Archivo de la etiqueta: Oceanografía

Los secretos submarinos que reveló la búsqueda del vuelo MH370

Un paisaje submarino de volcanes extintos y depresiones de 1.400 metros de profundidad

Así es el fondo del mar al sur del Océano índico, según las imágenes detalladas del lecho marino que ha difundido el equipo que busca los restos del vuelo MH370.

Hasta ahora, se habían conseguido mejores mapas de Marte que de esta parte del suelo marino.

El acceso a los secretos de uno de los lugares más desconocidos del mundo es la consecuencia inesperada del rastreo del avión de Malaysian Airlines que desapareció el 8 de marzo pasado con 239 pasajeros a bordo.

En la búsqueda del Boeing 777 han participado 26 países, pero no han hallado ninguna huella.

Montañas bajo el mar

Los investigadores de la Agencia de Seguridad del Transporte de Australia (ATSB), que lideran la búsqueda del avión, utilizan sonar (un radar de localización acústica) para mapear la nueva zona de búsqueda «prioritaria», en el fondo de la parte más al sur del Océano Índico.

Después de completar el mapa, se enviarán dos o tres vehículos submarinos para comenzar la trabajosa misión de rastrear el fondo centímetro a centímetro en busca de restos de fuselaje.

Mapa del lecho marino en el Océano Índico
El fondo del océano está marcado por los restos de antiguos volcanes que se conocen como montes submarinos

El área «prioritaria» se basa en la única evidencia material que tienen los científicos, que es una serie de breves saludos electrónicos entre el avión y un satélite.

Es el equivalente a un teléfono móvil que zumba cerca de un parlante porque se está comunicando con la antena, incluso cuando no se esté haciendo una llamada.

Sin embargo, esos «holas» electrónicos no dan una ubicación exacta, solo una aproximación. Por lo tanto, el área es aún de 60.000 km2, un tamaño apenas menor al de Panamá.

De todas formas, estos datos no están diseñados para encontrar al avión, ya que la resolución es muy gruesa, pero sí ofrecen una visión detallada del fondo submarino, según explica Simon Boxall, del Centro Nacional de Oceanografía de Reino Unido.

Y las elevaciones del terreno, que los científicos llaman montañas e identifican como antiguos volcanes submarinos, son parte de sus hallazgos.

Modelo del lecho marino
El nuevo mapa revela la nueva zona «prioritaria» de búsqueda en el sur del Océano Índico, marcada en la imagen con una línea amarilla

«Esos ‘bultos’ sobre el lecho marino en las planicies llanas al sur de la meseta del altiplano submarino de Broken Ridge son cada uno más alto que Ben Nevis (el pico más alto del Reino Unido)», compara Boxall.

«El terreno del área alrededor de Broken Ridge hace que los Alpes europeos parezcan colinas», dice el especialista.

Mapas para exploradores submarinos

Los mapas hechos a partir de la exploración con sónar son vitales para asegurarse que los vehículos submarinos no se estrellen en desfiladeros y volcanes.

Estos artefactos se arrastran por el lecho marino unidos a un cable blindado de 10km.

Mapa del lecho marino en el Océano Índico
En el área submarina también hay depresiones de hasta 1.400 metros de profundidad, marcados en azul

Si ese cable se engancha, podría dañarse o incluso partirse. Por eso son importantes los mapas para evitar los obstáculos.

Los exploradores submarinos están equipados con tecnología de sónar para localizar protuberancias extrañas, con cámaras que pueden verificar si esos bultos son restos del fuselaje o sólo roca y una nariz electrónica que puede detectar combustible de avión en el agua, incluso si está muy diluido.

Las operaciones de búsqueda del vuelo MH370 son las más complejas de la historia.

Podrían demorarse meses en encontrar alguna pista, o podrían no encontrar jamás el avión desaparecido.

 

 

Pero de momento, han descubierto un paisaje profundo lleno de montañas y abismos que no había sido explorado.

Fuente: BBC Mundo. Aportado por Eduardo J. Carletti

Más información:

Un misterioso animal devora entero un gran tiburón blanco de 2,70 m que los biólogos estaban rastreando

Un grupo de biólogos marinos de la costa de Australia colocaron un sistema de seguimiento en un tiburón blanco grande y saludable. Unos meses más tarde, la etiqueta se seguimiento apareció en la costa, en tierra. Cuando los investigadores analizaron los datos de la etiqueta, se encontraron con un misterio profundamente extraño… y un poco aterrador

En este video, nos enteramos de lo que encontraron los investigadores en la etiqueta. Unas semanas después de ser marcado, el tiburón parece haber sido arrastrado repentinamente en una fosa oceánica profunda, mientras su temperatura aumentaba, y luego devorado. La etiqueta se mantuvo en el sistema digestivo del animal, que comió durante varios días.

