4/Mar/04

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Hubo mucha agua líquida en Marte

Es un descubrimiento del robot Opportunity. El hallazgo sugiere que el clima marciano pudo haber sido apto para el desarrollo de la vida. Para el director general de la NASA, la misión ha sido un éxito. Dentro de quince años el hombre podría llegar al planeta rojo. Ya se encuentran en desarrollo nuevas naves espaciales.

(La Nación) "Hemos encontrado huellas (trazas) de agua en Marte que sugieren que hubo mucha agua fluyendo libremente. Esta es la primera evidencia concluyente de la teoría que sugiere que en ese planeta existieron condiciones atmosféricas muy diferentes de las que hay hoy", dijo Sean O´Keefe, director general de la NASA, al comentar el hallazgo realizado por el robot Opportunity en Meridiani Planum , un agreste cráter marciano que alguna vez fue tan húmedo como para haber albergado vida.

El análisis de rocas marcianas realizado por el espectrómetro de rayos X del Opportunity reveló un elevado contenido de jarosita, un mineral que sólo se forma a través de una prolongada exposición al agua. La textura microscópica de la rocas analizadas también apuntó en la misma dirección: la conformación geométrica observada habla de un antiguo proceso de erosión efectuado por el agua salada.

Aunque algunas regiones de Marte parecen haber estado cubiertas por este líquido por períodos lo suficientemente prolongados como para haber sustentado vida tal como la conocemos en la Tierra, la NASA aclaró que no existen evidencias directas de su presencia en el planeta rojo.

De visita en la ciudad de Buenos Aires, donde firmó un acuerdo de cooperación con la agencia espacial argentina (como se informa por separado), el director general de la NASA comentó el descubrimiento.

—Con este hallazgo, ¿ya podemos decir que la misión Mars Exploration Rover es un éxito?

—En el momento en que Spirit y Opportunity, nuestros dos vehículos robóticos, aterrizaron, ya entonces consideramos que había sido exitosa. La exploración de Marte es una historia que ha estado dominada por el fracaso, de modo que tener dos vehículos operando allí simultáneamente ha sido realmente muy gratificante.

Tanto el lugar de aterrizaje del Spirit como el del Opportunity fueron seleccionados por su formación geológica, que ofrecía la mejor perspectiva para examinar si alguna vez había circulado agua fluida. Los vehículos fueron originalmente diseñados para obtener una prueba de ello y ahora esa teoría ha sida confirmada. ¿Es una respuesta muy larga? Bueno, la respuesta es sí, la misión es un éxito.

—Si los vehículos robóticos están trabajando tan bien en Marte, ¿para qué enviar allí al hombre?

—Hay dos razones compulsivas para hacerlo. La primera es la eficiencia. Programar a los robots para que maniobren de la manera que queremos que lo hagan nos demanda 24 horas; además, recorren una distancia muy corta. Como resultado de las habilidades cognitivas que cualquiera de los seres humanos posee, un astronauta podría realizar una misión completa de 90 días de un robot en unas 6 o 7 horas.

Y la única demora en la toma de decisiones son los diez minutos que lleva mandar cualquier información de la Tierra a Marte. Si bien estamos muy entusiasmados con lo que podremos lograr en 90 días con los rovers , imagínese lo que podría hacer tan sólo un ser humano

Segunda razón: no hay nada que sustituya las habilidades cognitivas humanas. Y la curiosidad. No hay forma de programar la curiosidad en un robot. Con un ser humano hay cierta capacidad de realizar un descubrimiento que, por más que uno lo intente, la tecnología jamás tendrá.

—¿Y entonces cuándo llegará el hombre a Marte?

—Eso depende de si tenemos éxito en la primera etapa, que es volver a la Luna y montar una infraestructura allí, lo cual nos va a dar una capacidad mucho más amigable para iniciativas de exploración más prolongadas. Depende también de si podemos desarrollar la capacidad de producir energía, para no tener que llevar todo lo que uno debe consumir.

Si pudiéramos hacer todo eso en la próxima década, podríamos lograrlo dentro de los próximos 15 años. Pero hay que superar muchas cosas para que esto sea posible. Una es la capacidad fisiológica de poder resistir, de moverse y transportarse en el espacio. También hay que encontrar una forma de llegar allí más rápido; de manera que el desafío de la propulsión es bastante significativo. Si conquistamos estas dos dimensiones, podremos presenciar una misión de este tipo en un momento cercano.

—¿Este proyecto lo va a encarar EE.UU. solo o con cooperación internacional?

—Nuestro presidente nos ha instruido para constituir una iniciativa de cooperación internacional. Así, buscaremos las oportunidades en el tiempo por venir.

—De montarse una base en la Luna, ¿cuál será el papel de la Estación Espacial Internacional?

—La estación espacial va a operar por lo menos hasta fines de la próxima década. Es la plataforma que vamos a utilizar para tratar de conquistar esas dimensiones fisiológicas humanas. La segunda ventaja de contar con la estación es que nos permitió aprender a construir ensamblando las piezas en el espacio; ése es el mismo principio que utilizaremos en la Luna.

—¿Seguirán usando los transbordadores?

—El transbordador no está diseñado para ir a distancias más allá de 400 millas de la Tierra. Una vez que el transbordador haya reanudado sus viajes, terminaremos de mandar los módulos para completar el ensamblado de la estación espacial a fines de esta década. Ahí se retirará.

Actualmente estamos comenzando a desarrollar un vehículo de exploración llamado "proyecto constelación", que nos puede llevar de aquí a la Estación Espacial y de allí a la Luna, y que casi seguro se va a ver diferente del transbordador. Será construido de forma tal que va a ser más modular en su orientación; su tamaño y sus componentes dependerán de la distancia a la que se quiera llegar y del tiempo se quiera permanecer.

Margen de trabajo

—¿El equipamiento de los rover permite ir más allá de estos recientes descubrimientos?

—Bueno, su capacidad de perforación debería ser suficiente como para llegar a una profundidad modesta; también tiene una capacidad analítica enorme para analizar las formaciones geológicas, al igual que su composición. La gran limitación va a ser la energía. Quizá dure un par de meses o seis meses más, pero todavía nos queda un margen.

—¿Descartan que en las condiciones atmosféricas actuales haya vida en Marte?

—No. No lo descartamos. Pero tampoco lo estamos anticipando. En ambas direcciones, los extremos son muy profundos. (La presencia de) cualquier cosa que parezca una estructura molecular que pudiéramos reconocer aquí en la Tierra parece remota. Pero, habiendo dicho esto, en la Tierra hemos descubierto formas de vida en los océanos, a profundidades increíbles, que jamás habríamos imaginado que sobrevivirían. La vida sigue su camino. Eso nos sugiere que puede haber otras oportunidades para examinar esa cuestión.