Hallan distante galaxia satélite de materia oscura

Las galaxias como nuestra Vía Láctea se formaron, según las teorías más aceptadas, hace miles de millones de años con la unión de muchas galaxias más pequeñas. Como resultado, se cree que debe de existir una buena cantidad de galaxias enanas esparcidas alrededor de la Vía Láctea

Sin embargo, muy pocas de estas diminutas galaxias reliquia han sido observadas, lo que ha llevado a los astrónomos a la conclusión que muchas de que éstas deben tener muy pocas estrellas y pueden estar hechas casi exclusivamente de materia oscura.

En un descubrimiento anunciado el 18 de enero de 2012, un equipo de investigadores que incluye un post-doctorado del Instituto Tecnológico de Massachussets, MIT, ha encontrado una galaxia enana oscura a unos 10.000 millones de años luz de la Tierra. Es sólo la segunda de las galaxias de este tipo observadas hasta ahora fuera de nuestro Universo local, y es la más lejana hasta ahora.

La galaxia enana es un satélite, lo que significa que se aferra al borde de una galaxia más grande. ”Por varias razones, no logró formar muchas estrellas o ninguna y, por lo tanto, se quedó oscura”, dice Simona Vegetti, becaria Pappalardo del Departamento de Física del MIT y autora principal de un artículo científico sobre el trabajo que aparece en la edición en línea del 18 de enero de 2012 de la revista Nature.

Los científicos teorizan la existencia de materia oscura para explicar las observaciones que sugieren que hay mucha más masa en el Universo de la que se puede ver. Ellos creen que la materia oscura debe comprender un 25 por ciento de la masa del Universo, sin embargo, como las partículas que componen la materia oscura no absorben ni emiten luz, hasta ahora han demostrado que es imposible detectarlas e identificarlas.

Los modelos computarizados sugieren que la Vía Láctea debe tener alrededor de 10.000 galaxias satélite, pero sólo se han observado 30. ”Podría ser que muchas de las galaxias satélite estén hechas de materia oscura, por lo que resultan esquivas para detectarlas, o puede haber un problema con la manera en que pensamos se forman las galaxias”, dice Vegetti.

En el nuevo estudio, Vegetti trabajó con su ex supervisor de doctorado, el profesor Leon Koopmans, de la Universidad de Groningen, Holanda, David Lagattuta y el profesor Christopher Fassnacht, de la Universidad de California en Davis; Mateo Auger, de la Universidad de California en Santa Bárbara y John McKean, del Instituto de Radioastronomía de Holanda.

El equipo se abocó a las galaxias más distantes, en busca de satélites oscuros, utilizando un método llamado lente gravitacional. Para utilizar esta técnica, los investigadores encuentran dos galaxias alineadas unas con otras, vistas desde la Tierra. La galaxia más distante emite rayos de luz que son desviados por la galaxia más cercana (que actúa como una lente). Al analizar los patrones de rayos de luz desviada por la galaxia lente de primer plano, los investigadores pueden determinar si hay galaxias satélites agrupadas en torno a ella y medir cuán masivas son.

Los investigadores utilizaron el telescopio Keck, en Hawai, para hacer sus observaciones, tomando ventaja de una pieza especial de equipo óptico que ofrece las imágenes más nítidas del cielo. Ellos planean usar el mismo método para buscar más galaxias satélites en otras regiones del Universo, las cuales consideran que pueden ayudar a corroborar o a desafiar las predicciones de cómo se comporta la materia oscura.

“Ahora tenemos un satélite oscuro, pero supongamos que no encontramos suficientes de ellos, entonces, vamos a tener que cambiar las propiedades de la materia oscura”, dice Vegetti. ”O bien, podemos encontrar tantos satélites como vemos en las simulaciones y que nos diga que la materia oscura tiene las propiedades que pensamos que tiene”.

Por ejemplo, ya que la temperatura determina la masa y el número de satélites que se forman, puede ser necesario ajustar las estimaciones de la temperatura actual de la materia oscura si el número de satélites oscuros que se encuentra es menor al proyectado.

Fuente: Universe Today. Traducido por Eduardo J. Carletti


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