08/Ene/09

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‘Planet 51", la película más cara de la historia del cine español.

Estará terminada en marzo para que Sony la estrene en noviembre. La película de animación de Illion Studios, una productora madrileña, costará cerca de 50 millones de euros, el doble que la superproducción Alatriste, hasta el momento la más cara de la historia del cine en España.

Sony ya ha comprado los derechos de la película y será la encargada de su distribución mundial. La compañía estadounidense-japonesa ha puesto muchas esperanzas en el film, ya que ha quedado muy satisfecha de la gran calidad técnica de lo que ha visto hasta ahora. Entre el equipo hay profesionales que han trabajado en otras grandes producciones de animación como Shrek.

Illion Studios es una productora surgida a raíz de Pyro, la compañía española de videojuegos que se dio a conocer internacionalmente con ‘Commandos", el juego más vendido a nivel mundial de 1998.

Los ingresos obtenidos por el producto estrella de la casa y sus sucesivas secuelas permitieron crear una división empresarial destinada a la producción de cine de animación. El proyecto inicial se llamaba ‘Planet One", pero pasó a llamarse ‘Planet 51".

El film cuenta la historia de un planeta lleno de extraterrestres verdes –con una ambientación similar a la de la tierra en la década de los 50- que derepente son sorprendidos por la llegada de una nave de la NASA con un humano, haciendo cundir el pánico y la psicosis entre la población marciana, todo narrado en tono cómico.

Sony Entertainment ha solicitado a la productora que tenga terminada la película para mayo de 2009, cuando entrará en fase de sonorización. Para el estreno habrá que esperar al mes de noviembre, coincidiendo con el momento cuando todas las grandes distribuidoras estrenan los títulos más importantes del año.

También se están preparando los productos promocionales de la película, como los videojuegos o los muñecos que seguramente se regalen con los menús infantiles de restaurantes de comida rápida.

Fuente: El Confidencial. Aportado por Gustavo A. Courault