28/Ene/04

Cazadores de insectos declarados culpables en Sudáfrica

TEMAS: Biología, Zoología, Entomología, Insectos, Coleoptera, Coléopteros

Cuatro alemanes que colectaron ilegalmente más de 800 insectos, arañas y escorpiones sudafricanos fueron declarados culpables de contravenir la legislación que protege especies en riesgo de extinción.

Este es el primer caso que se lleva en ese país contra coleccionistas ilegales de insectos, algunos de los cuales cobran luego más de 6.000 Rands (850 dólares) por un espécimen en el mercado internacional.

Del proceso en la Corte Regional de Paarl surgió que dos hombres, Albert Rautenstrauch y su primo, Gönter Karl Rautenstrauch, son coleccionistas de insectos desde su juventud. Ellos llegaron a Ciudad del Cabo (Cape Town) el 28 de diciembre pasado para juntar insectos y pasar sus vacaciones. Gönter invitó a un amigo, Werner Johann Lenz, a acompañarlo. Albert también invitó a un amigo, Wolfgang Schubert, al que conocía de su club, y pagó su viaje.

En la corte declararon que ninguno de los amigos de los acusados estaba interesado en insectos, pero que deseaban pasar sus vacaciones en Sudáfrica. Todos ellos son de Augsburg, Alemania.

Albert, programador de computadoras que colecciona insectos desde que tenía 14 años, y Gönter, maquinista y coleccionista también, fueron hallados culpables de cinco cargos por colecta ilegal, caza y posesión de insectos en peligro de extinción.

Schubert le dijo a la corte que él no tiene interés en los insectos pero que ayudó a Rautenstrauchs a llevar las criaturas. Fue encontrado culpable del cargo de posesión de lucánidos (Coleoptera: Lucanidae) en peligro de extinción.

Lenz, que también dijo que no tenía ningún interés en insectos, ayudó a Rautenstrauchs a recoger los insectos y fue condenado por el cargo de caza ilegal de escarabajos.

Declararon en la corte que después de llegar los cuatro a la Ciudad del Cabo (Cape Town) el mes pasado, contrataron un coche que los condujo a la granja de Matroosberg, cerca de Ceres.

Estuvieron en una casa pequeña en la montaña y recogieron insectos, y más adelante viajaron a Ladismith, donde recogieron más. Después alquilaron una casa en Oudtshoorn y entraron a la reserva natural de Swartberg a recoger más especímenes.

Presentando evidencia a la corte, Paul Gildenhuys, jefe de la unidad de crimen ambiental de Cape Nature Conservation (Conservación de la Naturaleza del Cabo) dijo que en una búsqueda en una casa de huéspedes en Ladismith había encontrado entre los 842 insectos 211 escarabajos del género Colophon, posiblemente de la especie primosi (Coleoptera: Lucanidae, una rareza por la que se pagan hasta us$ 1000) y siete escorpiones vivos.

Entre los insectos confiscados había 400 "escarabajos comunes", 33 hormigas, 25 termitas, 17 escarabajos bombarderos, 41 escarabajos de la fruta, una crisálida, un saltamontes y una libélula. El caso aún no ha concluido.

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