21/Abr/06

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Extraños en las profundidades

El Gobierno de Cantabria pretende inventariar los animales que habitan en el subsuelo En los últimos años se han hallado 51 especies nuevas para la ciencia La mayoría de sus ancestros de la superficie ya se han extinguido

(Diario Montañés) - El caso de 'los otros' habitantes del entresuelo: aquellos que durante millones de años han habitado en el medio subterráneo a refugio del hombre, al abrigo de la oscuridad silente, y que de un tiempo a esta parte han empezado a cobrar protagonismo gracias a un hombre, el bioespeléologo Carlos González Luque, empeñado en desentrañar todos y cada uno de los secretos, miles, que se ocultan en las casi 6.000 cavidades de la comunidad autónoma.

Aunque no existen estimaciones oficiales —la Dirección General de Montes y Conservación de la Naturaleza del Gobierno de Cantabria ejecuta en estos momentos un inventario al respecto—, todo apunta a que Cantabria podría ser patria para unas 96 especies distintas de fauna estrictamente cavernícola (anélidos, gastrópodos y artrópodos); el 60 % serían endémicas de la comunidad (exclusivas de ámbitos territoriales muy reducidos) y de éstas, a nivel de género, el 40 % carecería de congéneres epigeos (que vivan sobre la superficie del suelo). En una palabra, que sus ancestros de la superficie pueden considerarse extinguidos.

«Pero casi más importante que la cantidad de especies son los formidables ejemplos de diversificación que tenemos en la región», indicó Luque, que resaltó especialmente el caso de «los insectos Quaestus y Pseudosinella, con 17 y 12 especies, respectivamente (...) En realidad, cada organismo es un hecho irrepetible en el curso evolutivo».

Especies únicas

Una diversificación que, añadió el científico, se debe a la especiación (proceso de separación en nuevas especies a partir de antecesores comunes), si bien «en ocasiones son los fenómenos de radiación adaptativa en el seno de una misma región los responsables de la aparición de nuevas especies: 51, en el caso de Cantabria, además son nuevas para la ciencia (23 desde 1990)».

De ellas, varias llevan la firma del propio Luque. Entre todas, quizá destacan por su especial significación los insectos Cantabrogeus luquei, Pseudosinella luquei, Entomobrya boneti y Espanoliella luquei; los arácnidos Nesticus luquei y Sabacon pasonianum (exclusivo de las cuevas del Alto Pas, Asón y Miera).

«Realmente nos queda todo por conocer. No ya de especies, que también, sino miles de aspectos, como su genética o, por qué no, sus aplicaciones farmacológicas», concluyó Luque. Marta Sainz de la Maza, de la Dirección General de Montes, corroboró sus tesis. «Nuestra riqueza es impresionante. Y el hecho de que no se vea no significa que no haya que conservarlo, y protegerlo. Ese es el objetivo».

Aportado por Eduardo J. Carletti