25/Nov/04
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Genes en manos de la informática
El estudio del genoma humano sería una tarea imposible sin las herramientas informáticas, ya que el genoma contiene unos 100.000 genes. Las
computadoras son útiles, pues simulan de forma electrónica, con combinaciones matemáticas, el proceso biológico que se produce en el organismo del ser
humano. Ésta es otra revolución, después de Internet y está relacionada con el uso de la información genética. Una figura clave en este campo es el físico
argentino Gustavo Stolovitzky, quien hoy dirige el área Genómica Funcional y Biología de Sistemas, de la empresa IBM, en los Estados Unidos. En una
entrevista con El Comercio, vía teleconferencia, el experto se refirió a los avances de esta rama de la ciencia.
(El Comercio) ¿Qué tienen en común la informática y la genética? Aunque parezca insólito, estas dos áreas son inseparables, al punto que sin las
computadoras los científicos no habrían podido descifrar el genoma humano, el libro de la vida. La combinación de estas dos áreas forman lo que hoy se
conoce como bioinformática.
El estudio del genoma humano sería una tarea imposible sin las herramientas informáticas, ya que el genoma contiene unos 100 000 genes.
Las computadoras son útiles, pues simulan de forma electrónica, con combinaciones matemáticas, el proceso biológico que se produce en el organismo del ser
humano. Ésta es otra revolución, después del internet y está relacionada con el uso de la información genética.
Una figura clave en este campo es el físico argentino Gustavo Stolovitzky, quien hoy dirige el área Genómica Funcional y Biología de Sistemas, de la empresa
IBM, en Estados Unidos. En una entrevista con este Diario, vía teleconferencia, el experto se refirió a los avances de esta rama de la ciencia.
¿Qué es la bioinformática o
la biología computacional? ¿No es eso ciencia ficción?
Suena a ciencia ficción, pero no lo es. Lo que sucede es que hay muchas preguntas biológicas cuyas respuestas pueden ser halladas a través de procesos
computacionales. Podemos decir que es un grupo de técnicas que tratan de ordenar los fenómenos de tal manera que todos los datos que los biólogos logran
medir puedan ser catalogados, explorados y analizados de forma exhaustiva. De hecho, la bioinformática nos permite explorar el universo de los procesos
biológicos.
¿Entonces las computadoras se convierten así en tubos de ensayo inteligentes?
Bueno, es una forma de pensarlo, pienso que de alguna manera, las computadoras han conseguido representar de forma cuantitativa, los procesos de la
naturaleza.
¿La informática está cambiando la forma de investigar en estas últimas décadas?
Creo que toda la información que se generó a partir del descubrimiento del ADN no se habría aprovechado sin la ayuda de algoritmos (ecuaciones)
computacionales. Los científicos buscan secuenciar pedazos de ADN y después armarlos como en un rompecabezas. La computadora es nuestra amiga
cuando tratamos de armar el rompecabezas y de organizar el conocimiento.
¿El éxito de la investigación genética y la ardua competencia en este campo depende también de la capacidad de la computadora?
No necesariamente. No podemos decir que quien tiene la computadora más grande va a ganar el premio mayor. Siempre hace falta, por decirlo así, músculo
computacional y cerebral. En esto también está en juego la idea más poderosa.
Durante años se plantearon diseños de computadoras que buscan explotar la capacidad del ADN como medio para guardar grandes volúmenes de datos.
¿Es viable?
Son ideas hermosas que se propusieron. Algunos científicos lograron que el ADN procesara por sí mismo la solución de un problema codificado en términos
de biología computacional. Se habló mucho de las computadoras basadas en ADN en la década de los 90. Las ideas son maravillosas, pero la implementación
no parece ser viable. Quizás alguien encuentre cómo hacerlo. Mientras tanto seguiremos con las máquinas de silicio.
Después de esta revolución ¿qué nos espera?
Se dice que el siglo XX fue el siglo de la Física. Se descubrió el mundo atómico, el relativista, el mundo del caos. Me parece que la próxima frontera del
conocimiento será tratar de entender el cerebro.
¿En este campo la informática también jugará un papel clave?
Sí. Hay una subdisciplina en la bioinformática llamada neuroinformática y trata de conocer cómo funciona la mente.
Primero incursionó en la Física, luego en las computadoras y hoy en la genética, ¿cuál es su siguiente reto?
Bueno, mi próximo reto es ser feliz (risas).