Sea lo que sea el animal, parecía pasar algún tiempo flotando en la superficie del océano de vez en cuando, aunque nunca se hundió tan profundamente como lo hizo después de que se comió el tiburón.

 

 

¿Qué tipo de depredador alfa habitante de las profundidades hizo esto? Obviamente, es muy posible que haya comido la etiqueta del tiburón, pero esto igual nos deja preguntándonos qué podría morder un gran trozo de tiburón y a continuación hacer una zambullida a una increíble profundidad y luego regresar? Este video es un recordatorio de lo poco que sabemos sobre el comportamiento del tiburón y de la vida en alta mar.

Fuente: Smithsonian Channel. Aportado por Eduardo J. Carletti

Más información:

Viaje a las profundidades de la fosa abisal de Vanuatu: debajo de 7.000 metros de océano

Los oceanógrafos suelen recordar a menudo que las profundidades marinas se conocen peor que la superficie de la Luna. Esta fosa alcanza los más de 7.000 metros en su punto más profundo. Quizá por ese motivo generan tanta fascinación

Al margen del viaje al punto más profundo de la Tierra —la Fosa de las Marianas— del cineasta James Cameron (quién exclamó nada más salir al exterior: ¡Es un mundo totalmente alienígena!), cada vez que una expedición científica explora alguno de estos puntos de gran profundidad vuelve a la superficie con un nuevo botín de criaturas desconocidas para la ciencia.

El último caso ha sido el de la expedición de un grupo de investigadores del Oceanlab de la Universidad de Aberdeen (Reino Unido) al punto más remoto de la fosa de las Nuevas Hébridas (actual archipiélago de Vanuatu y llamadas de esta forma en honor a las escocesas islas Hébridas).

El descenso hasta este punto del océano Pacífico inexplorado hasta la fecha y situado a más de 7.000 metros de profundidad ha revelado a los científicos que, al contrario que en las Marianas, en esta fosa no es extraño ver pulular grandes crustáceos o unos peces parecidos a los congrios —llamados brótulas— de más de un metro de longitud.

Para tomar las primeras imágenes de estas criaturas, el equipo liderado por el investigador del Oceanlab Alan Jamieson utilizó unos pequeños vehículos no tripulados que recorren el fondo marino con un cebo sobre ellos para atraer a los distintos organismos hacia las cámaras montadas sobre el vehículo. Después de 30 días tomando imágenes de estas profundidades del Pacífico, Jamieson y sus colegas observaron que la ecología y los seres vivos que habitan esta fosa difieren de los que han sido estudiados en otros puntos de gran profundidad.

Según aseguran los propios investigadores, hay unas 30 fosas profundas en todo el mundo y la mayoría de ellas se encuentran en el océano Pacífico. Los hallazgos de los oceanógrafos en la fosa de las Nuevas Hébridas incluyen grandes gambas de un color rojo brillante, brótulas grises de más de un metro de longitud y multitud de pequeños crustáceos de los que se han tomado muestras para analizarlos de vuelta en el laboratorio.

«Estamos empezando a descubrir que lo que ocurre en una fosa no tiene por qué representar lo que ocurre en todas las fosas de la misma profundidad», explica Alan Jamieson a la BBC.

«Lo más sorprendente es que nos encontramos una ausencia total y absoluta de una de las especies más comunes en las profundidades. En cualquier fosa del Pacífico se han observado muchos ejemplares de granaderos (o colas de rata, peces de la familia Macrouridae). Pero en las Nuevas Hébridas, no hemos visto ni uno solo», explica Jamieson. «En cambio, lo que sí hemos visto son las brótulas. Normalmente aparecen en todas las fosas, pero en muy bajas cantidades. Pero alrededor de las Nuevas Hébridas, estaban por todas partes».

La explicación que han dado los investigadores es que las brótulas están habituadas a vivir en ambientes con muy poca abundancia de alimento. En cambio, los granaderos necesitan una gran fuente de alimento. «Si te fijas en dónde está situada geográficamente la fosa de las Nuevas Hébridas, se encuentra bajo aguas muy improductivas», dice Jamieson.

Fuente: El Mundo y otros sitios. Aportado por Eduardo J. Carletti

Más información: