Ciclos de lluvia del pasado en el Hemisferio Sur se correlacionan con la temperatura en la Antártida

Investigadores del clima de dos universidadades estadounidenses encontraron en el registro del pasado evidencia de que los ciclos de lluvias del hemisferio sur están relacionados con las temperaturas antárticas

Geocientíficos de la Universidad de Massachusetts Amherst y la Universidad de Minnesota publicaron esta semana sobre la primer evidencia de que las muy conocidas oscilaciones climáticas frío-calor en el hemisferio norte durante el período glacial más reciente también aparecen como variaciones de las precipitaciones tropicales en la cuenca del Amazonas de América del Sur. Es la primera expresión clara de estos ciclos existen también en el hemisferio sur.

El trabajo de Stephen Burns y su estudiante de doctorado Lisa Kanner en la Universidad de Massachusetts Amherst se informa en la edición actual de Sciencexpress. Burns dice: «El estudio también demuestra que las precipitaciones en el hemisferio sur de América del Sur, aunque en menor medida, también se ve influida por los cambios de temperatura en la Antártida, algo que no había sido observado previamente.»

El último periodo glacial, ocurrido entre hace 10.000 a 120.000 años atrás, vio a América del Norte y Europa Occidental cubierta por una gruesa capa de hielo continental, señala el geólogo. Sin embargo, el clima también fue muy inestable durante el período, un ciclo cada pocos miles de años, oscilando entre cálido y frío, y periodos de sequía en las altas latitudes norteñas. Las temperaturas pueden cambiar hasta en 10 a 15 grados Celsius.

Conocido como los ciclos Dansgaard / Oeschger (D/O), estos rápidos eventos del clima a escala milenaria fueron reconocidos por primera vez en los núcleos de hielo de Groenlandia, pero desde entonces se han encontrado en todo el hemisferio norte, señala Burns.

El investigador del clima de la Universidad de Massachusetts Amherst es un experto en la lectura de datos climáticos del pasado sobre la proporción de isótopos de oxígeno que se encuentra en la calcita en espeleotemas, otro nombre de las estalagmitas, estalactitas y otros depositos del agua que son característicos en las cuevas. El análisis de los isótopos radiactivos y los isótopos estables de oxígeno en las muestras de calcita de las cuevas pueden proporcionar información sobre las lluvias del pasado durante muchos miles de años, dice Burns.

Él y Kanner utilizaron los análisis isotópicos del oxígeno de una estalagmita de 16 centímetros que se colectó para este estudio en una cueva a 3.800 metros sobre el nivel del mar, en los Andes peruanos. La muestra creció hace 49.500 a 16.000 años atrás, proporcionando un registro de 34.000 años de tiempo de los cambios de precipitaciones en la cuenca del Amazonas. Kanner y sus colegas encontraron que los periodos de frío en las latitudes septentrionales altas se asocian con un aumento en las precipitaciones, el monzón de verano de América del Sur, en la cuenca del Amazonas.

«Esta relación es exactamente lo contrario a los cambios en la precipitación en los trópicos del Hemisferio Norte, en donde el resultado en los intervalos de frío es una disminución de las precipitaciones», dice Burns.

Se propone en este estudio que la revisión de la cronología de varios acontecimientos importantes del clima que ocurrieron en el último período glacial podría conducir a una mejor comprensión del calentamiento de la Antártida durante el mismo período, y su relación con el calentamiento del Atlántico Norte subtropical, afirman los autores.

Fuente: Universidad de Massachusetts Amherst. Traducido por Eduardo J. Carletti


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