Inmaculado Mauricio: Hace varios años escuché una ópera de Klauss Fledermaus titulada "Iñaki Neskagaltzaile". Como soy ciega y no entiendo alemán no pude entender nada de lo que ocurría en esta obra (bastante extraña, por cierto). El otro día alguien me mencionó que dicha ópera está basada en un misterioso hecho real pero no sabía cuál. Así que te pregunto, queridísimo Mauricio, de qué se trata esta ópera. Agradecidísima, Zulema de Viola d'Amore. Ah, Zulema, ya escuchar completa una ópera es toda una hazaña, ¡encima pretendés entenderla! Pero sí, la ópera de Fledermaus está basada en un hecho "real". Y entrecomillo esta palabra porque la primera mención del "Misterioso caso de Iñaki Neskagaltzaile" aparece recién ochenta y cuatro años después de la fecha en que supuestamente ocurrió. Sin embargo, recientemente se ha descubierto un libro de grabados que, de ser auténtico, narra en forma casi contemporánea la historia de este extraño joven. Cuenta la leyenda que el 17 de Noviembre de 1733 aparece, en el pueblo de Gurentxu (País Vasco) un extraño adolescente, casi animal en sus movimientos, de mirada desencajada, frente estrecha y mandíbula prominente. Pese a este atemorizante aspecto, el muchacho no era agresivo, simplemente se limitaba a agitar, frente a los sorprendidos habitantes del lugar, una carta dirigida al cura del pueblo. Esta misiva, de casi indescifrable escritura y estilo infantil, explicaba que el joven se llamaba Iñaki Neskagaltzaile y era el bisnieto natural de la abadesa de un monasterio dependiente de la parroquia de Gurentxu. Por lo tanto, continuaba la carta, era deber de la Iglesia hacerse cargo de él, ya que no tenía ningún pariente vivo. Iñaki, al parecer, había sido criado por una manada de perros salvajes antes de ser recogido por el ignoto remitente de la carta, ya que lo primero que hizo, cuando se le dio un lugar donde dormir, fue marcar territorio con su orina. También se rascaba las pulgas con sus extremidades traseras y le daba la patita a todos los visitantes. El vocabulario de Iñaki era extremadamente limitado, ya que consistía de sólo dos palabras: Proxémica e Isocarbostirilo. Al principio esto desconcertó sobremanera a los científicos que estudiaron su caso, pero luego dejó de sorprenderlos y hasta los aburrió. Además, Iñaki suplía su carencia verbal con un rico lenguaje de señas. Por ejemplo, cuando se lo interpelaba sobre dónde había vivido antes, él hacía un gesto que, evidentemente, significaba "en una cueva": Realizaba un círculo con los dedos pulgar e índice de su mano izquierda e introducía repetidamente el índice de la derecha en éste. Simbolizaba el trabajo físico extendiendo su brazo derecho y flexionandolo en el momento que apoyaba con fuerza su mano izquierda sobre el bíceps del primero; la existencia de un único Dios era representada levantando su puño derecho con sólo el dedo medio extendido; se tomaba de los testículos, tirándolos hacia arriba mientras sacaba completamente la lengua y ponía los ojos en blanco para expresar que el amor debe basarse en una libido semisublimada e inclusive inhibida, puesto en fila dentro de las condiciones sancionadas impuestas a la sexualidad; etc. La llegada de Iñaki a Gurentxu fue seguida por extraños
e inexplicables acontecimientos. Al principio se trató de episodios aislados
pero luego su pasmosa frecuencia fue sumiendo a la población en un verdadero
estado de pánico. Si bien no hay un registro completo de estos sucesos,
oficialmente son aceptados unos 524 como "verídicos" y productos de la presencia
de Iñaki Neskagaltzaile. La siguiente lista sólo contiene los más conocidos:
Hasta aquí la enumeración de los extraños sucesos ocurridos tras la llegada de Iñaki Neskagaltzaile. El 1 de Enero de 1457 los habitantes del pueblo, cansados de toda esta retahila de plagas y milagros, deciden llevar a la hoguera al muchacho, reviviendo, de paso, la antigua costumbre gurentxuense de quemar un idiota al comienzo del año. Pero este acto de justicia y purificación quedó frustrado ya que nunca fue posible dar con su paradero: Iñaki Neskagaltzaile había desaparecido tan misteriosamente como había aparecido. MAURICIO GAFENTO ¿Tenés alguna pregunta para Mauricio?
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