18/Nov/04
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Descubren esqueletos en pirámide de La Luna
Una tumba con 12 esqueletos humanos, aparentemente de sacrificios, y 41 osamentas de animales, completos e incompletos, fueron localizados por
arqueólogos de México y Japón en el interior de la Pirámide de La luna en Teotihuacán, como parte del proyecto de exploración que se realiza en el
monumento desde 1998.
(El Universal online) En conferencia de prensa, los arqueólogos coordinadores del plan de investigación señalaron que los hallazgos arrojan importantes
datos sobre la trascendencia del sacrificio y la actividad militar entre un pueblo antiguo teotihuacano que hasta ahora se creía, de "manera romántica e idílica",
como teocrático.
Como parte de la última jornada de labores de campo del Proyecto Pirámide de la Luna, desarrollado junto a instituciones japonesas, estadounidenses y
canadienses, el doctor de la Aichi Prefectural University de Japón, Saburo Sugiyama, señaló que los entierros y ofrendas "fueron hallados en una tumba de cinco
por cinco metros, localizada en el núcleo central del edificio cinco, de los siete que constituyen la pirámide".
Ahí, continuó, se identificaron "12 esqueletos humanos, que debieron estar atados de manos, por detrás, debido a su posición, dos de ellos acompañados de
ricos ornamentos y los 10 restantes sin cabeza", lo que podría afirmar el carácter preponderante del sacrificio entre este pueblo".
Junto a los restos que posiblemente pertenecen a personas provenientes de la región maya, se localizaron además "41 esqueletos de animales: cinco felinos
completos (que pueden ser pumas o jaguares) junto a nueve cabezas de la misma especie, tres cánidos completos (lobos o coyotes) junto a siete cabezas y 13
cuerpos de aves completas y cuatro incompletas", varias de las cuales se han identificado como águilas reales.
Además, "como uno de los descubrimientos más sensacionales y único de toda Mesoamerica", en el conjunto central de la tumba, se hallaron 18 cuchillos o
figuras serpentinas en obsidiana en forma de rayos radiales, rodeando una figura antropomorfa de cuerpo completo elaborada con pequeños mosaicos de
piedra verde, destacó el arqueólogo mexicano Ruben Cabrera Castro.
La piedra, que hasta el momento no ha sido totalmente identificada, "es una pieza única que según nuestras primeras investigaciones, no hemos localizado otra
del mismo tipo, pues no se conocen representaciones humanas de cuerpo entero, sólo de rostros" expresó.
El arqueólogo Leonardo López Luján, colaborador del proyecto, agregó que los descubrimientos "desmienten la visión idílica y romántica que se tenía sobre los
teotihuacanos, en el sentido de que se trataba de una sociedad meramente teocrátita y que ahora descubre a un pueblo más humano que estaba regido por el
sacrificio y la guerra".
Esto, continuó, "no significa que Teotihuacán pueda ser equiparada con sociedades militares como los aztecas, pues hay que recordar que los depósitos están
dentro de un monumento religioso, pero sí hablan de una importante actividad en ese sentido".
El Proyecto Pirámide de La Luna, señalaron los especialistas, contó en su última fase de trabajo de campo con el apoyo de la Sociedad Japonesa para la
Promoción de Ciencia, con una cantidad de 70 mil dólares y de la National Geografic Society de Estados Unidos con 35 mil dólares, además del constante
apoyo de especialistas de la Universidad de Ontario en Canadá y de la Autónoma de México.
Actualmente, los descubrimientos óseos de la tumba están siendo sometidos a un análisis de isótopos de oxígeno, que podrían resultar en evidencia de que se
trata de personas de origen maya, y que podrán aportar elementos sobre el origen a través de los dientes y de su forma de vida en los últimos años, con ayuda
de huesos como el fémur.
Luego de siete años de trabajo de campo en la "Ciudad de los Dioses", con el Proyecto de la Pirámide de La Luna, los investigadores han podido determinar
importantes elementos sobre la construcción, los entierros dedicatorios, el militarismo y el sacrificio en Teotihuacán, a través de distintas fases de exploración.
Ahora, finalizó Sugiyama, "las pruebas deberán someterse a intensos análisis y estudios y después veremos qué zona podríamos seguir explorando".