Correo 141


1o de agosto de 2004
  Amigo Eduardo:

Estoy seguro haberte mencionado, en alguna carta de hace unos pocos años, algunas de las maravillas que descubrí gracias a haberme encontrado con Axxón y algunas páginas de Ciencia Ficción argentina. Hoy me resulta un placer doble escribirte justamente por esto: entre esos descubrimientos se encontraban, en primer lugar, algunos textos de Carlos Gardini y también "Amoité", de Claudia de Bella. Particularmente éste, me emocionó muchísimo, y celebré el día que descubrí otro texto suyo. ¡Y hoy tengo que celebrar su editorial! ¡Impresionante! ¡Y tan verdad!

Por eso es que se me ocurre intentar hacer un aporte más a lo dicho por ella. Con 47 años, vengo de una educación que, sin lugar a dudas, tenía otro nivel, absolutamente diferente del actual. Pero también por esa edad, he vivido tal vez los comienzos de la degradación, que de todas maneras, estaba en pañales en relación a los niveles actuales.

Yo no soy un superdotado, ni un genio, ni nada por el estilo. Tengo inquietudes, y voluntad de llevar adelante lo que me gusta, simplemente. Tuve la suerte de que mi viejo tenía una biblioteca impresionante, y no tuvieron que inculcarme la lectura. Yo gateaba, sí, gateaba, y ya me quería subir a los estantes de la biblioteca. Cuando pude tomar una lapicera, o un lápiz, agarraba los libros y los rayaba todos, ni idea de escribir todavía, apenas si hacía garabatos. Mi viejo tuvo que enseñarme a respetar los libros para que no se los arruinara todos. Bien, cuando tuve entre 12, 13 años, un día se me dio por aprender a escribir a máquina, agarré le Lettera de mi viejo y empecé. Con tres dedos, llegué a adquirir la velocidad de un profesional. Otro día, descubrí el "Catón" de Larralde, que él había usado para estudiar taquigrafía en su secundario. Bueno, empecé, y al poco tiempo, escribía en taquigrafía. Otra vez, descubrí un libro de caligrafía, me hice comprar plumas cucharita y góticas, tinta, y logré hacer una letra gótica que, si hoy quiero hacer, debería practicar varios meses para lograr un remedo de esas. Y todo por voluntad propia, sin que nadie me obligara. De más está decir que, llegado al secundario, odié la soporíferas clases de taquigrafía, nunca más volví a usarla. Odié las clases de caligrafía, y padecí las clases de mecanografía, donde pretendieron obligarme a que aprendiera a usar toda la mano, pero de la misma forma que a cualquier otro que nunca había visto una máquina de escribir ¡y yo ya escribía con velocidad con tres dedos! De los profesores de literatura que tuve, mejor ni hablar, la cárcel era un castigo generoso para ellos. Pero fue lo único contra lo que no pudieron, desde toda la vida soy un lector compulsivo, leo por toneladas.

Pero la degradación no sólo viene por allí en lo educativo, como también lo explicita Claudia. Cierta vez, en una reunión de padres en un jardin de infantes, aparece la señorita de música. Y contaba lo que le costaba que los chicos cantaran algo, que aprendieran alguna letra, que recordaran alguna canción. ¡Los padres ni siquiera les cantan a los chicos! ¡Ni qué hablar de contarles un cuento! Y yo todavía me acuerdo de una cancioncita que me cantaba mi abuela, y que me la repitió tanto que nunca la olvidé, para descubrir un día, casi a los 40 años, que ¡se trataba de un poema de mi odiado Garcia Lorca!

Un día en un lugar encontré un chiquito de tres, cuatro años, que cantaba como desaforado un canción, insoportable por cierto. Despreciando la televisión como uno de los peores males de la actualidad, no tenía idea de donde salía eso. Hasta que un dia, accidentalmente en casa de mi madre, descubro que era el tema de "Piñon Fijo". Aunque sea, a mi entender, bastante burda la cancioncita, bienvenida si, como parece ser por el éxito que tuvo, pegó en los chicos como para que canten algo, al menos. Yo también, de chico, leía Patoruzito, Isidorito, los libros berretas de pistoleros de Bruguera y otras barbaridades. Hasta que un día me dije, bueno, basta de esto, ahora quiero leer otras cosas.

Estoy seguro que no perdería el tiempo leyendo "Harry Potter", pero si sirve para que los chicos se prendan, si sirve para despertarles la fantasía, para enseñarles a descubrir mundos, bienvenido sea. Ya tendrán tiempo de descubrir otra literatura.

A mí, que la mitología griega siempre me pareció una sarta de estupideces, me fascinaba, cuando de vez en cuando iba a presenciar los programas de radio de Dolina, ver la cantidad de pibes y pibas que iban a allí para escucharlo, y el tipo les habla de eso, y de historia, y yo mismo disfrutaba escuchándolo hablar de mitología ¡aunque lo hiciera en tono de humor, pero esos pibes escuchaban eso! ¡Cuántas veces en la escuela se habran acordado de quien era el rey de Francia en tal época, no porque lo estudiaron en su estúpido manual, sino porque Dolina les contó que era un cornudo de aquellos! ¡Eso es genial!

Bueno, me estoy haciendo soporífero, pero es que con los años, a uno los temas como la educación le preocupan cada vez más. Y creo que va a ser muy difícil desandar los caminos a los que nos han llevado tantos procesos militares y globalizantes. No soy precisamente optimista al respecto, pero encontrar gente como Claudia, en estos aspectos, es reconfortante. Gracias y hasta pronto.

Gerardo Sofia, desde San Clemente del Tuyú


Bueno, supongo que la respuesta más amplia la dará Claudia, si es que desea responderte algo. A todos nos preocupa la educación, y creo que a los más jóvenes también. Creo que el problema principal son los sistemas económicos que se han impuesto, que por un lado agobian a los que trabajan, hasta hacerles odiar mover una neurona fuera de sus trabajos, y a otros los deja sobreviviendo como pueden, y mirando a los libros y a cualquier otra cosa relacionada con la cultura, y que no sea gratis, bien de lejos.

Eduardo J. Carletti


Enviar las cartas a ecarletti@axxon.com.ar


Desde que abrimos la Lista Axxón se han anotado enormidad de personas, y por esto muchas opiniones que antes se intercambiaban por el Correo ahora se presentan y discuten día a día en la Lista. No me pareció razonable extraer textos de opinión de ella para ponerlos aquí, ya que son medios diferentes. Espero que alguno de los "Listeros" mande de vez en cuando una carta para este Correo. No sea que lo dejemos huérfano...

Eduardo J. Carletti
ecarletti@axxon.com.ar