¿Por qué las vuvuzelas del Mundial 2010 son tan molestas?

Las ame o las odie, estas atronadoras trompetas de plástico se han convertido en el sello distintivo de la Copa del Mundo 2010. Le pedimos a Trevor Cox, presidente del Instituto de Acústica del Reino Unido e ingeniero acústico de la Universidad de Salford, que nos explique su atractivo, o quizás lo contrario

¿Cómo producen su sonido las vuvuzelas?

La vuvuzela es como una trompeta recta que se toca soplando, con la lengua entre los labios, a través de la boquilla. Los labios del que ejecuta el instrumento se abren y se cierran cerca de 235 veces por segundo, enviando bocanadas de aire a través del tubo, que producen la resonancia del aire en el extremo cónico. Una sola vuvuzela tocada por un trompetista decente recuerda a un cuerno de caza, pero el sonido es menos placentero cuando la toca el fanático de fútbol promedio, porque la nota es imperfecta y la frecuencia, fluctuante. Es como oír barritar a un elefante. Esto sucede porque el trompetista no puede mantener el flujo de aire y el movimiento de los labios en forma consistente.

Pero ese barullo no se parece a una trompeta o a un elefante.

Cuando cientos de vuvuzelas se tocan al mismo tiempo obtenemos el zumbido característico. La gente está tocando el instrumento en diferentes tiempos y con ligeras variaciones de frecuencia. El sonido aumenta y se debilita. El efecto final es como el ruido de un enjambre de insectos.

¿Por qué suenan tan fuerte?

El volumen se puede explicar por la forma de la vuvuzela, que es más o menos cónica y se ensancha. Además de producir un sonido que tiene una frecuencia de 235 hertzios, el instrumento genera armónicos, es decir, sonidos cuyas frecuencias son múltiplos de la frecuencia fundamental. Hemos medido armónicos fuertes de 470, 700, 940, 1171, 1400 y 1630 hertzios.

Un instrumento que se acampana tiene armónicos de alta frecuencia más fuertes que los de un instrumento cilíndrico. Se lo percibe como más fuerte en volumen porque los armónicos más altos están en la frecuencia a la que nuestro oído es más sensible. Esta es en parte la razón por la cual el saxofón cónico suena más fuerte que el clarinete cilíndrico.

Dado que la vuvuzela produce 116 decibeles a 1 metro de distancia, la exposición prolongada supone un riesgo para la audición, según un estudio hecho por el Departamento de Patología de la Comunicación de la Universidad de Pretoria, Sudáfrica. Escuche un solo instrumento durante 7 a 22 segundos y habrá excedido el límite de ruido permitido en el trabajo. Una multitud produce niveles todavía más altos, y algunas mediciones efectuadas durante un partido de entrenamiento han mostrado una pérdida temporaria de la audición entre los espectadores.

¿El ruido molesta porque es muy fuerte?

Los experimentos hechos con otras fuentes de ruido muestran que los sonidos más fuertes son más molestos. Nuestro oído es un sistema de alerta temprano: escuchamos los cambios repentinos en los sonidos que nos rodean porque podrían indicar una amenaza, e ignoramos los ruidos benignos, persistentes. Cuando el ruido es tan fuerte como el de la vuvuzela, es imposible habituarse.

¿Qué otra cosa puede hacer que el sonido sea molesto?

La similitud con un zumbido lo hace más desagradable, la realidad es que este sonido tiene un tono o una nota distintiva. Las investigaciones sobre ruidos molestos lo han demostrado. De hecho algunas normas y regulaciones tienen correcciones que contemplan la molestia adicional de este tipo de ruido. Los sonidos zumbantes son más difíciles de ignorar y alertan más que los ruidos de banda ancha como el silbido de una radio mal sintonizada. Esto podría deberse a que los tonos pueden llevar información útil en los sonidos vocales del habla. Pero también puede relacionarse con la detección de amenazas, porque el sonido de los predadores, como el rugido del león, tiene componentes tonales. Pero acá estoy especulando.

¿Qué se puede hacer para que el ruido moleste menos, especialmente en la televisión y en la radio?

Los organismos de radiodifusión tienen que balancear el sonido de la multitud respecto a las voces de los comentaristas. Si la gente está demasiado tranquila, al juego le falta atmósfera, así que no pueden eliminar el ruido del público completamente. Si usted está viendo el partido en una computadora puede intentar el método del Centre for Digital Music de la Universidad Queen Mary de Londres. De lo contrario, tendrá que aceptar el sonido como parte del ambiente. Está demostrado que la falta de control sobre la fuente del ruido lo hace menos tolerable. Así que su mejor opción puede ser abrir otra cerveza y hacer todo lo posible para disfrutar de la atmósfera.

Fuente: NewScientist. Aportado por Silvia Angiola

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