VAYAMOS POR PARTES, FRANKIE
En esta sección ponemos mensualmente una novela en capítulos, por pedido del público, que extrañaba esa incertidumbre de la espera por saber qué va a pasar. Esta es la segunda parte.
La Pared Delgada
by Waquero
Capítulo 2 – Virginia Lagger
Cuando terminé mi cerveza, salí un poco aturdido a la tranquilidad de la noche y pude ver a la señorita... perdón, señora Lagger, caminando delante de mí balanceando el cazo al igual que sus caderas. Al llegar a la esquina se detuvo y giró brevemente en mi dirección, me miró directamente a los ojos de manera sugestiva, un instante, y luego continuo caminando, dejándome inquieto y algo turbado. Pensé en acercarme y presentarme, pero sabía que en un pueblo como éste un acto así sería considerado más una desfachatez que un ritual civilizado, de manera que continué mi camino hacia la casa de la señora Harris con la esperanza de hallarla en la entrada y que tal vez allí alguien tuviera la amabilidad de presentarnos. Pero no fue así. Inesperadamente la hermosa señora Lagger subió corriendo los escalones, haciendo repiquetear sus tacones, y se metió dentro de la casa sin darme tiempo siquiera a que "caballerosamente" le pudiera abrir la puerta.
Permanecí unos instantes afuera hasta que vi prenderse la luz de su habitación. A pesar de tener las persianas bajas puede ver su espectacular figura recortada en silueta quitándose el delgado abrigo que la cubría.
"Si hubiese traído mis binoculares y mi permiso de fisgón me sentiría completo", pensé con resentimiento y me encaminé a mi cuarto. Ya en él me quité toda la ropa y desnudo me senté a tomar notas en mi cuaderno. Pensé en utilizar mi máquina portátil de escribir pero recordé el comentario de la pared delgada y supuse que el traqueteo resultaría insoportable a mi bella vecina, que se hallaba en casa. Tal vez fue por este motivo que mi curiosidad hizo que apoyara mi oído sobre la pared.
Silencio.
Luego de unos instantes comencé a sentirme ridículo y pensé que lo mejor sería tomarme un trago de la botella que siempre viajaba conmigo e ir a descansar.
Cerca de medianoche, no pudiendo dormir me dedicaba a revisar mis notas, cuando un sonido similar al de una cremallera al correrse me alarmó levemente y luego comenzó a escucharse una suave risilla de mujer.
Una ligera y seductora risilla de mujer... que inquietantemente se mantuvo hasta bien entrado el alba.
La mañana del martes la había pasado en la mina con una docena de gambusinos con más aires de fugados de un instituto para dementes de bajo presupuesto que el aspecto bonachón y colonial de los buscadores de quimeras que forjaron el espíritu norteamericano. En ese año la palabra calor cobró un significado nuevo para mí.
El clima en la caseta telefónica parecía gozar de diez grados más que en su exterior, lo que rondaría en los 89º (Fahrenheit) y la voz del otro lado de la línea parecía salir derretida, descolgarse del antiguo auricular y colarse por mi oreja como una melaza viscosa y cálida.
—No me importa si la mina sólo da mierda de buey" —espetó mi jefe desde la redacción del otro lado del estado—. Escribe cualquier artículo con tal que llame la atención a los palurdos del norte. Tengo más de 25 mil grandes metidos en esta maldita agencia de viaje y no los pienso perder... Averigua, husmea y por último inventa. Dame un artículo que haga que la gente quiera ir a visitar ese maldito páramo del infierno" Y otra cosa... Si alguna vez Amanda vuelve a convencerme de algún negocio, recuérdame hervir mis pelotas en aceite industrial... —Y cortó, dejándome como única compañía el latoso zumbido de la estática telefónica. Estaba dicho; no podía volverme a menos que le llevara algo inusitado.
Salí a la calle sintiéndome agradecido de estar al aire libre a pesar de la calurosa mañana de agosto.
—Tal vez desee un té helado; parece necesitarlo —La voz me sobresaltó no tanto por lo imprevisto sino por adivinar de quien provenía. La escultural Virginia Lagger me miraba con chula alegría, sentada en la banca donde se detenía el bus intercontinental.
—No parece salir de viaje señorita... —balbuceé estúpidamente, esperando la presentación de rigor.
