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Curiosidad: hombre con estigmas fue a Chile a hablar del futuro
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El italiano Giorgio Bongiovanni asegura que la Virgen de Fatima le aplicó las heridas en las manos, pies y cabeza. Pero no sólo eso. Además tiene contacto con
extraterrestres que le muestran el futuro de la humanidad.
(La Segunda) SANTIAGO - No se trata de creer o no creer, sino tan sólo de estar abierto a conocer una realidad aunque ésta pueda ser falsa. Ahí está,
frente a mis ojos, un italiano que asegura ser estigmatizado, es decir, que tiene marcas de las mismas heridas que tuvo Cristo, en las manos, pies, la cabeza y el
costado izquierdo de su torso.
Usa guantes blancos para cubrir las llagas. Son costras negras como si una lanza hubiese atravesado su piel. Y se ve sangre o algo que por lo menos parece
sangre. Ya lo dije, vine acá sin pensar en si creer o no creer.
Este hombre con mirada un tanto triste o desolada se llama Giorgio Bongiovanni. Es italiano, pero vive en Uruguay, desde donde, según explica, difunde su
extraño e inexplicable sufrimiento, ése que supuestamente le hace salir sangre de las manos y pies, y también de la frente, aunque ahora la luzca libre de marcas.
También dice que llora sangre, de una manera incontrolable e inesperada. Puede ser hoy, mañana y todos los días, como también con cierto espacio de tiempo.
Eso es lo que nos cuenta a los periodistas curiosos que llegamos hasta el centro de espiritualidad Ohani, que lo trajo a Chile para dictar una charla sobre su
experiencia, que, aunque no lo crea, va más allá de los estigmas.
Guerras del futuro
Al buscar el nombre de Bongiovanni en Google aparecen sobre 20 mil resultados. No los vi todos. Pero un gran porcentaje se refiere a páginas sobre estigmas,
fenómenos paranormales, así como sobre ovnis y extraterrestres. Pero también las hay las que lo señalan como un farsante que pinta sus heridas y lucra con eso.
El italiano se defiende: su misión no es comercial. Al contrario, dice, "he dejado todo por esto. Todo el dinero que tenía lo gasté en esta obra (la difusión de su
experiencia). Sentado en una mesa con el Papa, yo soy un pobre desgraciado", asegura y la organización que lo trajo a Chile lo respalda. Se invirtieron US$12
mil dólares en su participación en la charla.
Incluso no teme que lo llamen loco o marciano. "Si loco significa salir de los parámetros normales donde hay personas que hacen bombas atómicas para luego
venderlas, entonces soy loco".
Pero lo de Bongiovanni no son sólo los estigmas. Porque además de sus heridas, este siciliano de 42 años mantiene contacto con seres extraterrestres que le
advierten sobre eventos futuros para la humanidad.
"¿Si vendrá una guerra mundial? Ya estamos en una guerra mundial, contra el terrorismo. A futuro, sin embargo, Estados Unidos tendrá guerras con China y
Rusia, por la lucha por el petróleo. Pero antes será Irán. En 2006 caerán bombas sobre Irán", asegura con una tranquilidad que asusta, en medio de una sala
impregnada por el intenso olor a incienso.
"Que no cobre es un buen indicador"
Alberto Urquiza tiene oficio en situaciones paranormales. Es presidente de la Corporación GEO donde hace años investiga "fenómenos anómalos" como él los
llama. Actualmente es panelista del programa "La Ley de la selva". Y para él, hay que mirar el caso de Bongiovanni con buenos ojos, pensando que es verdad.
"Puedo dar fe que el hecho que venga a Chile no tiene fin de lucro. Que no cobre es un buen indicador. Ahora hay que entrar a ver si es real lo de los dolores, el
sangramiento, etc. Es algo complejo, ya que puede tener una raíz siquiátrica, es decir que produce las heridas somáticamente, pero lo increíble de los milagros es
que ocurren", me comenta mientras Giovanni cuenta nuevamente su historia ahora ante una cámara de televisión.
Bongiovanni se saca nuevamente los guantes para que lo graben. Y sus heridas se ven reales, pero nadie las toca, quizás por respeto, quizás por temor. Quizás
porque basta con verlas para creer. O porque sólo con verlas queda claro que no son de verdad. Que cada uno saque sus propias conclusiones.
Artículo de Felipe Gálvez Tabach, El Mercurio en Internet
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