Un planeta recién descubierto gira al revés alrededor de su estrella

Se sabe que los planetas orbitan sus estrellas en el mismo sentido de rotación de la estrella. Hasta ahora todos lo hacían, pero ya tenenos una excepción

Un planeta que se ha descubierto recientemente orbita en el sentido inverso a la rotación de su estrella. Quienes lo descubrieron creen que la órbita retrógrada (así se le llama) puede ser resultado de una aproximación muy estrecha, que fue casi una colisión.

La estrella y su planeta, llamado WASP-17, están a aproximadamente 1.000 años luz de distancia. Este sistema se encontró gracias al proyecto Wide Area Search for Planets (WASP) del Reino Unido en colaboración con el Observatorio de Ginebra.

El descubrimiento se anunció el 12 de agosto, pero aún no se ha publicado en ninguna revista.

“Yo podría decir que este es uno de los planetas más extraños que conocemos”, dijo Sara Seager, una astrofísica del MIT que no estuvo implicada en el estudio.

Qué está ocurriendo

Una estrella se forma cuando colapsa una nube de gas y polvo. Sea cual sea el movimiento de la nube, éste se intensifica cuando se va condensando, lo que determina la dirección de giro de la estrella. No se tiene tanta certeza de cómo se forman los planetas. Sin embargo, se sabe que se desarrollan de los restos de la nube que no se unieron a la estrella, normalmente una masa de gas y polvo en forma de disco que gira alrededor de la estrella recién nacida, por lo que la dirección en la que se mueve el material —que es la misma dirección de rotación de la estrella— se convierte en la dirección de giro del planeta en su órbita.

Los astrónomos imaginan que es muy probable que el planeta WASP-17 haya tenido un encuentro cercano con un gran planeta, y la interacción gravitatoria actuó como una honda que puso a WASP-17 en su extraño curso.

“Pienso que es extremadamente excitante. Es fascinante que podamos estudiar órbitas de planetas tan lejanos”, dijo Seager a SPACE.com. “Siempre hay una teoría, pero no hay nada como una observación para demostrarla”.

Las colisiones cósmicas no son algo poco común. Los astrónomos piensan que la Luna terrestre se formó cuando nuestro planeta chocó con un objeto del tamaño de Marte. A principios de esta semana, el Telescopio Espacial Spitzer encontró evidencias de que dos planetas chocaron alrededor de una joven y lejana estrella.

En nuestro Sistema Solar, algunas lunas están en órbitas retrógradas debido a que se desplazaban solas por el espacio y fueron capturadas; como se cree que es el caso de Tritón, la mayor luna de Neptuno.

El hallazgo de este planeta lo realizaron los estudiantes graduados David Anderson, de la Universidad de Keele, y Amaury Triaud, del Observatorio de Ginebra.

Un mundo hinchado

WASP-17 tiene más o menos la mitad de la masa de Júpiter, pero hinchado hasta dos veces su tamaño. “Este planeta tiene apenas la densidad del poliestireno expandido (telgopor, en Argentina}, osea 70 veces menos denso que el planeta en el que vivimos”, dijo el profesor Coel Hellier de la Universidad de Keele.

La hinchazón de este planeta se puede explicar si su órbita es altamente elíptica, lo que lo lleva muy cerca de la estrella y luego muy lejos. Como si fuesen las mareas de la Tierra, pero muy exageradas, los efectos de marea sobre WASP-17 calientan e inflan el planeta, sugieren los investigadores.

Las mareas no son un tema cotidiano, sin embargo. “Están creando una descomunal cantidad de fricción en el interior del planeta, y eso genera mucha energía, que podría estar haciendo que el planeta sea más grande e hinchado”, dijo Seager.

WASP-17 es el decimoséptimo planeta que ha encontrado el proyecto WASP, que monitoriza cientos de miles de estrellas observando pequeñas disminuciones en su luz cuando un planeta transita frente a ellos. El observatorio espacial Kepler de la NASA está usando la misma técnica para buscar mundos similares a la Tierra.

Fuente: Space.com. Aportado por Eduardo J. Carletti

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