18/Nov/04
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El avión experimental X-43A bate su propio récord al superar en 10 veces la velocidad del sonido
El avión experimental X-43A de la NASA alcanzó este martes los 11.265
kilómetros por hora, 10 veces la velocidad del sonido. El éxito de la prueba abre la puerta
al uso de esta tecnología en cohetes para lanzar satélites o naves espaciales, así como en
aviones militares o comerciales.
El vuelo se produjo sobre el océano Pacífico, al noroeste de Los Ángeles, en un área de
vuelo restringido utilizada por la Marina de Estados Unidos. El avión, que no llevaba
ningún ocupante, alcanzó una altura de 33.500 metros.
El director de la NASA, Sean O'Keefe, señaló en que "este vuelo es un hito y un importante
paso hacia las futuras posibilidades para producir impulsores que envíen grandes cargas al
espacio de una forma fiable, segura y barata".
El X-43A ױcuyo primer intento ayer tuvo que ser aplazado por razones técnicasױ
utiliza un motor de nueva tecnología denominado 'ramjets' de combustión supersónica (o
'scramjets').
La ventaja de esta tecnología es que, una vez que se alcanza la velocidad de Mach 4 (cuatro
veces la velocidad del sonido) con motores a reacción convencionales, el 'scramjet' puede
proporcionar a una nave una velocidad de hasta Mach 15 sin tener que llevar los tanques de
oxígeno (combustible) que necesitan los cohetes de hoy en día.
El 'scramjet' no tiene prácticamente ninguna parte movible y obtiene el oxígeno necesario
para quemar el combustible del aire de la atmósfera que es comprimido antes de ser
mezclado. El aire es comprimido de forma natural por la velocidad del vehículo y la forma
de las toberas.
El gran desafío al que se tenía que enfrentar esta tecnología era demostrar que el
'scramjet' puede obtener oxígeno suficiente para funcionar incluso en las capas más
elevadas de la atmósfera donde este elemento químico escasea.
Otra ventaja de este motor es que la potencia proporcionada por un 'scramjet' puede ser
regulada como la de cualquier reactor mientras que los cohetes ofrecen un empuje
constante.
Fuente: El Mundo