05/Feb/05

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Argentina: Auxilio financiero para la Biblioteca Nacional

Recibirá más fondos que los que había pedido a Economía. Este año tendrá un presupuesto de $ 11,7 millones, un 60% más que el monto asignado el año último; récord de recursos. Es el monto más alto desde 1999. Elvio Vitali, su director, anticipó que las prioridades serán la catalogación del patrimonio bibliográfico y la contratación de un seguro.

(La Nación) La Biblioteca Nacional es el primer organismo del área de Cultura que consigue un sustancial incremento en su presupuesto para este año. Dispondrá de $ 11.790.000 contra $ 7.350.000 de 2004 —un 60% más— y a duras penas le permitió sobrevivir. En septiembre del año último el organismo había pedido auxilio presupuestario al gobierno nacional.

Así lo confirmó a La Nación el director del organismo, Elvio Vitali: "Para obtener el aumento de recursos fuimos al Ministerio de Economía con los proyectos diseñados". Lo concedido por Economía supera lo pedido por la Biblioteca el año último, que la institución había estimado en $ 10.500.000.

A partir de la autarquía presupuestaria del organismo en 1997, ésta es la primera vez que la Biblioteca accede a recursos tan abultados. Sólo en 1999, durante la gestión de Oscar Sbarra Mitre, cuando el organismo contó con $ 10.697.464.

La principal meta por desarrollar este año es la catalogación e inventario de todo el patrimonio bibliográfico y documental, cuya inversión alcanza a $ 1,3 millones. Además, la Biblioteca Nacional asegurará todo su acervo, a un costo superior a los $ 600.000.

Aunque sorprenda, el organismo que custodia el patrimonio bibliográfico de los argentinos carece actualmente de un seguro. La Jefatura de Gabinete socorrió a Vitali a fin de año e inyectó $ 800.000 en el presupuesto sobreejecutado de la Biblioteca, cifra con la cual se cubrió el déficit, y se dispuso $ 300.000 para dar comienzo a la catalogación e inventario del patrimonio, estimado en 617.000 volúmenes.

Al anunciarse el plan de la nueva gestión, en septiembre de 2004, el mayor problema de la Biblioteca Nacional era "el deficiente funcionamiento que le impide cumplir con su misión de registrar, preservar, custodiar y difundir la memoria argentina".

Junto con el subdirector, Horacio González, Vitali pretende encauzar desde este mes parte de esa deficitaria gestión, cuando comiencen a trabajar los 40 pasantes de la Universidad de Buenos Aires que catalogarán en forma digitalizada toda la existencia editorial y documental en tres turnos. Ello permitirá mantener abierta la atención al público, ya que el inventario se registrará por bloques de anaqueles poblados de libros.

Vitali, que asumió en junio de 2004, dio a conocer tres meses después el cuadro de situación de la Biblioteca Nacional e informó que existían volúmenes y documentos dispersos en cajas, anaqueles y "jaulas" equivocados en diferentes dependencias.

Fueron localizados 2414 ejemplares "en préstamo", 11.000 ejemplares en "proceso técnico y otros 9000 en un depósito del 4° piso. El total de 22.414 ejemplares comenzará a ser inventariado este mes. El inventario registrará la existencia de un libro con el número de depósito legal, editorial, autor, título y estado de conservación, entre otros datos. Todo el inventario estará listo en octubre. El equipamiento y las computadoras ya está adquirido, y los bibliotecarios que supervisarán el ingreso de datos ya fueron capacitados.

El software llamado "weblis", proporcionado por la Unesco, tuvo que ser traducido para su aplicación en la catalogación de la Biblioteca Nacional. La Nación recorrió el espacio donde ya se han dispuesto los escritorios y carritos que transportarán los libros, en el segundo subsuelo del edificio, hasta donde operarán los llamados "data entry" (pasantes universitarios que incorporarán los datos), quienes ingresarán a esa sala sin pertenencias personales, ya que manipularán, en ocasiones, volúmenes de alto valor patrimonial.

Nuevos contratos

En cuanto a los contratos de concesión de las dos playas de estacionamiento, la Confitería del Lector y la galería de arte que forman parte del monumental edificio de la Biblioteca Nacional, Vitali dijo a La Nación que renegoció el canon de tres de ellos, lo que le permitirá al organismo un ingreso mensual de $ 15.000. Estos acuerdos habían sufrido una distorsión desde la caída de la convertibilidad y la pesificación de la economía.

"Con la empresa de estacionamiento de calle Austria se firmó una nueva cláusula que estipula un canon de $ 7000 contra $ 4200 que pagaban. También con la galería de arte se fijó un canon de $ 3000 contra los $ 1000 que pagaban", dijo Vitali.

En cuanto al servicio de fotocopiadora, el alquiler será de $ 1.275, un 131% más alto que el pago anterior. Sólo queda definir la situación con la Confitería del Lector y la playa de estacionamiento de la calle Agüero, que según contó el director, al negarse a renegociar el canon de la concesión, obliga a la Biblioteca Nacional a presentarse a un arbitraje judicial.

En relación con los gremios que representan a los 340 empleados del organismo, con quienes la anterior gestión enfrentó duros conflictos, Vitali señaló que se ha obtenido el reconocimiento de la antigüedad para 113 ubicados en la planta transitoria, lo que incidirá favorablemente en los salarios desde este mes. También se obtuvo, por decreto, el reconocimiento de obra social y aporte jubilatorio para 150 contratados.

Consultado por La Nación, el delegado gremial de UPCN, Rodrigo Echandí, dijo que los beneficios obtenidos no son sólo para la Biblioteca, sino para toda la administración central, pero de todos modos admitió la medida como un paso positivo a un viejo reclamo.