EE UU exige la retirada de Internet de la pistola imprimible en 3D, por tráfico de armas

El Gobierno argumenta que no respeta las leyes, y le da un trato similar al de un exportador sin licencia. El creador ha sacado ya los planos de su servidor de Internet

Más de 100.000 descargas en dos días han hecho saltar las alamas. Bien es cierto que Cody Wilson, creador de la pistola imprimible Liberator, no se oculta. Él mismo se ha encargado de proclamar el éxito de su invento.

Los patrones, de descarga gratuita, se publicaron el lunes. El jueves el Departamento de Estado se puso en contacto con Wilson a través de una carta para indicarle que debe dar de baja tanto esos planos como los de otras nueve armas de fuego que se encuentran en la página Defcad.org.

El gobierno argumenta que no respeta las leyes de tráfico de armas internacionales, y le da un trato similar al de un exportador sin licencia. «Esto significa que se los datos tienen que dejar de estar accesibles de inmediato», se incida en la carta. De lo contrario tendrá que hacer frente a la ley.

Según el creador, el pasado martes España lideraba la lista de descargas. Sin embargo, los poseedores, escasos, de una impresora en tres dimensiones no lo tienen fácil para convertir los planos en un objeto. La impresora de este tipo más popular, MakerBot, no es compatible con los requisitos para fundir las partes del arma y después montarla.

Este estudiante de Derecho de Austin (Texas) ha explicado por correo electrónico a la revista Forbes que se pliega a la petición: «Vamos a quitar todo los datos, pero quizá no sea posible que desaparezcan del todo. Podemos quitarlo de nuestros servidores pero no de Internet».

Tanto Mega, el servicio de descargas sucesor de Megaupload, como Pirate Bay ofrecen los planos a través de sus servidores. A pesar de la carta oficial, Wilson no lo considera una amenaza. «Estamos llegando a generar la conversación que anhelo. ¿Por qué no hay un régimen claro? ¿Se puede tener una control sobre el tráfico de armas en la era de Internet y las impresoras en tres dimensiones?», dice en la revista.

El inventor se compara con Philip Zimmermann, el inventor del código de encriptación de correo PGP, que se enfrentó a un proceso similar al considerar que era una amenaza contra la seguridad estatal. El matiz está en que el primero hacía programas informáticos y Wilson armas con aplicación en el mundo real.

Fuente: El País. Aportado por Eduardo J. Carletti

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