13/Nov/03 Pequeños insectos transmiten desagradable enfermedad en el norte argentino TEMAS: Biología, Zoología, Entomología, Insectos, Diptera, Dípteros, Leishmania, leishmaniasis, tripanozoma La aparición de nuevos casos de leishmaniasis en distintas localidades del departamento de Santa Bárbara, en las inmediaciones de San Pedro de Jujuy, en la provincia norteña de Jujuy, en Argentina, ha causado gran preocupación. Se registran personas infectadas en las localidades de Puente Lavayén, Kilómetro 85, El Piquete, El Palmar, Santa Clara, San Juan de Dios, Arroyo Colorado y fincas aledañas. La enfermedad la transmite un insecto flebótomo del orden de los dípteros, pero es causada por un parásito microscópico llamado Leishmania. Esta enfermedad, llamada "leprilla", afecta principalmente las mucosas y la piel y de no ser tratada a tiempo, puede causar la muerte. La enfermedad ha avanzado hacia el sur en Sudamérica, donde es conocida en varios países de climas tropicales. Ha causado verdaderos estragos en las poblaciones rurales, constituyéndose en una dolencia típica de Latinoamérica. Según todos los signos y estudios, el aumento de su incidencia está asociado a los desequilibrios que produce el hombre en la naturaleza, lo cual demuestra cuán graves pueden ser los daños que producimos en la ecología. En base a las investigaciones realizadas por los médicos que se dedicaron a esta enfermedad, y de acuerdo a los testimonios de los enfermos y pobladores, surge que estas apariciones del agente vector en poblaciones humanas coinciden con los desmontes realizados en la zona de bosques y selvas subtropicales que están localizadas al pie de serranías, lo que explica que tal actividad provoca un desequilibrio del hábitat del insecto y de su reservorio natural que son los animales silvestres, determinando su invasión a los centros de población humana. En Jujuy, hace dos años que aparecen nuevos casos de leishmaniasis en las localidades de El Piquete y Lavayén, que se han incrementado desde mediados de este año. Las personas afectadas prosiguen aún con el tratamiento. Lo que preocupa a los pobladores de toda la zona es el paulatino aumento de los afectados. En un principio fueron hombres, que posiblemente fueron atacados por el insecto en los mismos desmontes, durante el traslado de leña y jornadas al aire libre (pesca o caza). De todos modos otros enfermos sostienen que el insecto se encuentra en los pueblos. La enfermedad es una dolencia que afecta la piel del ser humano y de algunos animales. Se presenta en dos formas típicas, la cutánea (se manifiesta principalmente en la piel) y la visceral (que afecta órganos internos). La primera es la más difundida en la región norte de Argentina. Produce ulceraciones en distintas partes de la piel y a veces se acompañan con deformaciones del rostro, las que pueden llegar hasta graves mutilaciones del mismo (por eso el nombre de "leprilla"). De no ser tratada a tiempo, es decir en la primera y segunda etapa de su evolución, puede presentar una forma tardía denominada Leishmaniasis cutáneomucosa, que compromete las vías respiratorias. La dolencia es provocada por un parásito microscópico identificado como Leishmania que pertenece a la familia Tripanozomidae. Se transmite al hombre y los animales por una mosca (Diptera) que habita en las zonas tropicales y subtropicales. Cuando el insecto se alimenta de la sangre de animales silvestres infectados (reservorios naturales de la enfermedad), puede picar al hombre y a los animales domésticos y transmitir la enfermedad. El flebótomo que transmite la enfermedad es un insecto que se alimenta de sangre, pequeño, peludo y del tamaño equivalente a una cuarta parte de una mosca doméstica. En Jujuy se lo conoce como "torito". La hembra posee un aparato bucal picador chupador y se alimenta de la sangre de mamíferos. Si éstos están infectados, las moscas ingieren los parásitos causantes de la enfermedad, que se multiplican en su intestino. Son insectos voladores que se mueven en cortos trayectos. Las hembras pican a la mañana y por la tarde, preferentemente al atardecer. Viven especialmente en los huecos de los árboles, troncos caídos y las cortezas en descomposición de las cuales obtienen materia orgánica para el desarrollo de sus larvas. Se desarrollan en tierras húmedas, sombrías, musgosas, en grietas de muros, rocas umbrosas y márgenes de corrientes de agua. El ciclo comienza cuando un flebótomo sano pica a un animal silvestre infectado con leishmaniasis y luego transmite la enfermedad a través de su picadura. Una picadura de este insecto no significa una segura infección, porque no todos los flebótomos están infectados. El insecto sólo pica en zonas descubiertas (brazos, piernas, cuello, etc). En el sitio donde picó el insecto infectado aparece una pápula pruriginosa, seguida de una vesícula. Cuando se rompe por rascarse o por reblandecimiento espontáneo, es suplantada, al cabo de dos semanas aproximadamente, por una úlcera con secreción amarillenta. Al secarse ésta, se forma una costra que se desprende dejando una lesión cutánea primaria o chancro de inoculación. Si la enfermedad no es tratada, luego de uno a cuatro meses se manifiesta la etapa tardía de la enfermedad, es decir, la Leishmaniasis cutaneomucosa. Más información:Casos de Leishmaniasis en el departamento de Santa Bárbara |