Página Noticias de Axxón
[Noticias de Axxón ] [ Página principal ] [ Zapping ]

20/ago/02

Un grupo de investigadores dice haber creado un ratón transgénico con músculos parecidos a los de un corredor de maratón, capaces de aguantar un ejercicio intenso durante amplios períodos de tiempo.




Revista Axxón

Axxón en
facebook


Lectores de Axxón en facebook



Científicos consiguen crear un "súper-ratón"

(CNN) Aunque el estudio sólo se ha realizado hasta el momento en ratones, los científicos esperan que las técnicas que han desarrollado para tratar los músculos de ratón también funcionen en humanos.

Los médicos afirman que este descubrimiento podría algún día dar origen a nuevos tratamientos para personas que se encuentran postradas en la cama o que tienen enfermedades degenerativas en los músculos, y podría ser una droga maravillosa para atletas de resistencia, como los corredores de larga distancia o esquiadores de fondo.

Bruce Spiegelman y sus colegas del Instituto del Cáncer Dana-Farber identificaron un bioquímico llamado PGC-1 que funciona como un interruptor molecular, que convierte el músculo de "contracción rápida", que es más fuerte pero se cansa más rapido, por el músculo de "contracción lenta", de alta resistencia.

"El PGC-1 parece ser el interruptor, o un importante componente, que permite que los músculos del cuerpo se ajusten a las exigencias a las que se los someta —dijo Spiegelman—. Entendiendo el funcionamiento de este sistema, podría ser posible desarrollar una droga para manipularlo", añadió.

El músculo se compone de varios tipos de fibra. Los atletas de resistencia entrenan fuerte y durante mucho tiempo para aumentar sus fibras musculares lentas, llamadas fibras tipo I, que son largas y finas, y resisten largos períodos de ejercicio aeróbico. Los velocistas o levantadores de pesas, por el contrario, tienen músculos ricos en fibras rápidas, o de tipo II. Estos músculos son más voluminosos y fuertes, pero se cansan rápidamente.

Más estudios

Para crear un ratón resistente, el grupo de Spiegelman incorporó PGC-1 al tejido muscular del roedor. Los científicos pensaban que esto provocaría el desarrollo de la mitocondria, que alimenta el crecimiento y desarrollo de las fibras musculares lentas. Sin embargo, se sorprendieron al ver que el PGC-1 convertía las fibras de tipo II en fibras lentas de tipo I.

El propio músculo cambió de color, adquiriendo un tono rojizo característico de los tejidos ricos en oxígeno. Posteriormente, en una prueba de resistencia en un laboratorio de Texas, el músculo modificado logró contraerse por un período dos veces y medio más largo que un músculo normal.

Spiegelman advirtió que todavía serán necesarios entre cinco y diez años de investigaciones antes de que puedan comercializarse tratamientos a base de PGC-1. La investigación se publicó en la edición de esta semana de la revista Nature.

-------------------

Gracias Laura Siri.