La NASA resuelve el misterio de la foto tomada por el robot Curiosity

Se trataba del impacto en el suelo de la nave que transportó al laboratorio móvil robótico. Los análisis

Entusiastas del espacio han estado alborotados durante días sobre si el explorador del suelo marciano, Curiosity, capturó la imagen de un choque extraterrestre. Ayer, la NASA declaró resuelto el misterio.

Segundos después de que el explorador del tamaño de un automóvil estacionara sus seis ruedas en un cráter antiguo, una cámara pequeña bajo el chasis tomó una fotografía revelando una mancha en el horizonte. Ésta desapareció en una fotografía posterior.

¿Se trató de basura en el lente de la cámara o de un remolino de polvo?

Resultó que Curiosity retrató el polvo levantado por la caída de una sección de su cohete a la distancia.

“Fue una asombrosa coincidencia haber podido captar este impacto”, dijo el ingeniero Steve Sell del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, el cual opera la misión con un costo de 2.500 millones de dólares.

El explorador propulsado por energía nuclear aterrizó el lunes a la madrugada en el cráter Gale, cerca del ecuador marciano, para estudiar si las condiciones ambientales pudieron haber favorecido la existencia de microbios. Su objetivo final es una montaña que surge del piso del cráter donde se han observado signos minerales de presencia de agua.

Curiosity realizó una rutina compleja y sin precedentes para posarse sobre suelo marciano. En los últimos segundos, la sección de cohete quedó suspendida mientras cables bajaban delicadamente al explorador. Tras tocar suelo, cortó los cables y la sección de cohete voló alejándose, para chocar a aproximadamente 600 metros del sitio donde quedó Curiosity.

Con una velocidad de 160 km/h, el impacto levantó una nube de polvo, la cual apareció en el campo visual del explorador.

Curiosity estuvo en el lugar adecuado, en el momento adecuado y con la dirección adecuada, señaló Sell.

Desde ese momento, Curiosity ha transmitido una avalancha de fotografías, incluida una vista panorámica de 360 grados a color y un video en baja resolución con los últimos minutos de su descenso.

Durante el fin de semana, tendrá una actualización de programa de cómputo, proceso que durará cuatro días. Durante la pausa, continuará descargando datos almacenados.

La explicación

“Tenemos dos fotos de dos cámaras diferentes en las que la nube aparece, tomadas unos 40 segundos después del aterrizaje”, dijo Sell, en una conferencia de prensa.

“En cada una de las cámaras, 40 minutos más tarde, la mancha no aparece más”, comentó y añadió que las dos cámaras apuntaban en la “dirección exacta” del punto de caída de la nave transportadora, manchada en las fotos tomadas por los satélites estadounidenses en órbita alrededor de Marte.

Teniendo en cuenta que los ingenieros de la NASA no tenían ninguna manera de predecir el lugar exacto, ni el eje en el cual el robot se posaría, tener un panorama del impacto de la grúa es “una maravillosa coincidencia”, aseguró Sell.

La foto en sí no tiene ningún valor científico, reconoció Sell, pero es “interesante para los ingenieros”. También demuestra que “nuestras proyecciones (sobre la eyección de la nave transportadora) eran correctas y que desarrollamos bien nuestros modelos”, aseguró.

Ayer, el equipo de científicos actualizó la información de Curiosity. Así, precisó la hora exacta de la llegada, así como el lugar en que se posó. Curiosity aterrizó a “2,25 km del lugar previsto, un poco más al Este, en realidad muy cerca”, especificó Gavin Mendeck, otro de los científicos responsables.

El equipo trabaja actualmente en un pequeño megabyte de los datos enviados por el robot, aunque finalmente recuperará 100 megabytes, “un tesoro”, según Mendeck. “Cuando hayamos recibido los datos, en unas dos semanas, nos llevará meses estudiarlos”, adelantó el especialista.

Durante su misión de al menos dos años de duración, este laboratorio móvil se abocará a buscar rastros de vida pasada en Marte, una misión que realizará con dos computadoras con procesadores menos potentes que las de un teléfono inteligente básico, precisó Ben Cichy, jefe de software del JPL.

Fuente: AFP. Aportado por Eduardo J. Carletti

Más información: