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20/Sep/04 Producen antídoto del veneno de la viuda negra con biotecnología NOTA: Las arañas no son insectos. De todos modos, aunque el nombre de este sitio es "Insectos de Argentina y el Mundo" nuestro interés se extiende a otros artrópodos terrestres, como las arañas, diplópodos, quilópodos, etc. TEMAS: Biología, Zoología, Entomología, Insectos, Latrodectus mactans, Latrodectus geometricus
En un pequeño laboratorio localizado a las afueras de Cuernavaca, un grupo de investigadores encabezados por Alejandro Alagón Cano echó mano de la ingeniería genética: clonaron las toxinas de la araña "viuda negra" y la serpiente coralillo para fabricar los antivenenos naturales. En México anualmente mueren entre 10 y 20 personas (en su mayoría niños) por la picadura de la "viuda negra", que paraliza el sistema nervioso central y produce fuertes dolores musculares y abdominales que ni la morfina logra aliviar. En las zonas apartadas, las víctimas de este arácnido tienen que caminar varios kilómetros para llegar a algún centro de salud, pero ahí, por lo general, son inexistentes los medicamentos y el oxígeno para contrarrestar los efectos de este veneno en el organismo. Bastan 15 minutos para que los dos antivenenos —primeros en su tipo— hechos por científicos del Instituto de Biotecnología de la UNAM, produzcan su efecto y eviten que las toxinas de la "viuda negra" y "coralillo" bloqueen la función de las células humanas.
Cada año, alrededor de tres mil personas son víctimas en México de la "viuda negra", una araña de color negro brillante que presenta en su abdomen una mancha roja. Su picadura es muy peligrosa, pues su efecto se generaliza en todo el cuerpo y puede ocasionar la muerte. Los casos de mordedura de coralillo son muy raros, tal vez una centena al año, principalmente en el medio rural, agrega Alejandro Alagón Cano, investigador del Instituto de Biotecnología de la UNAM. Gracias a un convenio firmado por los laboratorios Bioclón (el mayor productor de antivenenos del mundo) y el Instituto de Biotecnología, se producen unas 500 mil dosis anuales de estos antivenenos que son exportados a otros países. También son distribuidos a instancias de Salud en México, como IMSS, ISSSTE y a la industria farmacéutica y su precio oscila entre los 100 y 500 pesos (8,75 a 43,75 dólares). En 1997 se inició la investigación para producir el antiveneno para la coralillo, y en 1999, después de las necesarias pruebas clínicas, salió al mercado como producto Coralmyn. El antiveneno contra la viuda negra se empezó a desarrollar en 1998 y a finales del 2000 salió al mercado bajo el nombre de Aracmyn para ser distribuido en todo el país, pues fue aprobado por la Secretaría de Salud. Ahora los dos antídotos el Coralmyn y el Aracmyn también fueron aceptados por las instancias de salud de Panamá, Colombia, Venezuela y Perú. "Se espera que los dos antivenenos sean aprobados en Estados Unidos en un año", adelantó Alejandro Alagón. Para la creación de los dos antivenenos, explica Alejandro Alagón Cano, investigador del Instituto de Biotecnología de la UNAM, simplemente se aplicó un conocimiento del que "hemos abrevado durante muchos años y se recurrió a un método convencional". En el caso del Aracmyn, primero se le "ordeñó" el veneno a varias miles de arañas. Luego se les inyectaron dosis crecientes de él a unos caballos, pues estos animales producen anticuerpos contra diversas toxinas. A los equinos se les extrajo una muestra de sangre, de la cual fue separado el suero, éste contiene las proteínas que neutralizan las toxinas del veneno. Después se fraccionaron los anticuerpos con todos los controles tanto físico-químicos como de actividad en cada una de las distintas etapas, hasta obtener un producto "altamente refinado y muy efectivo": los antivenenos. "Con todo este método se logró algo muy importante, porque antes no había un antiveneno contra la viuda negra y ahora sí. Además, es muy bueno y seguro: evita no sólo que las personas se mueran, sino también que padezcan un gran sufrimiento". En el pasado, los médicos no sabían qué hacer contra el veneno de la viuda negra porque no contaban con un tratamiento específico. Para evitar "ordeñar" a miles de arañas, los científicos recurrieron a la ingeniería genética y clonaron el gen de la toxina de la "viuda negra" y lo reprodujeron en bacterias que ahora producen la toxina inactiva, que inmuniza a los caballos para generar los anticuerpos. "Con esta técnica ya no necesitamos ‘ordeñar’ arañas para producir un antiveneno". El antiveneno Aracmyn neutraliza la toxina de la viuda negra, o Latrodectus mactans, y de su prima, la Latrodectus geometricus. En Estados Unidos también hay víctimas de la viuda negra, sobre todo en Arizona. Por eso, desde hace tres años se tramita la autorización de la FDA para vender en ese país el Aracmyn. La araña viuda negra es una especie tropical que vive en América del Norte, Central y Sur. La hembra mide aproximadamente 2,5 cm. de largo, incluyendo las patas, con lo que triplica el tamaño del macho y puede llegar a pesar 30 veces más que su consorte. Es de color negro brillante, con una marca roja en forma de reloj de arena en la cara inferior del abdomen; los machos son la mitad de largos y suelen tener cuatro pares de puntos rojos a lo largo de los costados del abdomen, rara vez se les ve y son inofensivos. Son animales elegantes, de hábitos nocturnos y tendencia pacífica, pero atacan si son perturbados. El macho es quien al final de la cópula, generalmente se convierte en el alimento del día. De ahí el nombre de araña viuda negra. Se alimenta básicamente de insectos (grillos, moscas, otras arañas, lagartijas, etc.), aunque su red está tan bien diseñada que puede quedar atrapado en ella hasta un ratón. Siete días después de la cópula, la hembra deposita hasta 2000 huevecillos, similares a cápsulas gelatinosas de un blanco traslúcido, que envuelve por grupos en sacos distribuidos en la red. En unas cuantas semanas las crías salen y se alejan de su madre aprovechando las corrientes de aire para desplazarse e iniciar su propia vida. Fuente: La Crónica de Hoy
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Dos antivenenos creados en Morelos (México) por científicos del Instituto de Biotecnología de la UNAM contra la picadura de la araña “viuda negra” y la
víbora "coralillo" se comercializan en Panamá, Colombia, Venezuela y Perú, y son evaluados por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) para probar su
efectividad e iniciar su venta también en Estados Unidos.
Con los antivenenos tradicionales hechos con químicos, las víctimas de picadura de "viuda negra" o "coralillo" sufren efectos secundarios como náuseas, mareos y
vómitos; además no bastan para calmar los dolores musculares que se extienden por más de 72 horas, explicó a Crónica Alejandro Alagón.