28/Oct/04

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Estrellas desbocadas, con rutas imprevistas, se cruzan con nuestro Sistema

Los astrónomos acaban de descubrir unas rutas galácticas que cruzan a través de la Vía Láctea de manera muy extraña, acercando algunas estrellas a los alrededores de nuestro Sistema Solar.

Los investigadores dicen que el camino de estas estrellas rebeldes podría ser parte de un amplio sistema galáctico de caminos estelares divergentes.

El Sol, y muchas otras estrellas en nuestra Vía Láctea, orbitan alrededor del centro galáctico en un recorrido circular bastante rutinario. Así que los astrónomos se sorprendieron al encontrar, en una nueva investigación, que alrededor del 20 por ciento de las estrellas dentro de una distancia de 1000 años luz del Sol se están moviendo en una gran cantidad de trayectorias excéntricas.

De acuerdo a un equipo de investigación que examinó los datos de más de 100.000 estrellas obtenidos por el satélite Hipparcos de la Agencia Espacial Europea, el Sol está en "el cruce de muchos caminos".

Las rutas están en su mayoría dirigidas hacia el centro o, a la inversa, alejándose del centro galáctico, como los rayos de una rueda. Las estrellas que se encuentran en cada uno de los cursos varían significativamente en edad y composición, sugiriendo que tuvieron orígenes diferentes y que no siempre se han encontrado en las rutas actuales.

"Semejan más compañeros casuales de viaje que miembros de una familia", dijo Benoit Famaey, de la Université Libre de Bruxelles, Bélgica.

¿Qué es lo que puede haber causado tal caos?

Ondas de Densidad
El equipo de Famaey cree que las estrellas han sido removidas de su sitio por la gravitación de los brazos espirales de la Vía Láctea. En los brazos hay más estrellas y gas que en las áreas entre los brazos. Las ondas de densidad, como las llaman los astrónomos, comprimen el gas y forzan la formación de estrellas. De igual manera pueden desviar el movimiento de las estrellas.

"Si estas estrellas son golpeadas por un brazo de la espiral, pueden ser desplazadas a miles de años luz de sus lugares de origen", dijo Famaey.

Aunque el planteamiento pudiera parecer caótico, existe muy poco peligro adicional —si es que hay alguno— para nuestro Sistema Solar. En principio, los caminos estelares que se acaban de descubrir implican que la posibilidad de una colisión u otra interacción con el Sol es mayor de lo que se conocía antes, dijo Alain Jorissen, también de la Université Libre.

"Pero en la práctica", le dijo Jorissen a la prensa, "las distancias entre las estrellas son, de todas maneras, tan grandes, que la posibilidad de un encuentro cercano sigue siendo muy remota".

Eventualmente, la mayoría de las rebeldes serán encauzadas. Con el tiempo, el efecto perturbador de un brazo de la espiral se desvanecerá a medida que la estrella se aleja del brazo y la fuerza de gravedad colectiva se hace cargo.

"Es muy posible que, entonces, la estrella se encuentre en una órbita más convencional", dijo Jorissen.

El próximo acercamiento
Las estrellas más cercanas conocidas en la actualidad son un trío que forma el sistema Alfa Centauro, que se encuentra a 4,36 años luz de distancia. Recordemos que un año luz es la distancia que viaja la luz en un año.

Mientras tanto, nuestro encuentro más cercano con otra estrella ocurrirá dentro de 1,4 millones de años a partir de ahora.

Una estrella denominada Gliese 710, que fue hallada por Hipparcos y reportada en 1999, pasará a 1 año luz de distancia del Sol. Esto la coloca a unas 70.000 veces la distancia de la Tierra al Sol, en los mismos bordes de nuestro Sistema Solar, donde se cree que deambulan los objetos helados en lo que componen lo que se conoce como la Nube de Oort.

Se cree que las visitas como éstas en el pasado fueron las responsables de haber dirigido los cometas de la Nube de Oort hacia el Sistema Solar interior, donde algunos llegaron a golpear la Tierra.

Respecto a Gliese 710, "parece ser que no pertenece a una de nuestras corrientes", dijo Jorissen.

Para convertir los datos de Hipparcos en una vista tridimensional de la vecindad solar, los investigadores agregaron observaciones de los movimientos de las estrellas obtenidas por un telescopio Suizo en el Observatorio de Haute-Provence en Francia.

Los resultados se publicarán en detalle en la revista Astronomy & Astrophysics.