—No... —Ignorando mi protocolo, dejó de mirarme y cruzó sus larguísimas piernas con languidez y arqueó la espalda, haciendo que sus turgentes senos apuntaran hacia delante con jactanciosa sensualidad—. No, no pienso ir a ningún lado —contestó sin levantar la mirada—. No aún —agregó y luego con una ojeada que era una abierta invitación, completó:— Y puede llamarme Virginia... señor Norton.
—Ted. —Mi voz sonó como el pedo de un pato
—Ted. —Prolongó la "d" final un poco más, apoyando su lengua sobre sus perfectos dientes.
Caminamos las dos calles que nos separaban del Corcel Gris como dos viejos camaradas hablando del estado del tiempo. La atracción fue inmediata y relajada, pero al permitirle ingresar primero a la taberna, que a esa hora se hallaba desierta, pasó muy junto a mí y pude apreciar su fragancia a delicado perfume y a mujer, dejándome momentáneamente desorbitado. Nos sentamos a una mesa cerca de la única ventana y pedimos dos té helados. La conversación deambulaba por los parajes más comunes con facilidad y gracia. Sentía en mí el creciente deseo por esa inusitada campirana que merecería transitar por las más sofisticadas pasarelas de París, cuando noté que a una de sus piernas cruzada sobre la otra se le había descalzado parcialmente un pie y jugaba con su zapato de delgadísimo taco en la punta de sus dedos. Por más que trataba de mantener mi concentración en la charla, ese pie semidesnudo me atribulaba como si se hubiese desvestido por completo. Virginia no parecía notarlo y cuando finalmente el zapato cayó al piso con un ruido seco, continuó con su pie descalzo apoyándolo suavemente contra una de las patas de la silla. La visión sus largos y blancos dedos levemente curvados por la presión sobre la madera estaban transformando mi cerebro en una masa a punto de ebullición. Si pretendía ponerme cachondo estaba haciendo un trabajo de primera línea.
—...nota sobre el lago? —Me maldije por lo bajo sabiendo que finalmente había logrado desconcentrarme. La miré en silencio unos instantes y al cabo la señora Lagger sonrió complacida y, sin repetirme la pregunta, se colocó su zapato y se fue sin pronunciar palabra, dejándome aturdido y altamente excitado.
Salí detrás de ella y mientras se marchaba, exclamó por sobre su hombro: —Suelo ir al lago St. Dawson los mediodías a nadar... Tal vez lo haga hoy, si quieres puedes ir, creo que lo encontrarás interesante, quizás como para hacer una nota sobre él. —Y se alejó contoneándose. El sol de la mañana se filtraba a través de sus cabellos, creando un reflejo dolorosamente bello.
"Suelo ir al lago St. Dawson
los mediodías a nadar"
Apenas pasado el mediodía me puse en marcha. Encontrar el lago no fue problema, era el único de la zona. Me llevó hasta allí un granjero avícola que se pasó las tres millas cantando desafinadamente himnos religiosos. Él y todo su camión olían a estiércol de ave. Caminé hasta donde el lago, que estaba ligeramente escondido por una hondonada boscosa, y me encontré con Virginia, que nadaba plácidamente en su centro; en la orilla descansaban sus ropas y una cesta. Cuando me vio me saludó alegremente y comenzó a nadar hacia la costa. Caminé lentamente hacia donde descansaban sus pertenencias y un poco alarmado vi que comenzaba a salir del agua.
No llevaba traje de baño.
Me di vuelta molesto por lo que consideré un perverso aunque ridículo juego de seducción, preguntándome sombríamente si no me hubiese convenido quedarme en el bar. No sabía lo que esta mujer pretendía de mí; eso me acobardaba y nunca me gustó la sensación de miedo (antes de este relato no tenía ni siquiera un asomo a ese abismo negro llamado miedo). Al voltearme, Virginia estaba terminando de vestirse; en su rostro se dibujaba una sonrisa casi mefistofélica, probablemente sintiéndose dueña absoluta de la situación. Sin decir palabra, desplegó un pequeño mantel a cuadros sobre la hierba y colocó sobre ella vasos, platos de cartón, una botella de buen vino californiano y algunos emparedados italianos. Nos sentamos ante el frugal banquete mientras una cálida brisa proveniente del lago mecía sus húmedos cabellos. Comía sin prisa y en silencio, absorta aparentemente en el paisaje. La parte superior de su vestido no estaba del todo abrochada y sus senos podían verse parcialmente.
—Me gusta venir al lago los mediodías —dijo mientras sorbía de su vaso de vino—. Me hace sentir menos sola... ¿Resistes la soledad, Ted?
—Estoy acostumbrado por mi trabajo.
