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El robot recepcionista que se va "comprando" a la gente
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En esta época de fiestas, habrá niños que abrirán sus regalos y encontrarán juguetes robóticos, como perros y dinosauros mecánicos. Sin embargo, los juguetes
robóticos a veces decepcionan: son maquinales y repiten las mismas cosas una y otra vez.
(npr.org) - Un equipo de la universidad de Carnegie Mellon en Pittsburgh está explorando cómo hacer que los robots se vuelvan más atractivos con el tiempo.
Cuentan con la ayuda de su roborecepcionista Marion "Tanque" LeFleur.
Tanque está ubicado en la recepción del edificio de Ciencias Informáticas, en un escritorio adornado con camuflaje para el desierto y un cuadro con una foto de
Dwight Eisenhower.
Su cabeza es un monitor de computadora. En la pantalla se ve una cara de Frankenstein de tonos azules. Cuando sus sensores registran la presencia de una
persona, él sonríe de manera agradable y dice, "Hola. ¿Qué puedo hacer por usted?"
Escriba en su teclado, donde se le pueden hacer las mismas preguntas que le haría a una recepcionista verdadera: ¿Dónde está el cuarto de baño? ¿Dónde
puedo conseguir un poco de alimento?
Usted también le puede preguntar dónde se encuentra la oficina de Reid Simmons, el profesor de la informática que creó el robot. Luego se puede hacer un
intento por saber qué piensa Tanque de Reid Simmons.
"El Dr. Reid es mi jefe", dice Tanque, con tono cuidadoso. "No lo conozco muy bien todavía. ¿Usted no cree que tiene los ojos desviados? ¿Y qué pasa con su
cabello?".
Estos comentarios suspicaces de Tanque sobre su jefe son una cortesía de la Escuela de Drama de la Universidad. Es parte de un experimento sobre cómo crear
robots menos aburridos. La respuesta, dice Simmons, es simple: convierta a su robot en un melodrama.
"Los programas más duraderos la televisión son los melodramas [telenovelas o "culebrones"]. Quiero decir que se mantienen por años y años y años", dice
Simmons. "Los personajes cambian, las historias cambian. Lo qué realmente va a mantener el interés no es su utilidad, sino el hecho de tener historias y que estas
historias cambien dentro de un cierto plazo".
Los informáticos juntaron chismes y comentarios de Carnegie Mellon para armar la historia y las motivaciones de Tanque, y después trabajaron en la manera de
programarlas dentro. Tanque es el segundo robo-recepcionista. La primera era Valerie, una fan de Barbara Streisand que se enfadaba con facilidad.
Simmons dice que los estudiantes y el personal de la universidad se fueron acostumbrando a ella. "Cuando Valerie desapareció, luego de estar aquí por unos dos
años, la primera pregunta de la gente era '¿Dónde está Valerie?' La número dos era, 'Póngala de nuevo'".
Y Simmons espera que la gente se sienta mucho más unida con Tanque, aunque Tanque tiene un caracter patético. Trabajó en la NASA y fracasó como satélite
robot. Su trabajo en la CIA también fue un desastre. Tanque parece estar amargado de todo: "Todos saben que esas agencias estatales tienen que llenar puestos.
Yo era el robot hablador en ese personal", se queja con su voz sintetizada.
Emocionalmente, Tanque es un perdedor. Pero es importante para los informáticos que intentan mejorar la interacción de las máquinas con los seres humanos.
Si los robots deben convertirse en parte de la vida cotidiana, actuando como recepcionistas o cajeros, tendrán que responder con naturalidad a las señales
sociales humanas.
Tanque, por ejemplo, tiene una vida emocional mucho más compleja que la que tenía Valerie. Si usted lo insulta o golpea en su teclado, él se enoja, dice cosas
tales como "¡No puedo perder mi tiempo con usted, molesto!".
También tiene cambios de humor, dependiendo de qué está sucediendo en su vida. "Será interesante ver si la gente se siente compungida con él y está dispuesta
a hacer algo para intentar animarlo", dice Simmons. Como ejemplo, él mecanografía "¡Te amo!". Esto no impresiona a Tanque, que contesta inexpresivamente
"Usted ni me conoce".
Simmons dice que está claro que la gente pasará más tiempo con un robot que tenga esta clase de respuestas naturales. Él y su equipo analizan los millares de
interacciones que la gente tiene con el robot cada mes. "Está allí ocho horas por día, cinco días a la semana, recogiendo datos sobre la interacción de la gente
con él. Y ahora tenemos una enorme cantidad de datos sobre cómo la gente interactúa con o sin éxito con el robot".
La gente pide a menudo cosas que Tanque no puede entender. Los más jóvenes de la universidad a veces sólo bromean con él. A veces la gente pide
información práctica, como direcciones, o un informe del clima. Pero cerca de un 20 por ciento del tiempo la gente está haciendo preguntas acerca de la vida de
Tanque. Esto sugiere que la idea del teledrama está funcionado.
Simmons planea mejoras que animen a más charla. "Lo qué queremos hacer es que Tanque tome la iniciativa, en especial cuando hay huecos en la conversación",
dice. Por ejemplo, Tanque podría hacer breves comentarios tales como "¿Sabía que mi hermano se casa la semana próxima?". Estas observaciones dadas
voluntariamente podrían causar todo tipo de preguntas y respuestas.
Simmons también quisiera que Tanque comience a reconocer individuos usando software de reconocimiento facial. Ahora Tanque puede detectar si hay alguien
parado delante de él, pero no puede determinarse si es alguien con el que tuvo una interacción anterior. Simmons cree que si Tanque puede reconocer a la gente
y se muestra feliz de verla, luego esta gente puede sentirse más feliz de ver al robot.
Aportado por Eduardo J. Carletti
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