09/Sep/04
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Se estrelló la cápsula espacial Génesis al fallar los paracaídas
La cápsula espacial estadounidense Génesis, que traía a la Tierra partículas solares, se estrelló hoy en el desierto de Utah debido a que sus paracaídas no se abrieron a tiempo. La nave terminó incrustándose en la tierra, ante la mirada atónita de los técnicos de la NASA.
Al entrar a la atmósfera terrestre, debía abrirse un paracaídas estabilizador a 33 kilómetros
de altitud. Seis minutos más tarde, a 6,7 kilómetros de distancia, debía abrirse el paracaídas
principal. Pero los dos fallaron.
Las imágenes tomadas por la NASA mostraron como la cápsula —de 220 kilos de peso—
giraba sin control en la atmósfera terrestre, sin ninguna contención posible, hasta que
terminó estrellándose en pleno desierto.
Había cierta expectativa con este descenso, ya que la NASA había programado un arriesgado
sistema para "cazar" en pleno vuelo la cápsula. El encargado de hacerlo iba a ser un piloto
de helicóptero llamado Dan Rudert, especialista en acrobacias aéreas y estrella de Hollywood.
El objetivo de la misión era rescatar en pleno vuelo la Génesis para evitar un impacto
contra la Tierra, y de esa manera evitar la contaminación de las muestras de la sonda.
La entrada de Génesis en la atmósfera era seguida desde el Campo de Entrenamiento de la
Fuerza Aérea de los Estados Unidos, en el desierto del estado de Utah, con un sistema de
localización GPS (Global Positioning System) que estaba en continua coordinación con los
helicópteros de recuperación.
Iba a usar un nuevo sistema de frenado de caída con un innovador parapente de nylon que
mide unos 10,5 metros de largo por tres de ancho, que además estaba reforzado con cables de
sujeción de Technora, una variante del Kevlar.
El primer paracaídas iba a ser accionado aproximadamente a 33 kilómetros de altura para
estabilizar la cápsula. Luego, el segundo sistema de frenado activaría la apertura de un
parapente permitiéndole a la cápsula planear a una velocidad de unos 15 kilómetros por hora.
Dos helicópteros estaban preparados para el enganche de la sonda: uno iba a ejecutar la
recogida por el lado posterior del parapente y el segundo volaría en su persecución por si
había algún imprevisto. El helicóptero depositará en tierra la cápsula con suavidad para
que un equipo de apoyo asegure su sujeción antes de ser transportada a un "recinto seguro".
Pero todos los planes fallaron. La sonda comenzó a girar sin control y los paracaídas no
se abrieron. A pesar del cuidadoso plan de la NASA, el artefacto terminó incrustado en el
desierto de Utah.
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