El espacio es 4D, pero la 4ta dimensión no es el Tiempo

Einstein nunca interpretó «t», el tiempo, como una cuarta dimensión del espacio. El espacio no es 3D + T, el espacio es 4D. Con los relojes medimos el orden numérico de los cambios materiales. Este orden numérico es el único tiempo que existe en un mundo físico. Con este enfoque, todas las transferencias inmediatas de información de la física cuántica se explican de una manera más apropiada. El espacio 4D es un medio de transferencias de información cuántica

Los científicos del Centro de Investigación Científica Bistra, en Ptuj, Eslovenia, teorizan que la idea newtoniana del tiempo como una cantidad absoluta que fluye por su propia cuenta, junto con la idea de que el tiempo es la cuarta dimensión del espacio-tiempo, son incorrectas. Proponen reemplazar estos conceptos del tiempo a fin de que se correspondan más exactamente con más precisión con el mundo físico: el tiempo como una medida del orden numérico del cambio.

En abril de 2011, en dos artículos en Physics Essays, Amrit Sorli, Davide Fiscaletti y Dusan Klinar, comenzaron a explicar cómo asumimos habitualmente que el tiempo es una cantidad física absoluta, que desempeña el papel de variable independiente (tiempo —t— es a menudo el eje X en los gráficos que muestran la evolución de un sistema físico). Pero, como señalan, nunca hemos medido realmente t. Lo que medimos es la frecuencia y la velocidad de un objeto. Pero, por sí mismo, t sólo tiene un valor matemático, y no una existencia física primaria.

Esta visión no significa que el tiempo no existe, sino que tiene más relación con el espacio que con la idea de un tiempo absoluto. Así, mientras se considera que el espacio-tiempo 4D generalmente consta de tres dimensiones de espacio y una dimensión de tiempo, la opinión de los investigadores sugiere que es más correcto imaginar un espacio-tiempo de cuatro dimensiones de espacio. En otras palabras, como se suele decir, el Universo es «atemporal».

«El espacio de Minkowski no es 3D + T, es 4D», afirman los científicos en su artículo más reciente. «Ese punto de vista que considera el tiempo como una entidad física en la que suceden cambios materiales se sustituye aquí por un punto de vista del tiempo más conveniente, quedando solamente como el orden numérico del cambio material. Esta visión se corresponde mejor con el mundo físico y tiene más poder explicativo en describir los fenómenos físicos inmediatos: la gravedad, la interacción electrostática, la transferencia de información del experimento EPR, son fenómenos físicos llevados a cabo directamente en el espacio, en el que ocurren los fenómenos físicos «.

«La idea del tiempo como cuarta dimensión del espacio no ha aportado grandes progresos en la física y está en contradicción con el formalismo de la relatividad especial», continuó. «Ahora estamos desarrollando un formalismo de espacio cuántico 3D basado en el trabajo de Planck. Parece ser que el Universo es 3D desde el nivel macro a lo micro hasta el volumen de Planck, cuyo formalismo es en 3D. En este espacio 3D, no hay «contracción longitudinal», no hay «dilatación temporal». Lo que realmente existe es que la velocidad de cambio material es «relativa» en el sentido einsteiniano».

Los investigadores dan un ejemplo de este concepto de tiempo imaginando un fotón que se mueve entre dos puntos del espacio. La distancia entre estos dos puntos está compuesta de distancias de Planck, cada una de las cuales es la distancia más pequeña que el fotón puede moverse. (La unidad fundamental de este movimiento es tiempo de Planck.)

Cuando el fotón se mueve una distancia de Planck, se está moviendo exclusivamente en el espacio y no en un tiempo absoluto, explican los investigadores. Se puede pensar el fotón como moviéndose desde el punto 1 al punto 2, y su posición en el punto 1 es «antes de» su posición en el punto 2, en el sentido que el número 1 viene antes que el número 2 en el orden numérico. El orden numérico no es equivalente al orden temporal, o sea, el número 1 no existe antes que el número 2 en el tiempo, sólo es una relación numérica.

Sin necesidad de utilizar el tiempo como la cuarta dimensión del espacio-tiempo, el mundo físico puede ser descrito más precisamente. Como señalaba el físico Enrico Prati en un reciente estudio, la dinámica hamiltoniana (ecuaciones de la mecánica clásica), es de una robustez bien definida sin necesidad del concepto de un tiempo absoluto. Otros científicos han señalado que, el modelo matemático del espacio-tiempo no se corresponde con la realidad física, y proponen que un «estado espacial» atemporal proporciona un marco más preciso. Los científicos también han investigado la falsabilidad de estas dos nociones de tiempo.

El concepto de tiempo como la cuarta dimensión del espacio —como una entidad física fundamental en la que ocurre un experimento— puede ser falsificado por un experimento en el que el tiempo no existe, según los investigadores.

Un ejemplo de experimento en el que el tiempo no está presente como entidad fundamental es el experimento de Coulomb; matemáticamente, este experimento existe sólo en el espacio. Por otro lado, en un concepto del tiempo como el orden numérico del cambio que tiene lugar en el espacio, el espacio es la entidad física fundamental en la que se produce un experimento determinado. Aunque este concepto podría ser vuelto falso por un experimento en el que el tiempo (medido por los relojes) no sea el orden numérico del cambio material, este experimento aún no se conoce.

«La teoría de Newton sobre el tiempo absoluto no es falsable, no se puede probar ni refutar, se tiene que creer en ella», señaló Sorli. «La teoría del tiempo como la cuarta dimensión sí es falsable, y en nuestro último artículo se demuestra que hay fuertes indicios de que podría estar equivocada. En base a los datos experimentales, el tiempo es lo que se mide con relojes: con unos relojes que miden el orden numérico del cambio material, es decir, el movimiento en el espacio».

Además de proporcionar una descripción más precisa de la naturaleza de la realidad física, el concepto de tiempo como un orden numérico del cambio también puede resolver la paradoja de Zenón sobre Aquiles y la tortuga. En esta paradoja, Aquiles, que es más rápido, ofrece a la Tortuga una ventaja en la carrera. Pero a pesar de que Aquiles puede correr 10 veces más rápido que la tortuga, nunca puede superar a la tortuga, ya que, por cada unidad de distancia que Aquiles corre, la tortuga también recorrerá un décimo de esa distancia. De esta manera, cuando Aquiles llega al punto donde la tortuga ha estado, la tortuga también habrá avanzado un poco más adelante. Aunque es obvio que la conclusión de que Aquiles nunca podrá superar a la tortuga es falsa, hay variadas propuestas para explicar por qué es erróneo el argumento.

La paradoja puede resolverse redefiniendo la velocidad, de modo que la velocidad de ambos corredores se derive del orden numérico de su movimiento, en lugar de su desplazamiento y la dirección en el tiempo. Desde esta perspectiva, Aquiles y la tortuga se mueven sólo a través del espacio, y Aquiles puede superar la tortuga en el espacio, aunque no en el tiempo absoluto.

Algunos estudios recientes han puesto a pruea la teoría de que el cerebro representa el tiempo con un «reloj» interno que emite tic-tacs neuronales (el modelo marcapasos-acumulador), y sugiere que el cerebro representa el tiempo de una forma distribuida espacialmente, mediante la detección de la activación de diferentes poblaciones neuronales. A pesar de que percibimos los acontecimientos que se producen en el pasado, presente o futuro, estos conceptos sólo pueden ser parte de un marco psicológico en el que experimentamos cambios materiales en el espacio.

Fuente: The Daily Galaxy. Aportado por Eduardo J. Carletti

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