Planetas extraños: Un mundo abrasado de nieve negra y humeante

Hay algo mágico en despertarse y descubrir que ha nevado durante la noche. Pero no hay una manta blanca cuando nieva sobre exoplaneta HD 209458b. La nieve es negra, humeante y caliente como el infierno: se asemeja a un incendio forestal más que un paraíso invernal. Pongámoslo de esta manera: usted no necesitaría guantes

HD 209458b pertenece a una familia de planetas llamados Júpiter calientes, gigantes gaseosos constantemente abrasados debido a su cercanía a su sol. En contraste, los gigantes gaseosos de nuestro entorno inmediato, como Júpiter, son helados, ubicados en lejanos confines del Sistema Solar.

HD 209458b es también digno de mención, ya que está atrapado por la fuerza de marea, de modo que un lado está permanentemente mirando hacia su estrella, mientras que el otro está en una noche perpetua. En vista de ello, estas condiciones no parece invitar a la nevada: las temperaturas en el lado diurno se acercan a los 2.000° C, mientras que el lado nocturno es relativamente frío… alrededor de 500° C.

Una nieve formada de agua es, por supuesto, imposible en este mundo abrasado, pero el drástico diferencial de temperatura establece corrientes atmosféricas que levantan y arrastran material desde el lado diurno al nocturno y viceversa. Esto significa que las sustancias con la combinación adecuada de propiedades pueden ser gaseosas en el lado diurno, y luego se condensan en sólidos en el lado nocturno, y caen como precipitaciones. Bienvenida la nieve de óxido de titanio.

Pegada a la superficie

Aunque los óxidos de titanio representan sólo un pequeño componente de la atmósfera de un Júpiter caliente, estos compuestos tienen las propiedades adecuadas para caer en forma de nieve. Pero había un obstáculo que podría haber puesto fin a esta idea de las ventiscas. Los modelos más antiguos de computadora de los Júpiter calientes indicaban que los óxidos de titanio condensándose en el aire en la cara nocturna caerían como nieve, y permanecerían por siempre en la superficie relativamente fría. «Imagínense si en la Tierra no hubiese ningún mecanismo para evaporar el agua; nunca llovería», dijo Vivien Parmentier del Observatorio Côte d’Azur en Niza, Francia.

Ahora él y sus colegas han creado un modelo por ordenador en 3D más detallado, que muestra que la nieve puede convertirse de nuevo en gas a medida que cae y aumenta la temperatura y la presión. Fuertes corrientes ascendentes pueden soplar los óxidos de titanio de regreso a la atmósfera superior. «El gas puede volver a las capas superiores y nevar una y otra vez», dice Parmentier.

Las nevadas en HD 209458b serían como ninguna que hayas visto. Aunque el dióxido de titanio es de color blanco y brillante, los copos de nieve también contienen óxidos de sílice que provienen de la atmósfera, haciendo que se vuelvan negros. Dado que la atmósfera oscura es también, las tormentas de nieve en el planeta serían un asunto neblinoso, todo lo contrario a las sábanas blancas que recibimos en la Tierra. «Sería como estar en medio de un incendio forestal», dice Parmentier.

Aunque el equipo estudió un determinado Júpiter caliente, su modelo debe aplicarse igualmente a otros planetas de este tipo, lo que sugiere que la nieve caliente es algo común. Parmentier dice que puede que ya hayan visto nubes de nieve en otro Júpiter caliente: HD 189733b, ya que el análisis espectral del planeta sugiere la presencia de partículas microscópicas en su atmósfera.

David Sing, de la Universidad de Exeter, Reino Unido, que ayudó a identificar estas partículas en HD 189733b, dice que el nuevo modelo del equipo avanza en la explicación de cómo se comportan los óxidos de titanio en los Júpiter calientes. «Estamos muy acostumbrados a la condensación de agua en la Tierra, allí es de titanio debido a que las temperaturas son mucho más calientes.»

Caliente nieve negra… ahora que pase algo para despertarme.

Referencia de publicación: http://arxiv.org/abs/1301.4522

Fuente: New Scientist. Aportado por Eduardo J. Carletti

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