El pornógrafo de la física de las partículas excita a Dios

El artista conceptual y escritor Jonathon Keats, que anteriormente fundó el Primer Banco de Antimateria y envió intrépidas patatas a Marte, se ha nombrado a sí mismo «el pornógrafo de Dios»

Esta semana, en una galería de arte de Brooklyn, Keats inaugura una exposición en la que muestra imágenes de colisiones de partículas de alta energía del Gran Colisionador de Hadrones (GCH) del CERN, colisiones que recrean las condiciones que se produjeron hace cerca de 14 mil millones de años, justo después del «coito divino». Decidí hablar en persona con el rey del porno de las partículas.

¿Qué fue lo que lo inspiró para convertirse en el pornógrafo de Dios?
Siempre sentí pena por Dios. Si uno es una deidad, el precio del monoteísmo es el celibato eterno y eso no puede ser muy divertido. Más recientemente se me ocurrió que la abstinencia de Dios no es buena para nadie. El universo no está envejeciendo graciosamente, dada la preponderancia de la energía oscura. Así que empecé a pensar que sería bueno que Dios se pusiera a trabajar de nuevo, procreativamente hablando. Después de todo, han pasado casi 14 mil millones de años desde el Big Bang. Puesto que Dios no reconoce la existencia de otras divinidades, y mucho menos su potencial sex appeal, me imaginé que mi mejor opción era hacer un poco de pornografía celestial.

¿Cómo funciona exactamente?
Si usted se va a convertir en Dios, necesita material que sea estimulante desde la perspectiva de Dios. En otras palabras, su objetivo es simular un orgasmo divino, o sea, emular el Big Bang en pequeña escala. Nosotros no podemos hacer eso todavía, pero podemos llegar cerca con el Gran Colisionador de Hadrones. Por supuesto, el GCH no se construyó precisamente para este

fin, por lo que he tenido que adaptarlo. Lo más importante es la interfaz. Yo opté por un altar votivo. La gente ha utilizado los altares votivos para comunicarse con Dios durante milenios, así que pensé que sería la plataforma óptima para la entrega de pornografía divina, y en consecuencia construí uno en el centro de mi palacio porno para Dios en Brooklyn. El combustible se recibe en la superficie del altar directamente a través del canal de noticias. También hay velas votivas y mucho incienso para poner a Dios en el estado de ánimo apropiado. Por cierto, cualquiera puede hacer un palacio porno para Dios ya que el canal de noticias del GCH es público, y me gustaría alentarlos para que lo hagan.

¿Qué es más sexy, el plasma de quark gluón o el bosón de Higgs?
Si uno está hablando en una conferencia de Física, el bosón de Higgs haría girar más cantidad de cabezas. Pero sospecho que para Dios el plasma de quark gluón puede ser más estimulante, ya que es realmente el resplandor de la creación.

Muchos físicos creen que vivimos en un multiverso infinito, con nuevos universos-burbuja naciendo todo el tiempo. ¿Dios no está cada vez más ocupado?
El multiverso en división se parece más a la reproducción asexual, que no es muy erótica que digamos.

Algunas personas trataron de apagar el GCH porque pensaban que iba a destruir la Tierra. ¿Alguien lo amenazó con iniciarle acciones legales?
En los EE.UU. las restricciones a la exhibición de material sexualmente explícito están sujetas a la prueba de Miller, que exige que el juez a cargo determine: «(a) si la persona común, aplicando las normas contemporáneas de la comunidad, encuentra que la obra en su conjunto apela al interés lascivo, (b) si el trabajo representa o describe, de una manera patentemente ofensiva, una conducta sexual específicamente definida por la ley estatal aplicable, y (c) si el trabajo en su conjunto carece de valor literario, artístico, político o científico». Teniendo en cuenta las normas de la comunidad y las leyes estatutarias de Nueva York —por no mencionar el valor científico evidente de fabricar universos nuevos— creo que es muy poco probable que cierren mi palacio porno para Dios.

Además de excitar a Dios, ¿este proyecto podría conseguir que algunas no-deidades (y no-científicos) se entusiasmen con la física? ¿Es este un motivo ulterior?
Creo que mi pornografía tiene el potencial de excitar a Dios con la física, y que puede dar lugar a la creación de universos un poco mejor pensados que el nuestro, con su zoológico de partículas subatómicas y una constante cosmológica que amenaza destruir todo lo interesante, desde las galaxias hasta los átomos. Es decir, el encanto del sexo es bastante universal, por lo que los seres humanos también pueden sentirse atraídos hacia las complejidades de crear y mantener un cosmos, problemas fascinantes que abren muchas de las más interesantes (y excitantes) preguntas de la ciencia.

Si Dios se excita demasiado, ¿podría producirse una situación catastrófica?
Si tomamos la Biblia literalmente, hay que suponer que Dios no necesita jugar con la pornografía para actuar de manera catastrófica, aunque debo señalar que en temas bíblicos soy estrictamente agnóstico. Pero está bien, porque muchas veces no sé mucho respecto a mi audiencia al principio. Por ejemplo, cuando adapté la pornografía para plantas —imágenes de abejas polinizando las flores proyectadas sobre el follaje desnudo— lo hice sin tener entrenamiento formal en botánica. Mi pornografía era una manera de acercarme a las plantas con el objetivo de la comprensión mutua. Si sucede que hay un Dios tal vez con esto logre lo mismo. De todos modos, espero que este proyecto pueda favorecer el mutuo entendimiento entre la ciencia y la religión. Dejando momentáneamente a un lado las necesidades sexuales de Dios, este, para mí, es un experimento del pensamiento. La pornografía no es más que una rama de la filosofía.

¿Cómo sabremos si la porno funcionó?
Lo más probable es que no lo sepamos nunca. Si Dios empieza a procrear, los nuevos universos tendrán sus propios futuros, independientes de los nuestros. Y eso es bueno, si se tiene en cuenta cómo hemos tratado a nuestro universo, o, al menos, a la parte del universo que está a nuestro alcance. Sin embargo, puede ser consolador no saber lo que existe más allá de nuestro horizonte de experiencias. Entre las ilimitadas posibilidades las contingencias positivas son innumerables. Hay una cierta sabiduría que se debe alcanzar sólo con la contemplación de lo que puede ser, una agudización de nuestros ideales que nos puede informar acerca de cómo le damos forma a nuestro limitado mundo.

Por Amanda Gefter, editora de CultureLab

Fuente: CultureLab. Aportado por Silvia Angiola

Más información: