10/Jul/05

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Acuerdo de cooperación espacial entre la Argentina e Italia

Fue firmado en Roma. Ambas naciones conjuntamente pondrán en órbita una constelación de seis satélites para prevenir catástrofes y monitorear cultivos.

(La Nación) Italia y la Argentina sellaron ayer una sociedad que encarará uno de los proyectos aeroespaciales más ambiciosos del momento: pondrán en órbita una constelación de satélites que integrará las mediciones de seis aparatos capaces de relevar información detalladísima del medio ambiente, en todo tipo de condiciones meteorológicas e incluso a través de la cubierta de nubes, para el monitoreo y la prevención de catástrofes.

El acuerdo que permitirá la concreción del Sistema Italo-Argentino para la Gestión de Emergencias (Siasge) viene pergeñándose desde hace más de un año y medio de trabajo técnico conjunto entre las agencias espaciales de ambos países, y se firmó ayer a la mañana en uno de los majestuosos salones con paredes tapizadas de brocato y frescos del 1600 del Ministerio de Educación, Universidad y Ciencia de Italia (MUIR, según su sigla en italiano), ubicado en el corazón del Trastevere, en la ciudad eterna.

Allí se dieron cita altos funcionarios de ambos países; entre ellos, la titular del MUIR, Letizia Moratti, y el presidente de la Agencia Espacial Italiana (ASI), ingeniero Sergio Vetrella; por Italia, Tulio Del Bono; secretario de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva; Conrado Varotto, director ejecutivo de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae); el embajador en Italia, Vittorio Taccetti, y Lilia Puig de Stubrin, presidenta de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados, en nombre de la Argentina.

El Siasge combinará las capacidades de cuatro satélites italianos, la misión Cosmo-SkyMed, provistos de radares capaces de escrutar la superficie de la Tierra con una resolución de alrededor de un metro, y dos argentinos, los Saocom, cuyos radares tienen una resolución de diez metros.

El conjunto —algunos de cuyos componentes comenzarán a lanzarse a fines de 2008 o principios de 2009— está diseñado para proveer información fundamental para prevenir, monitorear, mitigar y evaluar desastres naturales y antropogénicos, tales como incendios, inundaciones, huracanes, aludes, derrames de petróleo, plagas agrícolas, desertización, sequías o terremotos. Los datos también se utilizarán para monitoreo de obras públicas, cosechas, recursos forestales y marinos, para la explotación y para determinar la humedad del suelo.

"Ha sido una tarea muy intensa en la que nos estrechamos la mano y trabajamos juntos en dos proyectos muy complicados como es esta superconstelación de satélites que nos permitirá entender un poco más el medio ambiente —subrayó Vetrella—. Comprender un problema en Italia significa comprenderlo en la Argentina y en todas partes del mundo. Este es un primer paso, pero un paso grandioso. Estos son temas para la paz y el mejoramiento de la vida en la Tierra."

Varotto, de orígenes itálicos, destacó las similitudes que existen entre ambos pueblos y agregó: "Italia está presente desde que comenzó nuestra propuesta espacial, en 1995. Tenemos que encontrar la manera en que italianos y argentinos nos entendamos como si fuéramos una sola cosa."

Para tener una idea de la trascendencia de este acuerdo baste con mencionar que la inversión prevista para la constelación italiana Cosmo-SkyMed ronda los mil millones de euros, y que en la actualidad cada imagen satelital del tipo de las que obtendrá el Siasge tiene un costo de entre 2500 y 10.000 dólares. El mercado internacional de venta de datos es difícil de estimar, pero podría superar los mil millones de dólares.

Los satélites, llevando a bordo radares de microondas, combinarán mediciones en dos bandas: "Los Cosmo-SkyMed llevan radares de banda X, y los Saocom, de banda L -explicó Alberto Giráldez, responsable científico de la misión Saocom, desde Buenos Aires-. El radar que trabaja en la banda L tiene una resolución de diez metros, y el de banda X, de un metro o metro y medio. Quiere decir que ambos instrumentos "ven" simultáneamente zonas diferentes: si pasan por una zona arbolada, el de banda X rebota en las copas de los árboles, y el de banda L, en el piso."

La unión hace la fuerza

Agrega el investigador que la combinación de datos de las dos misiones producirá información muy superior a la que se obtendría si se operara ambas misiones por separado. El sistema tiene varios puntos sobresalientes: posee radares de apertura sintética, que reúnen pulsos durante un segundo -el tiempo que el satélite demora en recorrer ocho kilómetros- , y polarimétricos, que permiten detectar qué posición tienen los objetos respecto del piso. Esto último es valioso cuando se intenta analizar el crecimiento de plantíos, por ejemplo.

También es singular por su período de revisita: la cantidad de tiempo que debe transcurrir para que un satélite vuelva a observar un mismo punto. Dado que los seis aparatos se encuentran ubicados en órbitas polares, la información podrá actualizarse una vez cada doce horas, algo especialmente adecuado para el monitoreo y seguimiento de la evolución de catástrofes.

Por otra parte, esta iniciativa única permitirá desarrollar un amplio programa para capacitar recursos humanos, usuarios de información satelital, herramientas informáticas y redes de transmisión de datos espaciales que, se piensa, podrá tener alcances regionales.

"Esto muestra cómo la ciencia y la tecnología pueden servir a los procesos de integración de los países —dijo Puig de Stubrin—. El desafío para la Argentina, ahora, es ver cómo utiliza toda esta información sobre su propio territorio de la que no dispondrá ningún otro país, y que impacta no sólo en cuestiones ambientales sino también productivas. Estos acuerdos no sólo instalan un modelo de cooperación e interacción diferente entre los países, sino que tienen un impacto directo en la sociedad: se trata de algo muy importante como es la reducción de la vulnerabilidad social."

Y más adelante agregó: "Sería fundamental lograr que este modelo de cooperación que se da en el mundo científico llegara a la política; es, sin duda, una ventaja que, por ejemplo, no ofrece el mundo económico, en el que prevalece la competencia".

Una experiencia muy estimulante

Para el presidente de la Agencia Espacial Italiana, Sergio Vetrella, esta cooperación internacional permitirá unir esfuerzos y trabajar juntos para mejorar un satélite llamado... Tierra. "Este acuerdo representa un paso fundamental para el mundo en el análisis del medio ambiente —asegura—. Por primera vez estamos integrando dos constelaciones. Tendremos por primera vez en el mundo un sistema complejo para analizar la naturaleza y los desastres, estudiarlos para poder prevenirlos, y mejorar mucho la comprensión del medio ambiente."

Y enseguida afirma: "Trabajar con científicos argentinos ha sido una experiencia muy estimulante. Es un placer trabajar con ellos. No hay duda de que están muy bien preparados. Espero una colaboración muy fructífera tanto en la aplicación como en el análisis de los datos. Y déjeme decirle francamente que Conrado Varotto es una persona maravillosa. Disfruto de trabajar con él y debo decir que, más que socios, ya somos amigos".