«Terminator Salvation»: Digna continuación de las máquinas asesinas

McG sale airoso con una nueva propuesta en una franquicia que ya tenía su línea argumental por demás gastada

Una de las franquicias más importantes de ciencia ficción entrega su cuarta versión de la mano de McG (Joseph McGinty Nichol), quién hasta el momento puede presumir poco en su haber, contando el más grande de sus proyectos en Charlie’s Angels: Full Throttle (2003) y unos cuantos videos musicales. No es raro que esto suceda, pues ya la saga de Alien se ha caracterizado por tener directores con poca experiencia, pero gran potencial (Scott, Cameron, Fincher, Jeunet). En este momento no podemos apreciar si será otro grande como los anteriores, pero parece que el trabajo habla por sí solo. McG sale airoso con una nueva propuesta en una franquicia que ya tenía su línea argumental por demás gastada.

Hay varias formas de criticar esta película, y como tal, debe hacerse como un elemento ajeno a cualquier franquicia. Pero es inevitable hacerlo porque como se llegó a mencionar, esto es de los seguidores y para los seguidores. Una nueva saga jamás dejará contentos a todos, pero lo más importante es que no alienice a los que no son seguidores, y esto es logrado con creces. Quien no haya visto las películas anteriores no disfrutará de igual manera este largometraje (que no se cansa de hacer referencia no sólo a esta franquicia, sino a varias más) pero tampoco se sentirá en un universo donde nada tiene sentido.

La trama es por demás sencilla, y el respeto al elemento clave que da vida a este universo es el personaje central. John Connor es el líder de la resistencia humana en el futuro. Skynet al perder la guerra manda a un Terminator para eliminar a su madre y Connor manda a Kyle Reese (su futuro padre) para defender a su madre del asesino. Esta es la premisa sobre la que James Cameron dio vida a esta franquicia. En esta ocasión, el personaje central Connor, tiene entre tantas muchas misiones, el asegurar que Kyle Reese sea enviado al pasado para que él pueda existir en el futuro. Tal vez sea esta la única referencia a las demás sagas de una manera directa, y que podría causar dificultad al público nuevo.

Pero pasemos a la mayor fortaleza del largometraje. McG dejó ver su potencial en secuencias de acción y tal cual hiciera Cameron con ‘Aliens’ McG hace su apuesta por una película de guerra. Terminator Salvation es una película que no da ni un sólo respiro al espectador. Desde la secuencia inicial hasta las última, tenemos ataques aéreos, acuáticos, peleas cuerpo a cuerpo, campos de minas y máquinas asesinas en ciudades desoladas después del juicio final. Pocas películas logran dar tantas secuencias de acción de manera tan seguida sin perder la atención de la audiencia y lo logra con creces. Lo único que podría empañar este logro es que muchas tomas son realizadas de muy cerca lo que ocasiona que se pierda relación con la acción en curso.

Fiel a la costumbre de la franquicia, los efectos visuales son un deleite. No sólo por lo logrado por los androides y robots que se sabe sólo pueden ser generados de esta manera, sino también porque han sido hechos con un cuidado extremo, y sobre todo sin escatimar en el detalle y aplicando la justa medida para las explosiones y choques que suceden a cada momento. Dónde podríamos decir que el filme flaquea es en cuanto a su argumento. Es verdad, las secuencias de acción dejan poco tiempo para un desarrollo argumental a prueba de errores o siquiera más rico. Esto definitivamente es lo más desilusionante. Siendo una película de acción, se plantea un buen conflicto más no es enriquecido por los personajes incidentales. No se puede negar que falta explorarlos y desarrollarlos, sin embargo no se debe perder de vista el objetivo que es contar la historia de John Connor y su odisea contra las máquinas.

Christian Bale (Dark Knight 2008) es quien lleva el peso histriónico, pero tampoco es un papel que pida demasiado ya que este ha sido bien establecido por diferentes producciones. Bale añade un poco de acción genérica al personaje, nada más. Pero si hay alguien a quien seguir, es a Sam Worthington (Rogue 2007) quien interpreta a Marcus Wright, nuevo personaje y que requería (por su naturaleza) explorar su conflicto propio, lo cual es hecho de una excelente manera, volviéndolo creíble y el personaje humano que debería tener identificación con el público.

Fuente: El Séptimo Arte. Aportado por Eduardo J. Carletti

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