—¿Tienes esposa?
—No. Ninguna futura ex-señora Norton toleraría mis continuos viajes.
—Mi marido pasa demasiado tiempo fuera... Eso me pone muy desdichada. —Pasó su rosada lengua insinuante por sus labios—. Muy... desdichada.
—Sin embargo ayer parecía estar bastante animada
Su actitud se endureció de repente. —¿A qué se refiere, señor Norton?
—A nada en particular. —Me atraganté—. Sólo que ayer pude oírla reír desde mi habitación, a causa de la pared delgada; parecía que...
—No sé a qué se refiere, señor Norton... —me interrumpió a la vez que se ponía apresuradamente de pie y guardaba los utensilios atropelladamente en la cesta, derramando casi todo el vino sobre el mantel.
—Pero... Virginia...
—Buenos días... señor Norton. —Se alejó rápidamente, bamboleando sus anchas
caderas, esta vez sin gracia, hasta desaparecer por la hondonada.
Continuará...
En cada rincón del mundo una leyenda nos acecha.
Sólo los testimonios de quienes han tenido el privilegio de ser espectadores de dichos fenómenos son nuestra más tangible evidencia de que "aquello" ronda en nuestros bosques, lagos, y montañas.
Los países del norte no son la excepción.
Los "monstruos" del folklore norteamericano —seres con nombres ridículos como gollygog, bingbuffer, moogie y fillyloo—, que forman parte de las creencias de los montañeses apalaches y de las montañas Ozark, se manifiestan en los bosques y zonas aisladas de América del Norte
Aunque el grueso de los avistamientos y encuentros con dichos seres toma lugar en la zona noroeste de los Estados Unidos (que comprende los estados de Washington, Oregon y Idaho), muchos investigadores opinan que no existe relación alguna entre los Sasquatch de los bosques y montañas de la costa del Pacífico y las criaturas parecidas que se manifiestan en el resto del país, ya que las apariciones de estos últimos son de corte más bien paranormal.
La población de Salamanca, N.Y., es el centro de una gran reserva perteneciente a la tribu Séneca. Duce Bowen, miembro de la tribu y cronista de eventos sobrenaturales relacionados a las costumbres de su gente, dice que los seres de tipo "Bigfoot" forman parte integral de las creencias de los Séneca. Para aquellos que aún piensan que estos seres son "gigantes bondadosos" del bosque, les ofrecemos lo siguiente, tomado de los archivos del investigador Ron Schaffner, para recapacitar. En 1869, el periódico Minnesota Weekly News incluyó la siguiente noticia:
"La población de Gallipolis, Ohio, está siendo asediada por un hombre salvaje que supuestamente vive en los bosques cercanos a la ciudad. Anda desnudo y está cubierto de pelo; su estatura es enorme y sus ojos comienzan en el fondo de sus órbitas. Un carruaje que transportaba a un padre con su hija fue atacado por esta criatura hace algunos días. La criatura se abalanzó sobre el padre, echándolo del carruaje y cayendo sobre él para rasguñarlo y morderlo como lo haría una bestia salvaje. La contienda entre ambos fue larga y cruenta, ya que la criatura sujetaba a su víctima contra el lodo, tratando de asfixiarlo. La hija, tratando de salvar la vida de su progenitor, puso fin a la contienda cuando le asestó un golpe a la criatura con una piedra cerca de la oreja. La criatura se levantó y se internó lentamente en un matorral cercano".
En 1995 surgió un aspecto inesperado de este asunto: Con el paso de los años, cazadores y otras personas que frecuentan los montes se habían encontrado con grandes "montículos" de hierba seca y ramas en ciertos claros del bosque. Joedy Cook, director del Ohio Bigfoot Research and Study Group, con sede en Cincinnati, opina que los montículos son alojamientos provisionales fabricados por estas criaturas. Cook y su colega George Clappison se han internado dentro de estos enormes pajares y dicen haber encontrado pelos pertenecientes a algún tipo de animal. Los habitantes de las apartadas comarcas de Ohio en dónde aparecen dichas estructuras dicen que son construidas por el Grassman u "hombre de la Hierba"; criatura cuya descripción es idéntica a la de un Bigfoot.
