El telescopio XMM-Newton descubre una piedra de Rosetta celeste

El telescopio orbital XMM-Newton de rayos X de la Agencia Espacial Europea, ESA, ha descubierto una piedra de Rosetta celestel: la primera imagen cercana de una estrella enana blanca circundando una estrella compañera que podría explotar, en una clase particular de supernova, en unos pocos millones de años. Estas supernovas se utilizan como faros para medir distancias cósmicas y, fundamentalmente, para comprender la expansión del Universo

Los astrónomos están tras el rastro de este objeto misterioso desde 1997, cuando descubrieron que algo emitía rayos X cerca de la estrella brillante HD 49798. Ahora, gracias a la sensibilidad superior del XMM-Newton, se pudo seguirt al misterioso objeto en su órbita. La observación demostró que era una enana blanca, el núcleo muerto de una estrella, que arroja al espacio su brillo en rayos X.

Ilustración de la enana blanca y su compañera HD49798. Si fuese posible analizar el sistema de cerca, se vería algo como esto. Créditos: Francesco Mereghetti, imagen de fondo: la NASA, la ESA y TM Brown (STScI)

Sandro Mereghetti, del INAF-IASF Milán, Italia, y sus colaboradores, descubrieron también que no es una enana blanca ordinaria. Midieron su masa y hallaron que es dos veces mayor de lo esperado. La mayoría de las enanas blancas tienen 0,6 masas solares dentro de un objeto del tamaño de la Tierra. Esta particular enana blanca contiene, al menos, el doble de masa, pero tiene un diámetro de sólo la mitad del de la Tierra. Además, rota una vez cada 13 segundos, más rápido que cualquier otra enana blanca de las que se conocen.

La determinación de su masa es confiable porque los datos del seguimiento de XMM-Newton permitieron que los astrónomos utilicen el método más sólido para “pesar” una estrella, el que usa la física gravitacional de Isaac Newton del siglo 17. Lo más probable es que la enana blanca haya crecido hasta la inusual masa que exhibe ahora robando gas de su estrella compañera, un proceso que se conoce como acreción. Con 1,3 masas solares, la enana blanca está cerca de un peligroso límite.

Se supone que cuando una enana blanca crece más allá de 1,4 masas solares explota o colapsa para formar un objeto aún más compacto, conocido como estrella de neutrones. La explosión de una enana blanca es la principal explicación de las supernovas tipo Ia, eventos brillantes que se utilizan como faros estándares para que los astrónomos puedan medir la expansión del Universo. Hasta ahora, los astrónomos no habían podido encontrar una enana blanca en acreción en un sistema binario, donde la masa podría ser determinada con mayor precisión.

“Ésta es la piedra de Rosetta de las enanas blancas en un sistema binario. Nuestra precisa determinación de las masas de las dos estrellas es crucial. Podemos ahora estudiar aún más y tratar de reconstruir su pasado y, así, poder calcular su futuro”, dice Mereghetti.

Ese futuro es espectacular. Es probable que la estrella explote en unos pocos millones de años. Aunque está lo suficientemente lejos como para no dañar a la Tierra, sí está cerca como para convertirse en un extraordinario espectáculo celestial para la vista. Los cálculos sugieren que brillará inicialmente con la intensidad de la Luna llena y será tan brillante que se la podrá ver a plena luz del día, a simple vista.

A nuestros descendientes les espera un verdadero show. Gracias a XMM-Newton, ya podemos comenzar a esperarlo.

El artículo titulado An ultra massive fast-spinning white dwarf in a peculiar binary system, por S Mereghetti, A Tiengo, P Esposito, N La Palombara, GL Israel, L. Stella, se publicó en la edición de hoy, 4 de septiembre de 2009, de la revista Science.

Fuente: ESA. Aportado por Eduardo J. Carletti

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