27/Dic/04

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Nemo sí sabe olvidar

La película animada Buscando a Nemo es una de las pocas que representa fielmente lo que es sufrir de amnesia, según un equipo de científicos de la Sociedad de Epilepsia británica.

(BBCMundo) Dicen que la historia del pez, así como otras honorables excepciones como Memento, se destaca por mostrar la realidad de esa condición.

Al parecer, a pesar de que la amnesia ha sido un tema recurrente en las tramas del séptimo arte desde la época del cine mudo, pocas de las situaciones reflejan la realidad médica.

Una de las primeras obras en usar este elemento dramático fue "Jardín de mentiras", de 1915, en la que un doctor contrata un nuevo esposo para una amnésica en un intento por devolverle la memoria.

Una revisión de los numerosos filmes que han sido realizados desde entonces llevó a los investigadores a la conclusión de que la mayoría de los personajes que sufren de amnesia son representados como si la condición les permitiera funcionar sin muchos problemas, lidiando con las tareas cotidianas, nuevos empleos y amigos como si fueran capaces de hacer borrón y cuenta nueva.

En la vida real, los pacientes a menudo tienen inmensas dificultades al tratar de absorber nueva información, lo que implica que hacer cualquier cosa, por mundana que sea, es extremadamente difícil.

"Perdida y profundamente confundida"

Una de las pocas películas que reflejan este estado correctamente es Memento, del 2000, protagonizada por Guy Pearce.

En ella el personaje sufre de una severa amnesia anterógrada, que significa que aunque la memoria lejana está intacta, la inmediata ha desaparecido, así que no puede crear nuevos recuerdos.

En el informe publicado en el British Medical Journal, la doctora Sallie Baxendale señala que "a diferencia de la mayoría de las películas de su género, este personaje amnésico retiene su identidad, sufre un poco de amnesia retrógrada (en la que la memoria del periodo inmediatamente anterior a la lesión se pierde) y muestra varias de las severas dificultades de pérdida de memoria cotidiana asociadas con la condición".

Baxendale también alaba la representación de Dory en Buscando a Nemo. El tropical pez azul animado tiene problemas de aprendizaje y retención de información, olvida nombres y no sabe a dónde va o por qué.

No sólo —señala Baxendale— Dory representa fielmente las dificultades con las que tiene que lidiar la gente que sufre síndromes amnésicos profundos, sino que "la frustración de los otros peces que están con ella, que tienen que repetir constantemente todo, también refleja los sentimientos de quienes viven con ellos".

"A pesar de que su condición es graciosa durante la película, los aspectos conmovedores de su pérdida de memoria también son evidentes cuando está sola, perdida y profundamente confundida", agrega.

Libertad y responsabilidad

En el estudio, los expertos resaltan varias fallas, entre ellas la idea de los cambios completos de personalidad -en los que alguien "malo" se convierte en "bueno" cuando tiene amnesia- pues en realidad la personalidad rara vez se ve afectada.

También desmitifican aquello de que un golpe en la cabeza les puede curar.

Baxendale apunta que aunque "los médicos no pueden ni deben dictar el contenido cinematográfico, como el cine informa el público parece entender muy poco sobre los síndromes amnésicos".

"Los doctores deben estar concientes de ello cuando hablan con los pacientes y sus familiares".