31/Ago/05

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Terry Gilliam vuelve a contar cuentos tras siete años desastrosos

El ingenio del Quijote se resistió a las locuras de Terry Gilliam, pero el realizador de Brazil y Fear and Loathing in Las Vegas se ha quitado la espina literaria con el estreno hoy de The Brothers Grimm, su primer filme en siete años.

(Terra, EFE) - A juzgar por este lapso en su carrera, parecía que el cineasta estadounidense —miembro del grupo humorístico Monty Python y conocido por sus excentricidades visuales— estaba acabado a sus 64 años, algo así como un Orson Welles pero más contemporáneo.

De ahí que el estreno de hoy sea recibido con los brazos abiertos, incluso entre aquellos a los que el filme, centrado en los famosos cuentistas alemanes del siglo XIX, no les ha gustado tanto.

Como subraya el periódico Los Angeles Times, The Brothers Grimm es pese a todo una película de Terry Gilliam, un nombre que, como recuerda el crítico Bob Strauss, equivale a "imaginación desbordante", para bien y para mal.

Nacido en Minneapolis, criado en Los Angeles y rodeado de británicos durante sus años más creativos dentro de Monty Python, Gilliam puede añadir otra pauta en su carrera, tan genial como desastrosa.

Si bien algunos de sus filmes fueron un éxito sin problemas, como Los héroes del tiempo (1981), El rey pescador (1991) o Twelve Monkeys (Doce monos) (1995), son más conocidos sus triunfos contra la adversidad.

Brazil (1985) sólo se estrenó después de que Gilliam hiciera campaña entre la crítica para obtener un galardón sin que la película hubiera llegado a las pantallas.

Las aventuras del barón Munchausen (1988) se pasó tanto del presupuesto que la compañía aseguradora se tuvo que hacer cargo del rodaje.

Y como quedó reflejado en el documental Lost in La Mancha (2002), en el malogrado filme de Gilliam The Man Who Killed Don Quixote todo lo que pudo ir mal, fue mal.

Allí, el realizador que pensó en ser misionero y animador de Disney, por ese orden, fue derrotado como el propio don Quijote.

En lugar de molinos, su derrota se debió a un súbito cambio de clima, que anegó lo que antes era una zona desértica en España, unas maniobras militares que acabaron con el silencio necesario para el rodaje y la enfermedad de su Quijote, Jean Rochefort.

Además de, por supuesto, la falta de fondos para afrontar todo esto.

"Sólo un loco comenzaría el rodaje sin tener la financiación completa", resumió entonces el también realizador Alan Parker.

Un loco con el que todas las estrellas están dispuestas a trabajar, desde Robin Williams a Brad Pitt, pasando por Johnny Depp, que tan sólo espera que el proyecto sobre el Quijote vuelva a cabalgar para apuntarse una vez más.

"Para mí, el rodaje de The Brothers Grimm ha sido un sueño hecho realidad', ha reconocido estos días a la prensa Matt Damon, protagonista de la cinta junto con el australiano Heath Ledger.

El Quijote de Gilliam no es el único culpable de los siete años de espera desde Fear and Loathing in Las Vegas (1998).

Haciendo honor al sello Gilliam, The Brothers Grimm sufrió todo tipo de retrasos, incluido el enfrentamiento frontal del realizador y los hermanos Weinstein, productores de la cinta más cara de Dimension, la sección de terror de Miramax, valorada en ochenta millones de dólares.

Estos enfrentamientos supusieron el cambio de la actriz principal de Samantha Morton, la elección de Gilliam, a Lena Headey, preferida de los Weinstein, así como un cambio de director de fotografía y de tono en la película.

Estas tensiones se dejan notar en una cinta que quiere aunar la imaginación sin límites de Gilliam con el mercado del terror para alimentar a la generación de adolescentes que va al cine.

Aun así, como resume la revista US en su crítica, la estrella sigue siendo su director, Terry Gilliam.

Y la esperanza está en su próxima película, una cinta intimista aunque fantasiosa producida con quince millones de dólares y que se estrenará en el próximo Festival de Toronto bajo el título de Tideland.