Detectan posible presencia de agua en la atmósfera de un exoplaneta

Se trata de un planeta descubierto en el 2009 en el sistema de la estrella GJ 1214, a 40 años luz de la Tierra, clasificado como una supertierra

Un equipo japonés de astrónomos y científicos planetarios ha descubierto que el planeta Gliese 1214b, que se encuentra a 40 años luz de la Tierra, en órbita de la estrella GJ 2014 (constelación de Ofiuco), tendría una atmósfera rica en agua.

De ser así, servirá a los científicos para conocer mejor las características y la historia de ese mundo y aprender algo más que pueda servir en la incansable búsqueda de un exoplaneta que pueda ser habitable.

Este planeta en Gliese es lo que se llama una supertierra, un planeta que orbita una estrella fuera del Sistema Solar con una masa y un radio mayores que los de la Tierra, pero menor que los de los gigantes de hielo como Urano o Neptuno. En realidad, los científicos todavía no tienen claro si son más bien como una «gran Tierra» o un «pequeño Urano», por lo que cualquier dato nuevo sobre ellos resulta fascinante.

El equipo examinó las características de dispersión de la luz de este planeta en su tránsito alrededor de su estrella, al noroeste del centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea. El objetivo era aclarar si tiene una atmósfera rica en agua o en hidrógeno. Observaciones con el telescopio Subaru con un filtro azul mostraron que su cielo no tiene una fuerte característica de dispersión de Rayleigh, lo que podría predecir una atmósfera con hidrógeno, sin nubes. Las observaciones implican que es probable que GJ 1214 b tenga una atmósfera rica en agua. El equipo tiene previsto realizar observaciones de seguimiento en un futuro próximo para reforzar esta conclusión.

El reciente hallazgo confirma el trabajo realizado en 2010 (cuando los científicos concluyeron que el planeta se compone principalmente de agua) y se suma a la información del 2012 , cuando las mediciones infrarrojas con el Telescopio Espacial Hubble revelaron un posible mundo acuático lleno de vapor en una atmósfera espesa.

El planeta es un candidato ideal para la observación de exoplanetas, ya que está relativamente cerca de la Tierra (40 años luz de distancia ) y tiene aproximadamente 2,7 veces el tamaño de nuestro planeta, lo que nos da la posibilidad de realizar comparaciones entre los mundos.


Tres imágenes que muestran la relación entre la composición de la atmósfera y los colores de transmisión de luz. Arriba: atmósferas con mayor parte de hidrógeno muestran gran parte de la luz azul dispersa, lo que significa que los tránsitos se hacen más visibles a la luz azul que la luz roja. Medio: Atmósferas con menos hidrógeno dispersan las longitudes de onda azules más débilmente. Abajo: los planetas cubiertos de nubes hacen más difícil que la luz para recorra su camino a través de la atmósfera, aunque esté dominada por el hidrógeno. Crédito: NAOJ

Todavía hay cierto debate sobre si las supertierras están más cerca de la naturaleza de la Tierra, o de Urano y Neptuno (ambos de aproximadamente cuatro veces el diámetro de la Tierra) , lo que exige que los científicos estudien esta clase de exoplanetas para aprender más acerca de sus propiedades.

Una de las áreas objeto de la investigación es dónde se forman las supertierras. Se cree que los planetas surgen de un disco protoplanetario, o nube de gas, hielo y desechos que rodea una estrella joven en el comienzo de su vida. El hidrógeno compone una parte importante de este disco, al igual que el hielo de agua más allá de la «línea de nieve», o de la región en un sistema planetario donde el poco calor hace posible que se forme hielo.

«Los hallazgos acerca de dónde se han formado las supertierras y cómo han migrado a sus órbitas actuales apuntan a la predicción de que el hidrógeno o el vapor de agua es el principal componente de la atmósfera de una supertierra», declaró NAOJ. » Si los científicos pueden determinar el componente principal de la atmósfera de una supertierra, podrán deducir el lugar de nacimiento del planeta y la historia de su formación .»

El equipo reconoce que todavía es posible que exista hidrógeno en la atmósfera de GJ 1214 b, pero señala que sus hallazgos corroboran los anteriores, que indican agua. Si los científicos logran determinar el componente principal de la atmósfera de una supertierra, podrán deducir el lugar del nacimiento del planeta y la historia de su formación.

Aunque la cantidad de supertierras que los científicos pueden observar ahora en el cielo es pequeño, esta situación cambiará drásticamente cuando el satélite TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite) comience su estudio del cielo entero en búsqueda de pequeños exoplanetas en tránsito en nuestro vecindario. Encones los científicos podrán estudiar las atmósferas de muchas supertierras y, quien sabe, quizás llevarnos alguna grata sorpresa.

Fuente: New Scientist y otros medios. Aportado por Eduardo J. Carletti

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