08/Mar/05

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The Jacket: Adrien Brody se interna en la locura y el futuro

(La Opinión) Luego de recibir un Oscar por su participación en la película The Pianist, dirigida por Roman Polanski, el actor Adrien Brody no seleccionó adecuadamente sus siguientes dos proyectos —La Aldea y The Singing Detective—, a tal grado que ambos fracasaron cuando se presentaron al público.

Lo bueno de esta situación fue que Brody tuvo la capacidad para superar tales dificultades e incorporarse con muy buenos y promisorios augurios al rodaje de la cinta independiente The Jacket y al de la monumental versión moderna de King Kong.

Dirigida por el pintor y cineasta inglés John Maybury, The Jacket es un filme que puede resultar denso, complejo y hasta cierto punto incomprensible para quienes están acostumbrados a ver historias que se desarrollan en forma lineal, dentro de una época perfectamente establecida y que tienen un final claro, lógico y transparente.

Según Brody, todas esas características narrativas son las que, en primer lugar, atrajeron su interés hacia The Jacket. El segundo motivo por el que decidió participar en ese filme fue el hecho de saber que alguien con el talento de John Maybury iba a encargarse de dirigirlo.

En The Jacket, que ya fue estrenada en los Estados Unidos, Adrien Brody interpreta a Jack Starks, un soldado estadounidense que después de recuperarse de un balazo que recibe en la cabeza durante la guerra del Golfo Pérsico vuelve a su hogar en el estado de Vermont sin saber exactamente dónde se dirige. Durante el trayecto, Starks se ve involucrado en el asesinato de un policía y luego pierde el conocimiento. Cuando despierta se encuentra en el banquillo de los acusados, en una sala de jurado, donde es declarado culpable de la muerte de ese policía y se le diagnostica un extraño desequilibrio mental. Por tal motivo es internado en un hospital psiquiátrico donde queda en manos del siniestro doctor Becker (Kris Kristofferson). Sometido por el doctor Becker a una serie de procedimientos curativos experimentales, en los que después de inyectársele diversas substancias químicas se le coloca una camisa de fuerza y luego se le encierra en un estrecho y oscuro gabinete refrigerado para cadáveres, Starks no tarda mucho en caer en un profundo colapso psicológico, dentro del cual su mente ingresa en otros de los múltiples niveles que tiene la realidad.

En ese "futuro distinto” al que se dispara su existencia cada vez que lo ponen en el mismo gabinete metálico Starks conoce a una chica llamada Jackie, con cuya ayuda descubre que solamente le quedan cuatro días de vida. Al darse cuenta de eso, los dos tratan de evitar, sin mucha suerte, que pueda llegar a producirse dicho evento.

"Hay quienes al ver el póster que se ha utilizado en la campaña promocional piensan que se trata de una película de terror, como las que se producen regularmente en Hollywood, pero The Jacket no tiene nada que ver con ese tema”, respondió Brody a una de las preguntas.

"Lo que hizo John Maybury fue ir más allá de lo que proponen en términos normales las cintas de miedo. En The Jacket todos los esfuerzos realizados por Maybury apuntan hacia la exploración de la psicología humana en algunas de sus vertientes más complejas y desconocidas”.

"Otro de los errores que se han cometido al tratar de ubicar a The Jacket dentro de algunos de los géneros tradicionales que hay en el cine es definirla como una película de ciencia ficción”, añadió Brody. "Creo que The Jacket rebasa cualquier intento por clasificarla. Lo mejor que podría decirse acerca de ella es que no pertenece a ningún género dramático específico”.

Originario de la ciudad de Nueva York, lugar en el que pasó la mayor parte de su vida antes de venir a Hollywwod, Adrien Brody dijo que admira el valor y el talento que tuvo Maybury para conservar intacta la visión personal que tenía sobre The Jacket, a pesar de las opiniones y la presión que pusieron sobre él más de una docena de productores.

"A todas horas y en todo momento esos señores estuvieron supervisando la filmación de nuestra película”, explicó Brody. "Aunque ninguno de los productores entendía lo que estaba ocurriendo en el set, lo que hacían era darle absurdas e inútiles recomendaciones a John cada vez que tenían oportunidad de hacerlo. Fue admirable para mí ver la forma en que él supo lidiar sin perder una gota de creatividad con sus ‘ángeles del infierno", como él acostumbraba llamar a los productores”.

Inspirado por la capacidad que Maybury tuvo para superar los obstáculos que aparecieron durante el rodaje de su película, Brody reconoció que gracias a The Jacket su carrera volvió a recuperar el ritmo que tenía al momento de ganar el Oscar con The Pianist.

"Finalmente volví a poner los pies sobre la tierra. Reconozco que por algunos meses me sentí muy afectado por la publicidad y la fama que me dio el Oscar a partir del momento en que lo tuve en mis manos. Trabajar con John Maybury tuvo el mismo impacto que Roman Polanski produjo sobre mí. Los dos son personas extremadamente inteligentes, humildes y sensibles. Pienso que me gustaría seguir su ejemplo tanto como sea posible. Yo espero que en la nueva versión de King Kong el público pueda ver al nuevo Adrien Brody en el que ya me he convertido”.