La baba mortal del gusano aterciopelado, revelada

Los científicos han descubierto que la antiquísima forma de vida llamada onicóforo o gusano aterciopelado (un invertebrado que se parece a una oruga pero con numerosos pares de apéndices de locomoción) utiliza un pegamento completamente diferente a todo lo que se había visto hasta ahora

El pegamento es fácil de replicar y podría tener varias aplicaciones, por ejemplo, se podría utilizar como pegamento médico en las heridas abiertas o en quemaduras.

Una entomóloga de CSIRO, la Dra. Victoria Haritos, que descubrió el secreto de este gusano, dijo: «Es un caso del uso del desoden como arma».

La doctora estaba buscando nuevos tipos de seda y analizó una especie de australiana de onicóforo llamada Euperipatoides rowelli.

Descubrió que la seda producida por este invertebrado no es seda real, s no todo lo contrario.

La seda está hecha de proteínas bien ordenadas, que forman una estructura. La doctora Haritos dice que la baba pegajosa que produce este onicóforo no está estructurada ni es ordenada.

Baboseados

Los onicóforos son depredadores que utilizan su tela para capturar a sus presas, entre ellas insectos, arañas u otros pequeños invertebrados.

El gusano escupe velozmente su baba desde unos tubos que se encuentran a ambos lados de su cabeza. Esto cubre rápidamente a su presa y comienza de inmediato a endurecerse, convirtiéndose en una especide de cuerda fibrosa.

“Es vada vez más dura y muy pegajosa, lo que inmoviliza a la víctima”, dice la doctora Haritos, agregando que el ingrediente clave en esta baba es el agua.

“De hecho, la baba se compone de un 90 % agua y sólo un 3 o 5% de proteínas”.

“Entretanto las proteínas están cubiertas por una película de agua, permanecen inertes, la capa de agua mantiene la estructura abierta y desordenada. Esto evita que las moléculas de proteínas interactúen entre ellas”.

”Pero una vez que cae sobre la víctima, esta pequeña película de agua se evapora muy rápido, permitiendo que las proteínas se enlacen entre ellas formando uniones químicas muy fuertes, lo que hace que [la baba] se endurezca y se haga pegajosa”.

Vida antigua

Los onicóforos son similares a las orugas, pero mucho más antiguos, y están entre los primeros invertebrados que aparecieron en la Tierra.

Aparecen en el registro fósil por primera vez hace cerca de quinientos millones de años, en un momento en que la mayoría de la vida se limitaba aún a los océanos.

Se encuentran en los hábitats de selva tropical en todo el mundo, pero sobre todo en el hemisferio sur.

La Dra. Haritos ahora está buscando una manera de utilizar comercialmete el pegamento que producen estos animales.

«Es muy fuerte, no un super pegamento, pero alcanzando ese nivel», dice.

Fuente: Ciencia Traducida y otros. Aportado por Eduardo J. Carletti

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