Los parasimios (término acuñado por el veterano investigador Don Worley, creyente en el origen paranormal de los seres) han demostrado ser invulnerables a las balas. En más de treinta casos registrados entre 1968 y 1977, las criaturas han recibido balazos de todo tipo de calibre sin acusar daño alguno. "La doble naturaleza física y parafísica de estas criaturas ha sido comprobada al paso de los años", afirma Worley. "Este hecho explica el motivo por el cual jamás se ha dado muerte o capturado alguna de estas entidades después de casi un siglo y miles de casos. También explica cómo pueden aparecer en regiones bien pobladas y eludir la captura, lo que sería totalmente imposible para un animal de carne y hueso. Mientras que se encuentran en el entorno terrestre, las criaturas son físicas en todos los respectos, pero tienen la capacidad de cambiarse a un estado de materia y energía que actualmente desconocemos".
Este extraño ser comenzó a manifestarse a principios de la década de los '60, cuando una dama de sociedad que conducía su auto a través de la región boscosa conocida como el parque Chief Cornstalk vio una figura humanoide en el centro de la carretera. "Reduje la marcha y, cuando nos acercamos, me di cuenta que no se trataba de un hombre," recuerda la señora. "Se trataba de una gran figura gris. Repentinamente, desplegó unas enormes alas que iban de un lado de la carretera a la otra, y despegó verticalmente, perdiéndose de vista en segundos... quedé espantada, y salí del lugar a toda velocidad".
En la misma manera en que los seres de tipo Bigfoot se manifiestan en lugares abandonados o aislados, el "hombre polilla" se asentó en una región derrumbada que había sido utilizada para fabricar explosivos durante la 2ª Guerra Mundial y que era conocida por los lugareños como la "zona TNT". Fue precisamente en dicho sitio que Roger y Linda Scarberry, acompañados por Steve y Mary Mallette, se encontraron con la criatura. Según el testimonio de las parejas, el ser tenía alas enormes como la de un murciélago, y podía plegarlas contra su espalda; carecía de cabeza, y los enormes ojos rojos parecían estar en su torso. Los aterrorizados jóvenes, que habían visitado el inhóspito lugar en automóvil, salieron disparados a más de 160 km/h, tratando de ganar la seguridad de Point Pleasant, la población más cercana. Cuál no sería su pavor al ver que más adelante, en el camino, había otra criatura del mismo tipo o la misma, que desplegó sus alas y voló sobre su automóvil, siguiendo a las dos parejas hasta la entrada del pueblo.
El 16 de noviembre de 1966, varias familias de la región se reunieron para visitar la zona TNT juntas y ver las manifestaciones del fenómeno OVNI que coincidieron con las apariciones del "hombre polilla" (mas de mil casos de OVNIS fueron recopilados durante este plazo de tiempo). El extraño ser parecía estar esperando a su visita en la entrada de la casa de Ralph Thomas: todos pudieron ver una gran figura gris, más grande que un hombre, con dos resplandecientes ojos rojos. Los despavoridos testigos se internaron en la casa de la familia Thomas, quedando atónitos al ver que el "hombre polilla" seguía merodeando alrededor de la casa, asomándose a la ventana de sala en un momento determinado.
Algunos dicen haber visto la versión femenina, que a diferencia de su par varón poseía alas de murciélago.
El investigador Ron Schaffner pudo determinar que, curiosamente, toda la abundante vida silvestre de la región circundante a la granja de los Kline parecía haberse esfumado debido a la presencia del ser anómalo. Los perros ladraban constantemente y el ganado aparentaba estar sumamente inquieto. Un perro perteneciente a otro granjero de la zona saltó a través de una ventana cerrada para entrar en su casa, aparentemente tratando de huir de "algo" que le produjo un buen susto.
Aunque ninguno de los testigos jamás vio volar a la insólita criatura, Schaffner apuntó que existía un parecido cercano con el famoso "hombre polilla" de Virginia Occidental: ambos seres poseían ojos luminosos de color rojo anaranjado; producían sonidos parecidos a un chillido o un disco tocando a 78 rpm; ninguno de los dos tenía ni brazos ni pies visibles, y la estatura de ambos era superior a los dos metros.
El furry es un estilo de arte en el cual el universo animal se mezcla con la naturaleza humana, creando como resultado una sociedad distinta, a simple vista en una dimensión que por muchas razones se parece a la nuestra, igualada en costumbres y creencias. Quizás, después del manga..., el furry sea el segundo movimiento artístico que gana fans en cada rincón del mundo, a pesar de que se lo considere frívolo e insulso. Un movimiento natural y único que merece la pena ser descubierto por las personas que huyen de la monotonía de un universo de Status Quo que no quiere cambiar y que a la larga se termina por convertir en una carga negativa que lleva a al encasillamiento. Movimiento originado en Estados Unidos ya desde hace un par de décadas, el furry demostró ser un estilo de arte amistoso y loable por su formato único y casi didáctico (por su aproximación al la zoología), aunque la mayoría lo toma como casi infantil por el simple hecho de que se usan animales para este arte. Pero lo que más nos une a este modo de vida es la simple conexión con la naturaleza de los animales y su lealtad a la vida y a la amistad conjunta, como una verdadera jauría o manada, como se lo quiera llamar.
