Estudio prueba que los delfines duermen con la mitad del cerebro

Científicos de la Universidad de California comprobaron que los delfines pueden permanecer alertas y activos durante 15 días o más, durmiendo con solo una mitad del cerebro a la vez

Los expertos creen que el truco es clave para la supervivencia, pues permite que les permite dormir con un ojo fuera de la superficie para poder respirar y a la vez estar pendientes de los depredadores.
Durante el estudio, los investigadores midieron las ondas cerebrales de dos delfines nariz de botella, a través de extensas y agotadoras pruebas de localización de eco.


Los delfines duermen con un ojo puesto
en la superficie y otro en los depredadores

Muchos cetáceos tienen cerebros relativamente grandes y complejos pero, ¿son por ello inteligentes? Incluso en los seres humanos «inteligencia» es un término no del todo determinado y que se presta a confusiones.

Se la suele relacionar con la capacidad de aprender, de conocer y de analizar utilizando la razón y el juicio. Para contestar esta pregunta no sólo se han analizado pruebas de comportamiento sino las estructuras del sistema nervioso.

Una comparación simple del cerebro de un delfín y un humano nos hace entrar en la sospecha de que este cetáceo tiene un elevado nivel intelectual. No sólo su cerebro tiene un tamaños superior en proporción al tamaño corporal que el del hombre, sino que también presenta una mayor complejidad.

El córtex, capa cerebral donde residen las más altas facultades intelectuales, parece ser más extenso y con circunvalaciones más complicadas, con una cantidad de al menos el doble. Además el número de neuronas es al menos un cincuenta por ciento mayor en el delfín.

Algunos especialistas opinan que estos animales podrían poseer un intelecto mayor al del humano pero definitivamente, distinto.

Se conoce bien la gran capacidad de aprender de los delfines: ellos enseñan a sus crías a obtener alimento y a defenderse de los predadores. Incluso, los delfines en cautiverio pueden enseñar a otros los «trucos» aprendidos durante su entrenamiento, que suelen ser medios para obtener comida.

Tal vez el error consista en que estamos analizando a los delfines en busca de una «inteligencia humana», una inteligencia capaz de adaptar el entorno en que vivimos en base a nuestras necesidades (por ejemplo, utilizar piedras para hacer una casa), y nos cuesta entender a un animal que se adapta al medio en que vive sin cambiarlo en su provecho, pero aprovechándolo plenamente. En este campo se podría decir que los delfines han demostrado mayor inteligencia que los seres humanos.

Sin embargo, suele sorprender el hecho de que los delfines son incapaces de escapar de una red, para lo que sólo necesitarían un simple salto.

Los polinesios dicen que los delfines son la «memoria del mar», si es así ¿por qué se siguen acercando a nosotros? ¿por qué buscan nuestro contacto después de tanta matanza?

Dice un investigador que, al estar en el agua con un grupo de delfines y escucharlos comunicarse entre ellos, girar a nuestro alrededor y volver a comunicarse, se tiene la sensación de estar siendo observados en lugar de ser «los observadores».

Fuente: Varios sitios. Aportado por Eduardo J. Carletti

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