Nuevo desarrollo ofrecerá la posibilidad de viajar a Marte en menos de dos meses

Marte se encuentra a 54,6 millones de kilómetros de distancia al momento de su máximo acercamiento a nosotros. El viaje más rápido a Marte desde la Tierra con la tecnología actual, y una ayudita de las matemáticas, lleva unos 214 días, 30 semanas, o si lo prefieres, unos 7 meses

Este viaje no es un problema para las sondas y los exploradores robóticos como el Curiosity, pero para una tripulación humana sería algo difícil de soportar. Es esencial el desarrollo de un sistema de propulsión más rápido y eficiente para los viajes interplanetarios de las futuras misiones tripuladas de exploración…

Y ahora un equipo de investigación de la Universidad de Alabama en Huntsville está trabajando precisamente en ello.

Este verano, investigadores de la Universidad de Alabama en Huntsville se asociaron con el Centro Marshall de Vuelos Espaciales y con Boeing, con los que están creando los fundamentos de un nuevo sistema de propulsión que utiliza pulsos de fusión nuclear que se producen dentro de unos discos de litio-deuterio de 5 centímetros de diámetro. Y como los discos del hockey, se daría una serie de impulsos, más bien «bofetadas», al liberar el plasma generado tras la fusión nuclear de átomos de litio e hidrógeno en su interior, lo que proporcionaría la energía suficiente para propulsar una nave espacial, un efecto conocido como «Z-pinch«.

«Si este sistema funciona», dijo el Dr. Jason Cassibry, un profesor asociado de ingeniería en la UAH, «podríamos llegar a Marte de seis a ocho semanas en lugar de seis a ocho meses».

El componente clave para la investigación de la UAH es el Decade Module 2, un pesado dispositivo utilizado por el Departamento de Defensa para hacer pruebas de armas en los años 90. Llevado el mes pasado a la UAH, una vez armado permitirá al equipo poner a prueba el efecto Z-pinch y los métodos de confinamiento, y luego utilizar los datos para llegar con suerte a la siguiente etapa: la fusión de pastillas de litio-deuterio para crear la propulsión controlada por medio de un campo electromagnético.

Aunque un vehículo propulsado por un sistema de fusión Z-pinch no se puede utilizar para salir de la superficie de la Tierra —se quedaría sin combustible en minutos—, una vez en el espacio podría ser disparado para impulsar la espiral progresiva que llevaría fuera de la órbita, alcanzar una gran velocidad y finalmente frenar en el lugar deseado, tal como se hace con los cohetes convencionales… pero mejor.

«Es equivalente al 20 por ciento de la producción de energía del mundo en un pequeño relámpago de luz en un espacio del tamaño de su dedo. Es una tremenda cantidad de energía en un pequeño período de tiempo, sólo un centenar de milmillonésimas de segundo», explica el Dr. Jason Cassibry sobre el efecto Z-pinch.

De hecho, según un comunicado de prensa de la Universidad de Alabama en Huntsville , un motor por impulso de fusión es más o menos lo mismo que un motor cohete regular: un material frío entra, se enciende y empuja gas caliente hacia el exterior. La única diferencia está en cuánto material, y de qué tipo de combustible, se utiliza, y cuán potente es la fuerza de empuje.

Todo lo demás es la técnica habitual de la cohetería.

Fuente: Universe Today. Aportado por Eduardo J. Carletti

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