La historia de la UFA comenzó a fines del 2000, en Rosario, Santa Fe, cuando dos jóvenes dibujantes de genero furry divagaban nombres raros en un momento de joda como muchos los tenemos, uno era Sergio "Zorro" Re y el otro era Pablo "Poly" Caminos. Zorro en ese entonces era el dibujante del comic book Turbo Peludos, editado por primera vez a fines del 99, y Poly es el creador de Zayra y Onky Onky Kenuky, personajes que ocupan el cyberespacio de Furnation (uno de los servidores furry de Internet mas visitados en el mundo, con sede en USA) desde hace un par de años atrás. La principal meta de Zorro y Poly era crear una agrupación furry autóctona, y fue por casualidades del destino y de una broma conjunta entre los dos el resultado de la creacion de la UFA, y después de una preselección de más de veinte logotipos, llegaron a elegir uno que es el logo actual que usa la presente agrupación. Desde ese entonces, Zorro con su estilo de dibujo casi similar a de mentores americanos como Shawntae Howard o Terrie Smith, y Poly con sus influencias sacadas del Kemono (es así como se lo llama al furry en Japón)y sus exponentes como Dr. Komet o Karabiner, lograron formarse una base que les sirvió mucho para la practica y la difusión de sus dibujos y sus contactos con miembros del ambiente de todo el mundo.
Desde la formación de la UFA, dibujantes y fanas del furry se fueron sumando a esta asociación, entre ellos: Ezequiel "Zero" Achenbach, Fire, Juan Carlos Vazquez, MatCat, Bradford, Luky Draco, Cristian "huevo" Gariboldi y Jose "Black Neko" Ballester (aunque los últimos dos no son furries, pero forman parte de la UFA y aportan dibujos e ideas).
En Mayo de 2001, en la realización de Leyendas 2001( una convención anual de comics y anime que se realiza en Rosario) Zorro Re conoce a otro dibujante furry de Buenos Aires llamado Hugo "Zeth" Salvatierra, creador de Gabriel (un fanzine de futura publicación). Zeth practica los fundamentos del furry vertiginoso y darkista, influenciado por las caricaturas post punk del new wave ochentista y dibujantes de variedad licántropa como Joe Rosales, Scotty Arsenault, Eric Schwartz o Stan Sakai, que a la vez suma los estilos de las historietas argentinas del inmortal blanco y negro como Cybersix o El Eternauta y sin dejar de lado las eminencias del arte secuencial europeo como Azpirri, Manara, Hugo Pratt y sus historias de ambientes exóticos. Desde el momento en que Zeth forma parte de la UFA, comenzaron una seguidilla de proyectos ligados con el furry que se han transformado en un motivo de seguir adelante para todos los integrantes de la misma, dando como fruto muchas iniciativas que verían la luz a principios de 2002, a esto sumado los distintos proyectos que Zeth y Zorro Re tiene para el cyberespacio para el mismo año y las actualizaciones que los sitios de Pablo Caminos de sus sitio en Furnation.
A esto hay que agregar que el Fanzine de Diego Sá, Mi Dulce Minina, sirvió de mucho gancho para que nuestro proyectos sigan adelante y que el furry también puede hablarse en criollo y demostrar otro tipos de historias de una manera más amena y divertida.
La UFA tiene abiertos los brazos a todos los que quieran demostrar su arte y sus gustos furries en el territorio argentino, y a todos lo que teman expresarlo le podemos decir que no tengan miedo y que dejen rienda suelta a su imaginación. Todos los que integran la UFA son soñadores también y no temen exponer sus ideales naturales a cualquier mente obtusa que se deja llevar por el materialismo, que cada vez en este mundo se vuelve más caníbal y no perdona.
Hoy por hoy, la UFA tiene pensado hacer muchas publicaciones de futura tirada de las cuales podemos dar una par de Previews... como el SwinSuit Issue, que es un complilado de pins ups de trajes de baño dibujados por los integrantes de la misma y la inminente pubicación de Gabriel en la web.
