criar abejas resistentes a las enfermedades. "Ahora podremos analizar la esperma de los machos y asegurarnos de que los estamos cruzando con parejas de diferente gen", dijo. Los genes más importantes de la abejas melíferas quedan por develar. El Proyecto del Genoma de la Abeja Melífera, con base en el Colegio Baylor de Medicina de Houston, Texas, ha completado su secuencia en el mes de agosto del 2003. Ahora los investigadores están armando el genoma. Más información:Beye, M. et al. "The gene csd is the primary signal for sexual development in the honey bee and encodes a new SR-type protein". Cell, 114, 419 - 429, (2003). |