Vuelo de insectos robóticos: tan sólo buenas vibraciones

Crear un robot insecto de vuelo libre de insectos es el logro más deseado de los ingenieros en robótica, porque una máquina así tendría un enorme potencial en materia de vigilancia y en la búsqueda de personas atrapadas en situaciones de rescate. Sin embargo, un curioso efecto podría alterar sus planes

El año pasado, un equipo de la Universidad de Harvard dio a conocer un vídeo de demostración de una mosca robot que habían desarrollado, mostrando como batía sus alas y se elevaba en un par de cables de guía.

Sin embargo, Michele Milano de la Universidad Estatal de Arizona en Tempe se pregunta si el movimiento del ala es totalmente responsable del ascenso del robot, o si participó alguna otra fuerza. «El video muestra que los cables de guía vibraban significativamente cuando el artefacto batía las alas», le dijo a New Scientist.

Para saber si estas vibraciones desempeñaron un papel en el ascenso de la mosca robótica, su equipo construyó un modelo vibratorio de un «insecto» sin alas. El artefacto de madera de balsa consta de un motor con un peso descentrado sobre su eje que produce vibraciones, y cuatro tubos de metal a través de los cuales pasan los cables verticales de guía (véase el diagrama). El equipo descubrió que cuando se pone el motor en marcha, el modelo se traslada por los cables, a pesar de no tener alas. Lo han apodado el «ladrillo volador».

Los investigadores sospechan que la vibración del motor produce ondas que viajan por los cables de guía, como las que se producen en las cuerdas de guitarra. Cada ciclo de la vibración produce un pliegue en los cables por encima del modelo, que obliga al modelo a viajar hacia arriba. Se observaron movimientos de hasta 5 centímetros, dependiendo de la tensión de los cables y los diámetros de los cables y los tubos conectores. El mayor efecto «de vuelo» se logró cuando la frecuencia de oscilación fue igual a la frecuencia de resonancia de los cables (en Robótica IEEE Transactions, vol 25, p 426).

Milano dice que su experimento es una advertencia a los robotistas. «Hacer pruebas utilizando alambres de guía puede producir resultados ambiguos», dice. En cambio, sugiere probar cuánta capacidad de ascensión del robot mosca se debe a las alas, sustituyéndolas con barras rígidas no aerodinámicas de igual masa.

Sin embargo, los robotistas dicen que la prueba de vuelo guiado por alambre no es una prueba definitiva. «La demostración con la guía de alambre se utiliza como una visualización dramática, más que una prueba importante de que hay una fuerza de ascensión capaz de superar el peso», dice Ronald Fearing de la Universidad de California, Berkeley. Y Robert Wood, quien encabezó el equipo de Harvard, está seguro de que su robot insecto vuela de verdad. «Tomamos en consideración este efecto cuando realizamos nuestros experimentos iniciales de despegue. Sustituimos las alas con barras, y por supuesto no logramos el despegue sin las superficies aerodinámicas», dice.

Fuente: New Scientist. Aportado por Eduardo J. Carletti

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