Y ya saben... no se sientan solos en este mundo por así decirlo "Humano", cerca de ustedes se encuentra un mundo con el cual siempre soñaste o quisiste. ANÍMENSE, escapen de su monotonía cotidiana para entrar a una dimensión diferente, alterna y cautivante. Estos son los tiempos de cambio, un cambio que no sólo nosotros podemos lograr, necesitamos de su ayuda para hacerlo posible... Necesitamos sus aullidos para que los nuestros se hagan mas fuertes y puedan ser escuchados. ADELANTE.
Y seguimos inaugurando secciones señoras y señores, simplemente Teatro:
Un Colectivo en donde viaja el talento.
Realidad y ficción, contenido y límite a la vez, de cada momento de nuestras vidas.
Donde comienza una y donde termina la otra. Cada día nos enfrentamos a esta contradicción.
Un colectivo, un cabaret, la vereda de una calle: Espacios escénicos de una ciudad que se multiplica en cualquier otra. La urbe es protagonista, escenario inmenso, da marco vital a seres anónimos que portan un drama antes que un nombre. Una derrota como tarjeta de identificación.
Manuel, soldado del servicio militar optativo, es advertido de que su mujer, María, lo traiciona. Confirma la noticia al llegar a un cabaret donde encuentra a María, que se desempeña como "trabajadora" del local, con su amante, un cliente asiduo. La tragedia se desencadena en plena vía publica, con el asesinato de la mujer por parte de su celoso marido.
Fango Negro, original de José Gabriel Núñez, está inspirada en el "Woyzzek" de George Bûchner. Sus personajes, junto a sus ansias de lucha y libertad, se enfrentan con los grandes escollos cotidianos, como la falta de trabajo, la miseria, la discriminación, la muerte, la nada, la inutilidad de todo esfuerzo para cambiar sus destinos.
Permanentemente desgarrados, sus personajes se debaten entre el deseo de vivir y la angustia de no poder otorgarles sentido a sus vidas.
Jose Gabriel Núñez logra lo que pocos, elimina esa delgada línea de ficción que hace estática la participación del espectador. La palabra clave es Movimiento. En medio de ese aletargamiento que se sufre o disfruta cuando atravesamos una ciudad en mitad de su noche, distintas historias de vidas nos buscan cómplices en los asientos. El frío nocturno nos despeja cuando creemos que todo está en cause. Y un tango ignoto nos recuerda que la furiosa Nueva York no es otra que la misteriosa Buenos Aires, con una mujer semidesnuda de aspecto de francesa que nos da su cuerpo como carta de presentación de una mini ciudad luz. Pero al volver al colectivo sabemos que no es Francia, seguimos en Buenos Aires, donde el canillita nos vocea el diario pasando por encima del cuerpo inerte de una bella mujer. Sí, definitivamente esto es Buenos Aires.
Mis felicitaciones a J.G. Núñez y es de destacar la calidad histriónica de Eliana Migliarini.
" Fango Negro"
La famosa Obra del Colectivo
en su Quinta Temporada Consecutiva
"Fango Negro" surgió como un verdadero éxito durante el Primer Festival de Teatro Independiente que tuvo lugar en la Ciudad de Buenos Aires en el año 1997. El público primero y la prensa después la bautizaron como "la obra del colectivo"
para resaltar la originalidad de esta pieza que se desarrolla en un típico "bondi" porteño. Desde entonces el grupo de teatro independiente Clan-Destino es el responsable de reponer la obra año tras año, con gran suceso, realizando cien funciones por temporada.
Escrita por el venezolano José Gabriel Nuñez y dirigida por el argentino César Sambataro —quien también actúa junto a un grupo de 12 actores— esta obra logra que el espectador se integre y sea un protagonista más de la historia. Historia que recorre la comedia y la tragedia con la fluidez, naturalidad e ironía que tiene la vida real. Una pieza que muestra el delicado límite entre la ficción y la realidad, entre lo cotidiano y lo extraordinario y que se desarrolla en un clásico viaje en colectivo mientras se recorren las principales arterias del centro porteño.
En su quinta temporada consecutiva el colectivo de "Fango Negro" sale todos los viernes y sábados de la puerta del Teatro San Martín (Av. Corrientes 1530) con dos funciones diarias a las 21.00 y 23.00 horas. La venta de entradas se realiza esos mismos días a partir de las 18.30 horas en la vereda del Teatro San Martín.
