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Curiosidad: tienes oportunidad de mover el mundo de su órbita
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¿Es posible que 600 millones de personas saltando al mismo tiempo detengan el calentamiento global? Desde el anonimato, sus promotores aseguran que en
poco más de un año habrá una oportunidad única para salvar al mundo. Para muchos es una broma; para la ciencia, impracticable. Otros, en cambio, lo ven
como un experimento que explora los alcances de Internet.
(Clarín) Una extraña consiga llama, desde el sitio World Jump Day, a que muchas personas salten simultáneamente. Que lo hagan sobre una
superficie plana, tomando el envión desde arriba de un árbol o desde el tapial de casa. Y promete que si el número de entusiastas llega a 600 millones todos del
hemisferio occidental y lo hacen el mismo día (el 20 de julio de 2006) y simultáneamente, la órbita terrestre sufrirá un ligero desplazamiento que podría acabar
con el calentamiento global.
¿Saltar es la solución? Además, según auguran los promotores de este alocado experimento, los días serán más largos y con un clima más homogéneo en toda la
Tierra. ¿Audaz? Es lo mínimo que se puede decir en estos días, en los que el planeta en cuestión clama por que el Protocolo de Kyoto sea tema de agenda de la
reunión del G8.
Para alejar cualquier sospecha, se presenta el aval científico de Hans Peter Niesward, supuesto profesor del Departamento de Física Gravitacional del Instituto
ISA/Munich de Alemania, y la única prueba que se ofrece es un video de baja calidad. Del profesor Niesward, mientras tanto, no hay más datos que los que lo
relacionan con este proyecto mediante una simple búsqueda en Internet. Así y todo, la noticia corrió como pólvora en blogs y foros de todo el mundo, buscando
respuestas seudo-científicas a las (pocas) probabilidades de que este evento sea al menos practicable y, menos aún, que se obtengan los resultados prometidos.
La idea recuerda míticas leyendas urbanas. Como aquella que reza que si todos los habitantes de China saltan de una silla al mismo tiempo tendrían la fuerza de
500 toneladas de dinamita; o al argumento de la película "Cadena de favores"; o al efecto multiplicador del swarm, que busca en las nuevas tecnologías del SMS
de teléfonos celulares o Internet un ámbito común donde se puedan generar cambios sociales positivos, por fuera de los medios de comunicación tradicionales.
Ante tanta duda y sospecha, los expertos son contundentes. "En mi opinión... ¡Es ridículo! Este es uno más de los múltiples 'hoax' (engaños) que circulan por
Internet", aseguró Juan Pablo Paz, Profesor titular del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA e Investigador del
CONICET. Según su parecer, el WJD ya forma parte del Museo de Hoaxes, un sitio que recopila los "engaños" que la web suele cobijar, incuidos aquellos que
no buscan rédito económico.
Este "delirio" entró al ciberespacio el 5 de febrero de 2005. Desde entonces, un reloj marca la cuenta regresiva hasta el día del "gran salto". También figura la
cantidad de saltarines que se anotaron (que ya superan los 190 millones), y la posibilidad de ingresar un e-mail para recibir un recordatorio de la fecha y hora en
que cada uno de acuerdo a la ciudad en que se encuentre tendría que dar el salto. Todos coordinados, eso sí, para que prospere... Los porteños que lo
intenten tendrán que poner temprano el despertador: les toca a las 8:39:13. Además, está a la venta el merchandising (remeras a 23 dólares y un set de tres
stickers a 6,70) que recauda el mercado virtual PayPal del Reino Unido.
"No creo que haya 190 millones de saltadores. Pero así fueran diez veces más, tampoco permitirían cambiar la órbita de la Tierra. No es posible", fue terminante
el astrofísico Paz. Y agregó: "Para cambiar la órbita de un planeta es necesario que algún ente externo (un meteorito, por ejemplo) choque contra él y altere su
cantidad de movimiento. Cualquier acción ejercida por quienes estamos sobre la Tierra da lugar a 'fuerzas interiores' que no pueden cambiar su trayectoria. Esto
es así aunque salten mil millones de personas".
Mientras tanto, y a pesar del descrédito que ostenta, la web sigue online y cuenta con el mérito de haber conseguido un dominio .org. Además, los saltarines
inscriptos cada vez son más (198.664.527 al cierre de esta edición). "La repercusión que pueda tener me parece menor. No creo que tenga relevancia dentro
del mundo de la ciencia, sobre todo por lo impracticable, más allá de las consecuencias que pudiera tener o no", sugirió el matemático Adrián Paenza, acudiendo
más a la sensatez que a la física, que no es su ámbito de estudio. "Fuera del mundo de la ciencia, lo veo como una competencia en la que varias personas atan
cuerdas a camiones y tiran de ellas hasta moverlos, o algo parecido. Personalmente, no haría nada para participar de ellas, ni como espectador ni como
partícipe", aseguró.
Ajenos a los saberes científicos, muchos internautas incautos o esperanzados aplaudieron el proyecto. "No perdemos nada con intentar un futuro mejor para
nuestros hijos. El mundo en que les va tocar vivir no deja de preocuparme", comenta Fran en un blog. Tamara, en otro, dice lo suyo: "Es más bien una hipótesis.
No se está asegurando que en realidad pase, pero creo que vale la pena intentarlo, digo, a nadie le cuesta dar un salto. Y si va a ser para el beneficio de toda la
humanidad, ¿por qué no?".
Otros, más curiosos, se dedicaron a investigar y llegaron a la conclusión de que se trata de una performance del artista alemán Torsten Lauschmann. Fotógrafo,
cineasta y VJ, Lauschmann tiene en este momento su site personal en construcción e invita a que los internautas visiten el sitio de su alter-ego Slender Whiteman
y, vaya casualidad, también convoca a visitar el de WJD. Con más proyección que rigurosidad, el blogger español Sergio Alvarez posteó en su bitácora: "Me
parece muy bien que un grupo de pseudovanguardistas quieran experimentar las posibilidades de un medio como Internet, que supongo que es lo que pretendían.
Y que quieran gastar una broma a un amplísimo sector de la población que es completamente analfabeto en lo científico".
Desde la ciencia la respuesta es estricta. Didáctico, así lo explicó Paz: "La única manera de cambiar la trayectoria de la Tierra sería lograr lanzar al espacio
suficiente materia. En ese caso la Tierra recibiría un 'empujón' en la dirección opuesta a aquella en la que la materia es lanzada. Esta fuerza (que se llama fuerza
de 'retropropulsión') puede modificar la trayectoria de la Tierra (que ya no es la misma que antes porque perdió una cierta cantidad de materia)". Y, acorde a lo
desopilante de la idea, propuso: "Podríamos intentar lanzar a esos 190 millones de personas anotadas, por ejemplo... ¡aunque no creo que se ofrezcan como
voluntarios!".
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