El 7,5% de la superficie de la Luna ya tiene dueño

Un acre en la Luna cuesta 19,99 dólares, mientras que uno en Marte cuesta 22,49 más impuestos y gastos de envío de la escritura

Con la crisis inmobiliaria que estalló hace algunos años, seguramente muchos pensaron en buscar nuevos horizontes para el mercado de los bienes raíces. Pocos, eso sí, deben haber mirado hacia el cielo. Quien sí lo hizo fue el norteamericano Dennis Hope quien, varios años antes —en 1968— miró a las estrellas y se pregunto si era o no posible poseer un pedazo de la Luna.

Asesorado por expertos se encontró con el Tratado del Espacio Exterior, que entró en vigencia en 1967 y que prohíbe a las naciones de la Tierra ejercer soberanía sobre la Luna o cualquier otro cuerpo celeste. Como fue creado hace tantos años, el tratado no consideró la posibilidad de que una empresa fuese la que se «apropiara» de la Luna o los planetas. Fue así como Hope decidió crear una compañía que desde hace casi 50 años vende «pedacitos» de cielo.

Según se puede ver en la web de la empresa Lunar Embassy que es posible tener un acre en la Luna por 19,99 dólares, mientras que uno en Marte cuesta 22,49 dólares más impuestos y gastos de envío de la escritura.

Dennis Hope aseguró a la cadena ABC que actualmente es dueño de nueve cuerpos celestes completos.

En el caso de la Luna, asegura que ha vendido cerca del 7,5% del territorio disponible y que entre sus compradores se cuentan unas 1.800 empresas, entre ellas dos de las principales cadenas hoteleras de EE.UU.

«La propiedad más grande que hemos vendido fue 2,66 millones de hectáreas. La vendimos por 45.000 dólares, pero estimamos que hoy en día la misma porción podría costar unos 2.660.000», dice Hope.

El empresario dice que no es un vendedor «inescrupuloso», por eso asegura haber redactado una constitución lunar y que como «representante de la Luna» ha establecido relaciones con unas 30 naciones terrestres. Su determinación es tal que ha emitido una moneda lunar y ha hecho propuestas para que la Luna se adhiera al FMI.

Las zonas más famosas de los cuerpos celestes —como el lugar de aterrizaje del Apolo 11— no están a la venta.

Fuente: El Universal. Aportado por Eduardo J. Carletti

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