La obra cuenta con el auspicio de la Secretaría de Cultura y Comunicación de la Presidencia de la Nación, de la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y de la Secretaría de Cultura de la Provincia de Buenos Aires por ser considerada de interés cultural, como así también tiene el auspicio de la Secretaría de Turismo de Presidencia de la Nación. Por otro lado ha sido reconocida en el exterior por su originalidad y el talento de sus actores mereciendo que tanto "E-Entertaiment Television" como el noticiero de habla hispana "Primer Impacto" realizaran informes especiales sobre la misma.
CONSEJO: 10 en la escala de 10 Waqueriana.
Fango Negro
Informes: 15-4037-9092
Ventas de entradas: Puerta del Teatro Gral. San Martín los viernes y sabados desde las 18 hs.
info@fangonegro.com
www.fangonegro.com
GRAN CONCURSO GRAN
Les recordamos a los amadísimos lectores que los cuentos deben mandarse en formato rtf ya que mi PC caprichosa no los lee de otra forma.
Más Sangre para la Diosa
by Alexis Javier Winer
(...) maldita raza tu crueldad
araña astuta, colmillo a estrenar
(...) condenado a mirarte morder
la carne que empieza a faltarme (...)
Caballeros de la Quema
En una habitación oscura del Centro pasaban de las dos de la mañana. Ella estaba sobre él, él sentado en el sofá con los brazos extendidos en posición de víctima, él en el altar de sacrificio y ella lista para sacrificarlo porque él se lo había pedido. "¿Qué vas a hacer conmigo? Es tu oportunidad…", dijo él. Y ella, "No lo sé…". Y él, "Sólo por hoy, como en el poema, solamente ahora". Y ella, "Entonces te condeno a soportarme tres meses más". Él se rió y bajó los brazos y ella también se rió, y él reía aunque por un instante pensó que ella tenía razón: tres meses más podrían transformarse en una condena. ¿Y al final de los nuevos tres meses qué pasaría?
En las sombras, el puñal de sacrificio desciende rápido y rompe la sombra hiriendo sin matar, condenándolo a una agonía lenta de tres meses. Tres meses atado a aquel altar con forma de semiesfera y un pequeño embudo en el centro, con alimento apenas suficiente para mantenerse vivo, y ese puñal repitiendo el sacrificio noche tras noche para que la herida no cierre, para que la sangre escape espesa de la herida y moje el altar, para que la sangre más espesa aún gotee por el agujero de la piedra sobre la boca de la diosa de piedra. La diosa, poco a poco, tomará su vida, su sangre, gota por gota hasta dejarlo seco tres meses después, cuando el hechicero consiga una nueva víctima.
Frío en la espalda y un estremecimiento, luego el dolor. "¡Una araña!", dijo ella, y él tuvo miedo porque aquella noche las sombras le habían revelado la verdadera forma de la diosa que él había amado durante tres meses. Fue sólo un instante, pero en ese instante no vio a la mujer dulce de los ojos redondos sino a una araña posada sobre él, lista para el sacrificio, decidiendo si lo mataba en ese momento o lo dejaba para más tarde… Y lo peor fue que él se lo pidió, pidió el sacrificio como una suerte de broma, pero realmente la vio como una araña, y desde entonces cada gesto, cada palabra de ella tuvo un sentido oculto, una doble intención, y lo peor era que él no podía escapar. "Una araña chiquita, espero que no te haya hecho nada", dijo ella.
La caverna es oscura y la oscuridad aumenta su tormento. Han pasado tres meses y toda su sangre, gota a gota, fue absorbida por ese espantoso ídolo de piedra. Pero la tortura consiste en la extensión del proceso: pierde lentamente su sangre pero sus huesos la van regenerando en un balance que, en última instancia, lo llevará a la muerte. Y allí está cada noche la mano oscura del hechicero de la tribu y el cuchillo de sacrificio que muerde la herida para abrirla una vez más, y también el dolor intolerable en la herida. Lo peor es que el desfile de las sombras proyectadas en la cueva de piedra por las antorchas no termina al acercarse el cuchillo, cuando vuelve la oscuridad…
Las palabras de ella eran como cuchillos que removían la herida… Ella parecía no saber, si alguien la hubiese escuchado diría que realmente amaba a ese hombre como no amó a nadie, pero él lo veía todo tan distinto… "Locura, eso, sin duda. Dirán que paranoia". Ella en todo momento le había dado pruebas de fidelidad, de amor sin límites, de bondad, de celosa preocupación… Pero él no podía dejar de pensar, "si una araña se preocupa por el bienestar de su presa le pueden llamar amor, pero es otra cosa", y al mismo tiempo tampoco podía descartar la locura, "eso es lo que diría cualquiera, locura", y eso, precisamente, era lo que lo mantenía en la red: no saber si se trataba o no de locura.
