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07/abr/02




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La decisión de la Administración Federal de Drogas de los Estados Unidos de que los microchips de identificación implantables no son dispositivos médicos abre la puerta para que cualquier persona que lo desee, por el motivo que sea, pueda implantarse uno de estos chips..

Vía libre a la implantación en personas de chips de identificación

(Wired News) La Administración Federal de Drogas (Federal Drug Administration, o FDA) ha determinado que un microchip implantable utilizado con fines identificatorios no constituye un dispositivo de venta bajo receta médica, con lo cual ha dado vía libre para que este dispositivo pueda comenzar de inmediato a ser comercializado como producto de venta libre en Estados Unidos, según anunció hoy su fabricante.

Durante las últimas semanas, Applied Digital Solutions ha estado trabajando para que su VeriChip (un biochip que contiene datos personales, similar a los dispositivos utilizados para identificar a las mascotas en caso de que se extravíen) sea clasificado como un dispositivo de venta libre. Y finalmente el jueves se le cumplió el deseo.

Como el VeriChip no será sometido a las rigurosas pruebas de seguridad de este organismo, ADS podrá lanzar a la venta este producto dentro de los próximos tres meses, según informó Scott Silverman. Silverman, que fue primero presidente de la filial de Palm Beach County, Florida, de la firma ADS y ahora ocupa ese cargo a nivel nacional.

En Estados Unidos, el VeriChip fue promocionado como un accesorio médico cuya función radicaría en facilitar al personal hospitalario el acceso a la historia clínica de un paciente: bastaría con un simple movimiento de la varita mágica (o lectora). Si bien la FDA no ha aprobado el almacenamiento de información médica en este microchip, se podría crear una referencia cruzada entre los datos identificatorios que contiene el dispositivo y una base de datos computarizada en la que conste la historia clínica del paciente.

En América del Sur, en cambio, el dispositivo se vende combinado con una unidad de GPS (Global Positioning System, un sistema satelital de localización geográfica), para las posibles víctimas de secuestro. (Silverman informó que la empresa está desarrollando un producto implantable que incorpora la tecnología de GPS para este tipo de casos; el desarrollo del nuevo chip estará terminado en el plazo de un año.)

La empresa aún no ha decidido si va a vender o a distribuir en forma gratuita el escáner que se necesita para leer la señal de 125 kHz que envía el microchip en el caso de los hospitales. Se estima que el escáner costará entre 1.000 y 3.000 dólares.

ADS ha recibido una avalancha de consultas de adolescentes y demás tecnófilos que no ven la hora de implantarse el chip.

"Vamos a empezar con la gente que lo necesita por motivos médicos y con la gente de la Generación Y, que quiere implantarse el chip porque les parece fantástico", expresó Silverman.

El precio del chip será de 200 dólares (la implantación sería gratuita en las clínicas autorizadas), a lo cual se debe agregar una tarifa anual de 40 dólares por el servicio de mantenimiento de la base de datos del usuario. Este microchip, que es apenas un poco más grande que un grano de arroz, se inserta bajo el efecto de anestesia local mediante una breve intervención quirúrgica que no requiere internación.

El VeriChip avivó los temores que tienen ciertos cristianos, que creen que ésta podría ser la tan temida "Marca de la Bestia" a la que se hace mención en la Biblia. También suscita temores de otro orden entre los defensores de la privacidad, a quienes les preocupa la posibilidad de que el microchip sea implantado en contra de la voluntad de la persona o que en el futuro se utilice esta tecnología para seguir los pasos de las personas con opiniones contrarias a las del gobierno de turno.

Entre las primeras personas que se colocarán el VeriChip estará una familia del Condado de Palm Beach de apellido Jacob. Sus integrantes (Leslie, Jeffrey, y su hijo, Derek) tienen interés en este microchip por distintas razones, algunas de salud, otras de seguridad y otras que responden a una fascinación por la tecnología.

Jeffrey Jacobs, el padre, padece diversas enfermedades degenerativas y necesita 10 medicamentos diarios para poder controlar el dolor que lo aqueja y otras dolencias. Piensa que este microchip le salvaría la vida si tuviera una emergencia y se viera imposibilitado de comunicarse con el personal médico. Su hijo, de 12 años de edad, fantasea con la idea de una cruza mitad hombre y mitad máquina. Y la esposa de Jacobs, Leslie, piensa que este microchip podría convertirse en una prueba inalterable e inviolable de la identidad de una persona en un mundo que es cada vez más inseguro.

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¿Cómo funciona el chip de identificación?

Se trata de un dispositivo de radiofrecuencia implantable de unos 12 milímetros por 2,1 milímetros, que contienen un número de identificación único. Este dispositivo permanece en estado de letargo hasta que la energía de radiofrecuencia del escáner llega hasta él y lo activa. Esta energía pasa a través de la piel. Al ser activado, el chip emite una señal de radiofrecuencia que contiene el número de verificación. Este número aparece en el display del escáner, que lo transmite a una institución autorizada (supuestamente, esta institución tenía que estar de acuerdo con las disposiciones de la FDA), que tiene una base de datos segura. La transmisión es realizada por personal autorizado vía teléfono o Internet. La intervención quirúrgica para el implante requiere anestesia local y puede ser realizada en forma ambulatoria. Deja una muy pequeña cicatriz y es posible que se requiera de una banda adhesiva.

(Fuente: VeriChip Corporation.)