Explosión de rayos gamma golpeó la Tierra en el siglo 8

Astrónomos hallan evidencia del fenómeno en los anillos de los troncos de antiguos árboles. Indican la llegada de radiación a la Tierra proveniente de dos objetos estelares compactos, quizá dos agujeros negros, que chocaron causando un desencadenamiento de energía y radiación electromagnética

Una explosión de rayos gamma, provocada quizás por la colisión de dos agujeros negros, habría originado unos misteriosos rayos cósmicos que golpearon al planeta Tierra al final del siglo 8, según un estudio publicado este lunes.

En junio pasado, investigadores japoneses descubrieron, en los anillos de los troncos de los árboles, huellas de una radiación emitida por un acontecimiento cósmico no registrado aún. Los científicos dataron ese fenómeno en forma precisa en el año 774 o 775, sin encontrar una explicación.

Fusa Miyake y sus colegas de la Universidad de Nagoya analizaron el carbono 14 (una variedad radiactiva de carbono que se forma cuando los rayos cósmicos atraviesan los átomos de la atmósfera terrestre) contenido en los anillos de crecimiento de dos cedros de Japón (Cryptomeria). En la Antártida, también, hubo un pico en los nieveles de una forma del berilio —berilio 10— en el hielo.

En los círculos de los dos árboles correspondientes a los años 774 y 775, los científicos hallaron la evidencia de una fuerte y brusca alza de la tasa de carbono 14 de alrededor de 1,2 por ciento, un aumento aproximadamente 20 veces superior a las variaciones atribuidas a los cambios de actividad del Sol.

El fenómeno no fue meramente local, ya que fue relevado en otros árboles de América del Norte y Europa.

La hipótesis de una erupción solar fue descartada, pues esos acontecimientos no pueden ser lo suficientemente potentes como para provocar semejante aumento de carbono 14.

Algunos investigadores señalaron que crónicas medievales daban cuenta de la aparición de un “crucifijo rojo” en el cielo después de la puesta del Sol, y emitieron la hipótesis de la explosión de una supernova. Sin embargo, el fenómeno es del año, 776 y habría mostrado otros rastros físicos.

Dos científicos del Instituto de Astrofísica de la Universidad de Iena en Alemania, Valeri Hambaryan y Ralph Neuhauser, esbozaron otra teoría para explicar ese misterioso bombardeo de rayos cósmicos: una breve «erupción luminosa».

Los flashes, o erupciones de rayos gamma, son fenómenos que emiten durante breves segundos más energía que el Sol en miles de millones de años de existencia.

Según Hambraryan y Neuhauser, un flash gamma podría corresponder perfectamente al brusco aumento de carbono 14 y a la ausencia de testimonios históricos.

En un estudio publicado por la Royal Astronomical Society británica, los astrónomos sugieren que dos objetos estelares muy compactos —agujeros negros, estrellas de neutrones o enanas blancas— habrían chocado para fusionarse, causando ese desencadenamiento de energía y de radiación electromagnética.

Una fusión de ese tipo provoca una erupción gamma tan intensa como breve. Generalmente dura menos de dos segundos, lo que explica la falta de observaciones terrestres en esa época.

Mediante los instrumentos modernos, los astrónomos pueden observar ese tipo de fenómenos en galaxias lejanas varias veces por año.

Si el origen de la radiación cósmica registrada en 774/775 es ese, la fusión tiene que haberse producido al menos a 3.000 años luz; de lo contrario cualquier forma de vida hubiera sido borrada de la Tierra.

“Si la erupción gamma se hubiese producido más cerca, habría causado importantes daños a la bioesfera». Incluso ahora, si ocurre a miles de años luz un fenómeno similar, provocaría el caos en los sistemas electrónicos muy sensibles de los cuales dependen las sociedades avanzadas, indicó Ralph Neuhauser.

Según el astrónomo, la erupción gamma registrada en el siglo 8 provenía de un sistema situado a una distancia de 3.000 a 12.000 años luz del Sol.

Fuente: BBC News y varios medios. Aportado por Eduardo J. Carletti

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