Tres meses no, seis. Tres meses más ha dicho, o eso entendió él. ¿Por qué? ¿Acaso no pudieron encontrar una víctima nueva? Seguramente eso, piensa él en la oscuridad, y sabe que tiene más tiempo porque la herida ahora es menor, los cortes son más breves, es menor la cantidad de sangre para la diosa. "Me hacen durar hasta que encuentren a otro…". El único consuelo que ha guardado durante todo este tiempo ha sido la esperanza de la muerte al finalizar los tres meses, la muerte como una forma de escape. Pesadilla no, es peor que una pesadilla, porque a causa de su debilidad duerme casi todo el tiempo mientras sus huesos fabrican más sangre para la diosa, y cuando él duerme sueña con la diosa y el cuchillo y las manos del hechicero y las sombras de fuego, y cuando despierta ve a la diosa, al cuchillo y las manos del hechicero, ve las sombras de fuego y además siente el dolor, y revive en él el deseo de que el dolor se detenga…
Eran la pareja perfecta: ella jamás le gritaba, él nunca discutía con ella, estaban de acuerdo en casi todo y, cuando no era así, aceptaban que pensaban distinto, que no podían ser idénticos. Y lo peor, pensaba él, era verlos siempre juntos; la pareja perfecta, más que simpatía despertaban envidia y rencores. "La pareja perfecta", pensaba, "la presa y el cazador, tres meses más". Pero lo que lo perturbaba no era esa forma encubierta que él veía en ella, detrás de ella, sino la pregunta: "¿Para qué? ¿Qué es lo que realmente quiere?". Si fuera una diosa querría su sangre, pero era una araña, una araña con apariencia humana cuya verdadera esencia sólo él podía percibir.
Además de la debilidad y de los sueños y del dolor de la agonía, queda el ruido de la sangre espesa que, luego de deslizarse sobre el altar, cae sobre el ídolo de piedra. Peor es no entender por qué, para qué. ¿Por qué no le ofrecen toda su sangre a la diosa de una sola vez? ¿Por qué ese refinamiento en la tortura? Si fuese una araña querría su sangre, pero es un ídolo de piedra caprichoso y cruel, una piedra con forma de diosa, una diosa que sólo el hechicero parece ver como tal, un inmundo pedazo de piedra regado con su sangre.
Encender un cigarrillo es un lujo que pocas veces le dan en este altar, y una vez más aparece la mano blanca con el cuchillo para abrir la herida y las sombras se dibujan en el techo blanco y juegan con las manchas de humedad. Ya no pregunta por qué lo tienen ahí, no pregunta por qué todas las noches le clavan ese cuchillo tan fino como una aguja y le reemplazan la sangre por algo que lo hace dormir, que lo hace soñar con la diosa de piedra, con la mujer que fingía amarlo, con la mujer que él mató en defensa propia. "Es mentira, como dicen, que ella era inocente": él la vio, faltaban unas horas para que se cumpliera el plazo y él hizo lo que pudo. "Una presa debe defenderse", piensa ahora mientras sus ojos vuelven a cerrarse y lo depositan en el altar de la diosa-araña-mujer-piedra donde siempre es de noche, mientras sus ojos se cierran y le niegan la ventana, el parque con los otros internos reposando al sol, el jardín, la verja del hospital y, a lo lejos, la calle, y más lejos todavía un mundo que ha dejado de pertenecerle.
* * * * *
—Quiero dedicarle este número a Jorge Korzan por considerarme joven...
—Jaaaaaa... Buenísimo. ¿Te considera joven? ¿Qué tiene ese muchacho en lugar de ojos?, ¿el dos de oro?
—Cortála, imbécil.
—¿Por qué nos peleamos todo el ander?
—Vos empezaste...
—No, vos...
—No, vos...
—No, vos...
Y así siguieron hasta el próximo Ander. Adiós.
Quiero que sepas, Gimena, que te llevás un pedacito de mi corazón al cielo, y desde este lugar que es mi casa, el Ander, decirte... Nunca te vamos a olvidar Natalia y yo, donde quieras que estés. Simplemente hasta luego.
Axxón 114 - Mayo de 2002