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Estuvo en Buenos Aires Murray Gell-Mann, uno de los físicos más notables del siglo XX
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Llegó de incógnito para visitar la ciudad, avistar aves y dar una charla a estudiantes secundarios.
(La Nación) - "La charla de hoy es sobre las ideas creativas , pero no sólo en física o en el arte, sino en la vida diaria", afirmó.
Así, sin otro preámbulo que una breve presentación de Susana White de Carlevaro, una de las directoras del Colegio Las Cumbres, de Recoleta, que organizó la
reunión por iniciativa de su alumno Tonio Nicastro, que lo invitó por correo electrónico, comenzó la charla que el célebre Murray Gell-Mann, uno de los más
destacados protagonistas de la física del siglo XX, dio ayer frente a un centenar de estudiantes de secundario.
Gell-Mann, que vino a la Argentina para visitar amigos, avistar pájaros y conocer Buenos Aires porque, asegura, "había leído mucho de ella" gracias a Borges,
uno de sus escritores favoritos, obtuvo el premio Nobel en 1969 por resolver uno de los misterios del universo al postular que protones y neutrones que forman
el núcleo atómico están compuestos por ladrillos fundamentales que llamó "quarks"... simplemente porque le gustaba el sonido de la palabra.
"¿No les parece el nombre correcto para el constituyente fundamental del núcleo atómico?", les preguntó con tono cómplice a los chicos, antes de explicarles que
más tarde encontró el mismo vocablo en la obra de James Joyce "Finnegan´s Wake".
Durante poco más de una hora enfáticamente, a veces; sugerente, otras; divertido, la mayoría Gell-Mann, actualmente profesor emérito del California Institute
of Technology e integrante del consejo directivo del Instituto de Santa Fe, que él ayudó a crear para impulsar un enfoque interdisciplinario de la ciencia, invitó a la
audiencia a pensar en las características distintivas del pensamiento creativo. Y lo hizo recurriendo a sus recuerdos de la niñez, a su experiencia como científico, y
hasta a las más complejas teorías de la física, que citó con total desenfado.
"Un gran científico alemán describió los tres pasos que se requieren para concebir las ideas creativas: saturación [llenarse la cabeza con el problema que uno
quiere resolver], incubación [pensar en él consciente o inconscientemente] e iluminación [cuando la lamparita se enciende y surge la idea]. En 1908, el
matemático francés Henri Poincaré agregó un cuarto paso: verificación [ver si la idea funciona]."
Y enseguida describió con toda sencillez el descubrimiento que lo convirtió en uno de los protagonistas destacados de la historia de la ciencia. Según Gell-Mann,
su postulación de las extrañas partículas que pueblan el zoológico subatómico se debió a una equivocación y a su poco respeto por las ideas establecidas.
"Una de las cosas más importantes es sacarse de encima los prejuicios que impiden el progreso", aseguró. "Para Einstein, fue dejar de lado la creencia de que el
tiempo y el espacio son absolutos y no se 'mezclan', algo que no era más que una superstición. En mi modesto caso, fue liberarme de la idea de que protones y
neutrones eran partículas elementales. El postular los quarks fue muy impopular porque violaba no una, sino tres reglas equivocadas. Pero uno siempre tiene que
preguntarse: ¿por qué no?"
Según el científico, todo esto está muy relacionado con la formulación de problemas. "En la escuela se estimula mucho la resolución de problemas, aunque
generalmente es mucho más importante formularlos", explicó. "Resolver problemas puede ser una actividad rutinaria, pero formularlos requiere mucha más
creatividad, porque implica plantearse cuáles son las condiciones reales que debe cumplir la solución. De hecho, David Perkins, de Harvard, destacó que la
escuela es casi el único lugar donde los problemas ya están formulados para que uno los resuelva."
¿Está trabajando en algún proyecto? ¿Recuerda a alguno de sus maestros? ¿Cuándo se preguntó por primera vez «por qué no»? ¿Qué hace cuando no tiene
ideas? ¿Cómo se enteró de que recibiría el Nobel? ¿Qué lo motivó a postular su teoría sobre los quarks? ¿Iba a fiestas cuando trabajaba en ese tema?
Gell-Mann contestó cada una de las preguntas de los chicos sin premura aunque tenía que salir para el aeropuerto: "Trabajo en seis o siete proyectos a la vez",
comentó. "El maestro que más recuerdo es uno que había sido predicador bautista. Era muy activo y provocador". "No sé lo que es no tener ideas." "Me enteré
de que me habían otorgado el premio por una llamada de la cadena CBS... a las tres de la mañana." "Para desarrollar mis teorías, me fijé en el patrón que
formaban las partículas y vi que se podía explicar fácilmente poniendo los quarks en los lugares correctos." "Siempre me divertí mucho, aunque no sólo yendo a
fiestas, sino también saliendo a contemplar la naturaleza, en particular los pájaros."
También le preguntaron cómo llegó a amar la física. Y simplemente respondió, a modo de despedida: "Oh, es que es tan hermosa..."
Aportado por Alejandro Alonso
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