Editorial - Axxón 156

Traslaciones, traducciones, transferencias, transcripciones
por Eduardo J. Carletti


La naturaleza tiene un mecanismo que recién ahora estamos desentrañando, que se llama "transferencia horizontal". Se produce entre los seres vivos, que se intercambian genes que les pueden ser útiles pero en este caso no por reproducción, sino por interacciones a nivel celular.

Este mecanismo les ha aportado genes humanos a las bacterias, entre otras rarezas.

La cuestión es que este modo de intercambiar enriquece a los seres vivos y los ayuda a sobrevivir.

En la cultura tenemos otras palabras para hablar de un intercambio vital... vital para la cultura, quiero decir: versiones, adaptaciones, traslaciones, traducciones, transferencias, transcripciones, inspiraciones, recreaciones, transposiciones, fusiones.

Recientemente anunciamos en nuestra sección de Noticias que en Argentina la empresa Telefónica convocó a conocidos y exitosos directores de cine para hacer una serie de unitarios para la TV. En el primero de ellos actúa un periodista político, escritor y director de revista. No hace de escritor, ni de periodista, sino de mafioso.

Es algo así como una transposición.

Lo más común es que, en estos trasvases de cultura, lo que se pase sean textos a imágenes, aunque también hay otras traslaciones. He visto conversiones de la novela al teatro, del teatro al teatro, de la poesía a la escultura, de la pintura a la poesía, de la pintura al cine, de la música a la literatura, de la literatura a la música, de la arquitectura al cine, de la televisión al cine, del teatro al cine, de la novela a la televisión, del cine a la novela, del cine al teatro, del cine al cine... Y debe haber más...

Estos días hay una erupción de festivales relacionados con el cine: Sitges, San Sebastián, Buenos Aires Rojo Sangre, y muchos más, en otros países. Es más o menos la época en que se hace las convenciones, aunque por aquí hace mucho que no tenemos una. Los festivales de cine de tema fantástico proliferan. Las reuniones de literatura fantástica, que al parecer es la que alimenta luego al cine, escasean.

Así me parece a mí.

Como que también escasea la literatura en los resultados. Quiero decir, que todas esas transcripciones de Hollywood parecen cumplir con una regla de oro: quitar el componente más profundo y llevar todo a la liviandad de la imagen y del efecto.

Quizás por eso les está yendo mal con la taquilla. O a lo mejor no.

Puede ser que le gente ya se haya saturado de efectos. Y también puede ser que no.

¿Llegará el momento para una fusión mejor de la genética de ambas expresiones culturales? ¿Será una señal que los productores de King Kong le permitan al director de la remake 2005 sacar al mercado su versión, el corte del director, en lugar de meterse ellos —y sus nefastos grupos de espectadores testigo— a hacer simplificaciones, recortes y distorsiones?

¿Llevará la crisis de taquilla a buscar otros mecanismos y otras formas de producir cine?

¿Debemos presionar ahora los lectores y los escritores para "meternos" más en la cocina de las películas, para que nos permitan meter "un poco más la cuchara" cuando se convierte una novela en un filme?

Vaya a saber. Escribo este editorial con más preguntas que respuestas.

Lo que sé muy bien es que me gustaría mucho, pero mucho, que se pudiese un día sumar ese poder tecnológico que tiene hoy el cine, esa capacidad de materializar los monstruos más difíciles, los paisajes más alucinados, con el poder de la imaginación, la complejidad y la profundidad que tienen los escritores que yo conozco en el tema fantástico.

¿Se imaginan Mundo Anillo hecho con efectos de Hollywood pero con el respeto y la profundidad que tiene, en general, el cine europeo?

Espero que algún día así sea. Y que sea negocio.

Eduardo J. Carletti, 1o de noviembre de 2005
ecarletti@axxon.com.ar