02/May/06

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Publicaciones recibidas: "La muerte del nigromante", de Marthe Wells

Una novela plagada de homenajes, ambientada en una ciudad que mucho recuerda al Londres o París del siglo XVIII.

Título: La muerte del nigromante
Autor:Martha Wells
Título original: The Death of the Necromancer
Traductor: Carlos Gardini
Ilustración y diseño de cubierta: Alejandro Terán
Diseño de colección: Alberto Cairo
Colección: Bibliópolis Fantástica n° 40
Páginas: 384

Esta novela es una enorme amalgama de elementos reconocibles, un triunfo de combinatoria. Martha Wells, la autora, reúne multitud de homenajes en algo que es básicamente un folletín, una novela de acción y aventuras. A lo largo de sus 373 páginas podemos encontrar a Sherlock Holmes, al Profesor Moriarty, al inventor de La Máquina del Tiempo, a Fantomas, Arsenio Lupin, el Conde de Montecristo (tan en boga por estos días), el Doc Savage, la Liga Extraordinaria y muchos más, de diferentes extracciones. Es un enorme logro poder juntar todo esto y hacer algo coherente y la autora triunfa sobre ese desafío.

Sin embargo, para mí, esto no pasa de ser un entretenimiento ingenioso. El libro es atractivo, tiene buen ritmo y engancha bastante bien al lector. Pero la acción constante y repetitiva y las permanentes escapadas por un pelo de los personajes "buenos", cuando no el abierto deus ex machina, terminan por fatigar al lector ambicioso.

Volviendo a la parte positiva, las caracterizaciones de los personajes, sobre todo del equipo de los buenos, son excelentes. Los diálogos son una lección de técnica de escritura que debería convertirlo en lectura obligatoria de talleres literarios. Cada uno de los que aparecen en el libro, aún los secundarios, tiene una historia, un trasfondo, una personalidad propia, motivaciones creíbles y entendibles y se distingue rápidamente del resto. La mayoría son creíbles, algunos son simplemente fascinantes (como el hechicero opiómano Arisilde) y otros abiertamente queribles (como ese entrañable avatar de Watson que es el doctor Halle).

Además de los diálogos, hay hallazgos admirables en la descripción del mundo, hecha muy de costado y con detalles breves, fugaces. Así, a la pasada, nos enteramos rápidamente de cómo en el mundo de Ile-Rien la magia juega un papel tan preponderante (o mejor dicho, más importante) como la ciencia ("filosofía natural"). La gente contrata hechiceros para que pongan protecciones mágicas en sus casas y la nigromancia es un medio conocido de conseguir información secreta (aunque prohibido y muy mal visto). El espiritismo puede ser una vibrante atracción para una reunión social y la Reina tiene en el Consejo a un hechicero como asesor en temas mágicos. Esta inclusión sin fisuras de la magia en la sociedad y el impacto que tiene en la vida diaria de la gente, las mil y una pequeñas diferencias con nuestro mundo, son uno de los mayores logros y más interesantes atractivos de esta novela. Otro tanto puede decirse de la lógica interna de la magia, la teoría que se maneja entre bambalinas de cómo funciona, sus limitaciones y posibilidades.

Ile-Rien es un reino previo a la revolución industrial, con gran similitud con Inglaterra o Francia del siglo XVIII , con destellos de positivismo, una corte y vida social como la de entonces. La acción se desarrolla principalmente en Vienne, su capital, una ciudad grande y cosmopolita. Es el segundo libro que Martha Wells ambienta en ese mundo, aunque está preparando una trilogía que engancha un poco con los personajes de esta novela (al menos, aparece la hija del héroe, Nicholas Valiarde).

La trama no amerita detenerse mucho en ella; el protagonista principal es un joven de doble vida, mercader de obras de arte y jefe de una cuadrilla de ladrones (todos buena gente, eso sí) que organizó para vengarse de un poderoso noble que mandó matar a su padre adoptivo. En una de sus acciones delictivas en pos de este objetivo, se ve mezclado en los asuntos de un poderoso nigromante con siniestros planes. De ahí en adelante, acción y más acción. Una amenaza detrás de otra, siempre al borde de la muerte, con escasos momentos para pensar un poco cuál es el próximo paso y articular alguna investigación. De a poco, se van confirmando las más terribles sospechas y aparecen hallazgos cada vez más macabros que indican a las claras de qué lado está el Bien. Aparecen aliados "inesperados", la magia y las pistolas se cruzan varias veces hasta llegar al enfrentamiento final… en los subterráneos, alcantarillas y catacumbas, como no podía ser de otro modo.

Resumiendo, me hubiera fascinado de haberlo leído con 15 años menos. Hoy en día, tanto énfasis en la acción me distrae un poco y pido más espacio (y motivos) para la reflexión. Esto no me impide disfrutar de un entretenimiento brillante. Y es indudable la maestría de la autora, se nota que leyó lo mismo que todos nosotros y más también, que lo disfrutó y ahora sabe combinarlo admirablemente.

Carlos Ferro para Axxón y Garrafex News