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01/dic/02




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Los artefactos de James Bond no son invento del cine

En la nueva película de la serie de James Bond, Die another day, se ve un auto que tiene la habilidad de desaparecer. Al igual que en otras películas de este héroe, muchos de los artefactos que aparecen están basados en tecnología real

Seguramente, muchas de las personas que concurran a ver la última película de la serie de James Bond, Otro día para morir (Die another day), saldrán del cine riéndose del último artefacto tecnológico sorprendente del reinado Bond: un auto que desaparece. Sin embargo, deberían escuchar a Maurice (Joe) Langevin, de la firma Tracer Round Associates, ubicada en Maryland, Estados Unidos, antes de burlarse demasiado de lo poco plausible del invento.

Junto a su socio Philip Moynihan, de la firma Cal Tech, Langevin concibió la idea de utilizar pantallas de plasma enganchadas a las cámaras de filmación como método tecnológico para camuflar vehículos.

Esta técnica, denominada "camuflaje adaptable" —debido a su capacidad de cambiar constantemente de acuerdo con la necesidad—, está siendo desarrollada actualmente por el Departamento de Defensa de Estados Unidos, y también por empresas privadas. "Trabajo en estos objetos hasta el punto en que la viabilidad técnica queda validada y, entonces, les doy vida", explicó Langevin en una entrevista telefónica.

El protagonista y su Aston Martin especial

A pesar de que, en general, las películas de James Bond siempre parecieron tomarse los dispositivos tecnológicos como un juego — y a pesar de lo imprudentes que fueron varios de los Bonds con esos mismos aparatos—, la serie demostró tener un gran respeto por la tecnología desde muchos puntos de vista.

"Por supuesto, el dispositivo más interesante de la última película es el que se utiliza para ocultar el Aston Martin —señaló John Cork, coautor con Bruce Scivally de James Bond, El Legado—. Lo que a mí me resulta interesante es el hecho de que ese dispositivo está inspirado en tecnología verdadera, aunque eso no se nota en la película. Las películas de James Bond fueron las primeras en adoptar la tecnología. James Bond es un héroe de la era tecnológica."

Sin embargo, eso no es lo que se pensaba en los comienzos de la serie, allá por 1962, cuando apareció Dr. No. En ese entonces, la tecnología que aparecía en muchas de las películas se la veía como algo siniestro, comentó Cork. "Era común que la computadora siempre terminara descomponiéndose y escupiendo tarjetas, o que algún electrodoméstico funcionara mal —añadió—. Pero en las películas de James Bond, se incorporaba la tecnología y, en el contexto de la película, la tecnología funcionaba."

Eso no quiere decir que todos los dispositivos que aparecen en la serie puedan utilizarse en la vida real. Como por ejemplo el famoso respirador subacuático, del tamaño de una pluma fuente, que Sean Connery empleó en Operación Trueno, en 1965, para respirar bajo el agua por unos cuatro minutos. Ahora vuelve a aparecer en la última película, junto con otros artefactos antiguos de la serie. Hasta el momento, no se inventó nada por el estilo. Lo único que se aproxima un poco al famoso respirador es un dispositivo del tamaño de una lata de gaseosa que proporcionaría aire para respirar tal vez hasta dos minutos.

No obstante, las estadísticas generales son respetables. En la película de 1971, Diamonds are forever, el personaje Q — interpretado en las primeras 19 películas de la serie por Desmond Llewelyn— utiliza látex para crear huellas digitales falsas, que Bond usa para burlar un dispositivo de seguridad. Resulta que las huellas falsas pueden hacer eso de verdad.

Y la mochila retropropulsora que Bond utilizó en Thunderbolt (Operación trueno) es real, también. De hecho, es una creación del Ejército estadounidense.

El relog Omega, con rayo láser que se usó en Never say never againAlan Stephenson, un especialista en las películas de James Bond que vive en Santa Cruz, California, posee una colección de más de 5.000 objetos de la serie, entre los que se encuentran una réplica del arma utilizada en El hombre de la pistola de oro y una cámara Instamatic que se transformaba en pistola. Stephenson señaló que la mística de la serie se perdió un poco a medida que los artefactos que aparecen en las películas se fueron difundiendo entre el público en general.

"En Never say never again (Nunca digas nunca jamás) Sean Connery tiene un reloj láser, y en ese entonces la gente pensaba: 'Pero vamos, ¿cómo vas a tener un láser en un reloj pulsera?' Y hoy en día yo tengo un reloj pulsera con láser —comentó—. No sirve para cortar acero, pero es un buen puntero láser".

Stephenson añadió: "Esa es una de las características de la serie: Es muy difícil crear algo que no vaya a estar a la venta el mes próximo. ¿Se puede tener una visión de futuro tan lejana que la realidad no la vaya a alcanzar en cuestión de meses?"

Es una tarea muy dificultosa cuando las películas de James Bond están siempre allí, mostrando el camino a seguir. "El Ejército creó una cosa llamada camión inteligente —manifestó John Cork, autor de Bond—. Las ideas que utilizaron para fabricar los dispositivos del camión inteligente las sacaron mirando una película de James Bond".

Fuente: (Wired News) - Aportado por Alejandro Alonso

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