7/Mar/04
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De ciencia ficción: Un auto que funciona según los antecedentes del conductor
Toyota presenta un concept-car que se basa en los antecedentes del conductor para ajustar su performance, y brinda
menos potencia para los novatos del volante o para quienes hayan reincidido en infracciones de velocidad, por ejemplo.
Toyota dice que no pretende dar más que una muestra de lo que esa industria es capaz de lograr. Los defensores de las
libertades civiles sostienen que es pavoroso.
(Wired News) En el Melbourne Motor Show (Exposición del Automóvil de Melbourne) que se llevó a cabo la
semana pasada, Toyota develó un controvertido automóvil concepto que vigilaría muy de cerca, y en algunos casos
restringiría, los actos de su conductor... e incluso podría llegar a negarse a arrancar.
Para conducir el elegante Toyota Sportivo, el conductor tendría que introducir una tarjeta de memoria en su consola
para poder encender el motor. Sobre la base de la experiencia y los antecedentes automovilísticos del conductor, el
vehículo ajusta la performance del motor, reduciéndola en el caso de los automovilistas con menos experiencia o con
páginas negras en sus antecedentes de manejo.
"Los conductores del futuro, que han crecido en una era electrónica de fuertes medidas de control del cumplimiento de
la ley basadas en la utilización de cámaras remotas y sistemas de cobro de peaje electrónicos tienen una actitud
receptiva frente a las nuevas tecnologías que contribuyen a su estilo de vida además de vigilarlo", señala un
comunicado de prensa emitido por Toyota sobre este automóvil. "Es fundamental que los conductores cuenten con
información completa y precisa en esta era caracterizada por una vigilancia electrónica cada vez mayor".
Si bien hay quienes dicen que un automóvil que se anticipe a la habilidad al volante de su conductor podría tener un
atractivo limitado, Toyota señala que el propósito del sistema de autenticación electrónica no es el de espiar sino el de
informar.
"Lo que estamos sugiriendo es que en el futuro el registro de conductor va a ser una tarjeta inteligente, y tiene todos los
datos necesarios para operar el automóvil con mayor seguridad y eficiencia", señaló Paul Beranger, gerente de
proyectos de Toyota.
Toyota señaló que no tiene planes de sacar a la calle este automóvil concepto. La empresa automotriz construyó este
prototipo para poner de relieve el talento australiano para el diseño de automóviles. Pero este vehículo efectivamente
introduce algunos conceptos que van a generar grandes cambios en los gobiernos y sistemas burocráticos vinculados
con la regulación vehicular.
Con el Sportivo, la patente y el número de registro de conductor no van a ser dos números distintos. En lugar de ello,
este automóvil tendría una pantalla en el paragolpes trasero en la que aparecería un número vinculado con el registro,
que estaría codificado en la tarjeta inteligente.
Una ventaja de este sistema sería que los actos de los conductores serían vinculados exclusivamente con su licencia, no
con el automóvil. Como es muy común que los conductores no sean los titulares de los automóviles que están manejando
(porque es prestado o alquilado), el ingreso electrónico permitiría a los departamentos de vehículos responsabilizar al
conductor, y no al titular del vehículo, de las infracciones por exceso de velocidad, estacionamiento en lugar no
permitido, y el no pago de los peajes.
"En última instancia no es el titular el que es responsable del automóvil cuando está en la calle", señaló Beranger. "Si
el automóvil es detenido por exceso de velocidad, la multa se le hace al conductor, no al propietario (del vehículo)".
Este seguimiento de antecedentes basado en el conductor también podría cambiar las leyes para los automovilistas
jóvenes. En Australia, a los conductores novatos automáticamente se los pone a prueba durante tres años cuando se les
entrega el registro. Con las nuevas funcionalidades de ingreso a sistema ofrecidas por el Sportivo, el período de prueba
podría basarse en la cantidad de horas al volante que el conductor ha acumulado, de una forma similar a lo que sucede
en el caso de las licencias de vuelo de los pilotos.
La potencia del motor se podría restringir según el grado de la licencia, y aquellos conductores cuyas licencias hayan
sido suspendidas directamente no podrían usar el automóvil.
Asimismo, ya hay por lo menos un estado de Australia que está considerando la posibilidad de hacer obligatoria la
instalación de alcoholímetros conectados a una traba de motor. Y el gobierno federal de Australia ha considerado la
posibilidad de implementar un sistema de identificación universal, denominado Australia Card. Esta tarjeta propuesta
almacenaría una amplia variedad de información personal, y los australianos tendrían que llevarla consigo todo el
tiempo para conseguir trabajo, recibir prestaciones médicas y utilizar servicios gubernamentales.
Si bien el senado australiano rechazó dos veces esta propuesta y la fuerte reacción de la gente aniquiló la idea, las
organizaciones de defensa de la privacidad señalan que las tarjetas inteligentes que se necesitan para operar los
automóviles del futuro son sospechosamente parecidas a las tarjetas de identificación universales.
"Tenemos un problema con las licencias basadas en tarjetas inteligentes porque no van a ser utilizadas solamente para
controlar a los que comentan infracciones de exceso de velocidad sino que van a ir más allá", señaló Irene Graham,
directora ejecutiva de la organización de defensa de las libertades civiles Electronic Frontiers Australia. "Están
proponiendo que las nuevas licencias se utilicen al operar en Internet para identificar a las personas que efectúan algún
trámite con un organismo dependiente del gobierno. Nos preocupa que las empresas aducirán todo tipo de razones para
justificar la exigencia de que una persona se identifique".
Mientas que Toyota ve a su automóvil concepto solamente como un medio para exhibir dispositivos interesantes, sus
funciones de ingreso electrónico se infiltrarían en la vida cotidiana, y otorgarían más facultades de vigilancia al
gobierno, sostienen los detractores.
Sin embargo, este automóvil está equipado con dispositivos más convencionales y menos ominosos. Esa misma tarjeta
inteligente almacenaría las preferencias del conductor respecto de la posición del asiento, los ángulos de los espejos y
las estaciones de radio preferidas. Su velocímetro lee las señales de los carteles de velocidad de la vía pública y
muestra en pantalla el límite de velocidad en comparación con la velocidad del automóvil. Un sistema de dispositivos
telefónicos y de GPS brindan al conductor información sobre el paradero de sus amigos. Y además tendría un motor de
240 caballos de fuerza.
El Sportivo estaría equipado con un sistema de tracción 4x4 y un sistema de frenos PBR de alta performance, con lo
cual estaría a la altura de maravillas japonesas como el WRX de Subaru.