Células madre cerebrales de humano se desarrollan en ratas

Células madre del cerebro humano que fueron trasplantadas en el cerebro de ratas recién nacidas han madurado y son capaces de funcionar al igual que las células nativas de las ratas

Este avance muestra un potencial para las personas con daño cerebral, causada por la epilepsia o el Parkinson, por ejemplo, que podrían utilizar las células madre de su propio cerebro como tratamiento.

El hallazgo clave fue que las células madre adultas tenían la capacidad de convertirse en todos los tipos de tejido cerebral en las ratas. Esto incluye el neocórtex, que se ocupa del procesamiento elevado, y el hipocampo, involucrado en la memoria y la conciencia espacial.

«Estamos mostrando la espectacular integración de la mayoría de las neuronas adultas humanas en los cerebros de ratas», dice Steven Roper de la Universidad de Florida en Gainesville, que llevó a cabo el trabajo.

Roper extrajo las células madre adultas de un tejido que había tomado del cerebro de un adolescente como parte de una cirugía de epilepsia estándar. Él y su colega Dennis Steindler multiplicaron las células en laboratorio, y entonces se les aplico un proceso de ingeniría genética para brillasen con luz verde bajo luz ultravioleta.

A continuación, inyectaron grupos de células en el cerebro de ratas recién nacidas. Tres semanas más tarde, examinaron los cerebros de las ratas y encontraron las células verdes en todas partes. «Las células maduraron hasta convertirse en neuronas apropiadas para cada parte del cerebro al que llegaron», dice Roper.

Los dos también encontraron que las células eran plenamente funcionales y capaces de enviar señales a las neuronas de rata, como lo demuestran los pruebas de monitoreo de laboratorio de la actividad eléctrica de las células. El trabajo será presentado en la reunión de esta semana de la American Epilepsy Society en San Antonio, Texas.

La esperanza, dice Roper, es que cuando las personas con daño cerebral se someten a una cirugía, es posible aislar células madre del tejido extirpado. Éstas se podrían multiplicar en el laboratorio, convertirlas en el tipo de células que pueden beneficiar a la persona, y luego regresarlas al cerebro.

Fuente: New Scientist. Aportado por Eduardo J. Carletti


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